Como cada año, el Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval) analizó el proyecto que entregó
la SHCP al Congreso el 8 de septiembre, y señaló, en un informe, que la
administración de Enrique Peña Nieto pretende reducir el presupuesto en
67 de los 83 programas prioritarios de desarrollo social –en cinco de
ellos, Hacienda ni siquiera especificó un presupuesto.
El proyecto presupuestario establece recortes severos a
programas que inciden en las poblaciones indígenas, los beneficiarios
del Seguro Popular, los pequeños agricultores y ganaderos o los
jornaleros agrícolas. En otras palabras: a los más pobres en general.
Al asumir la SHCP, el pasado 8 de septiembre, Meade aseguró
que el presupuesto 2017 sería “serio” y con un “alto contenido social”;
según el análisis, el presupuesto destinado a los programas y acciones
de desarrollo social pasó de 940 mil 281 millones de pesos a 864 mil 689
millones en el proyecto del próximo año.
El gobierno federal pretende recortar 3 mil 835 millones de
pesos al presupuesto de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)
–6.2% de su presupuesto 2016–, 19 mil 543 millones al de la Secretaría
de Educación Pública (SEP) –un recorte de 9.3%–, y 8 mil 405 millones a
la Secretaría de Salud (SSa) –9.4% menos–.
El programa Prospera sufriría un recorte de 2.7% en valor
real, mientras los presupuestos destinados a las paraestatales Liconsa y
Diconsa disminuirían en una proporción similar. El Programa de Atención
a Jornaleros Agrícolas tendría que operar con un presupuesto inferior
en 17.3% al de 2016, y el Seguro de Vida para Jefas de Familia
prácticamente desaparecería, con una reducción presupuestaria de 98.8%.
También se reducirían de manera significativa los
presupuestos de varios programas de la SEP que más contribuyen a
combatir rezagos sociales –según el Coneval–: el Programa Nacional de
Becas –menos 17.5%–, el programa de Educación para Adultos –disminuido
en una tercera parte–, o el programa para la Inclusión y la Equidad
Educativa, entre otros.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano
(Sedatu), que lleva a cabo la estrategia de vivienda social en el país y
se encuentra a cargo de Rosario Robles, sufriría un recorte de 42.9%:
su presupuesto pasaría de 22 mil 552 millones de pesos a 13 mil 216
millones.
Por ello, el Programa de Apoyo a la Vivienda operaría con un
presupuesto reducido en 21.6%, mientras el programa de Infraestructura
sería recortado en 57%.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas (CDI) operaría con un presupuesto de 4 mil 586 millones –menos
de la mitad de lo que obtuvo este año– por lo que los programas de
apoyo a la población indígena serían de los más afectados, pese que tres
de cada diez indígenas mexicanos se encuentren en pobreza extrema, es
decir, más de cuatro veces el promedio nacional.
Según el Coneval, la administración de Peña Nieto pretende
eliminar 71% del presupuesto al Programa de Infraestructura Indígena,
3.3% al de Derechos Indígenas y 0.4% al de Apoyo a la Educación
Indígena.
Varios de los programas que opera la Secretaría de
Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)
se verían afectados por el recorte, entre ellos el de Apoyos a Pequeños
Agricultores –menos 26.9%–, de Fomento a la Agricultura –menos 32.9%–, o
el de Fomento Ganadero –menos 51%–.
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) también vería su presupuesto derrumbarse en caso de que los
legisladores aprueben el proyecto sin mayores modificaciones: de 23 mil
86 millones de pesos a 10 mil 121 millones, una caída de 57.3%.
El tema de las Áreas Nacionales Protegidas (ANP) surgió en la coyuntura este domingo 2 a raíz del aterrizaje de un helicóptero en el Arrecife Alacranes,
con el senador priista Emilio Gamboa Patrón, Guillermo Ruiz de Teresa
–coordinador de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT)– y el empresario yucateco Emilio Díaz
Castellanos a bordo.
El proyecto presupuestario plantea reducir en 2.6% los
fondos destinados al Programa de Manejo de Áreas Naturales Protegidas,
así como fuertes disminuciones a los programas de Apoyos para el
Desarrollo Forestal Sustentable –menos 62.4%–, de Agua potable,
Alcantarillado y Saneamiento –menos 73.2%– y de Recuperación y
Repoblación de Especies en Riesgo, con 86% menos recursos.
Si bien el gobierno federal multiplicó las declaraciones mediáticas en
los últimos meses para afirmar su compromiso en la reducción de la
obesidad y la diabetes –juntos representan la primera causa de muerte en
el país–, el proyecto presupuestario 2017 prevé una reducción de 25.1%
del programa de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes.
Ese no sería el único recorte en el sector salud: el Seguro
Popular sería “amputado” en 11.3% de su presupuesto, el Seguro Médico
Siglo XXI de una tercera parte, y el programa de Apoyos para la
Protección de las Personas en Estado de Necesidad prácticamente a la
mitad.
El programa de Fortalecimiento a la Transversalidad de la
Perspectiva de Género, que maneja el Instituto Nacional de las Mujeres
(Inmujeres), por su parte, sufriría un recorte de 47.7%.
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