Pedro Echeverría V.
1. Personajes con más de 35 años en la “alta política” mexicana
pueden hacer y deshacer a su antojo; no hay poder en México que los
castigue. Al contrario, dado que “repartiendo favores” han creado una
fuerte red de funcionarios y seguidores donde se mueven, éstos se
encargan de taparlos y defenderlos porque pertenecen a la misma mafia.
Son muchos, decenas de miles de políticos y funcionarios que se dedican a
crear mafias políticas y financieras en el PRI, PAN, PRD para
asegurarse estancias prolongadas como altos funcionarios de gobierno con
el fin de realizar enormes negocios de carácter público o privado.
2. México, por su extensión territorial, sus riquezas naturales, la
enorme cantidad de sus habitantes (122 millones) y su trabajo tesonero,
hace muchos años que debería vivir en paz y tranquilidad, pero dado que
ha sido súper explotado y oprimido, menos del tres por ciento de sus
habitantes acumula casi toda su riqueza. En los últimos años se ha
demostrado que México es el país con el más miserable salario mínimo
(menos de cuatro dólares por jornada de trabajo) y sólo hace algunos
días se dio a conocer que los países de Centro América, los más jodidos
de la zona, tienen un salario mínimo menos miserable que el mexicano.
3. Pues bien hoy se publicó en la prensa nacional que el coordinador
de los diputados, Emilio Gamboa Patrón declaró: “Atendiendo la
invitación de mi amigo Emilio Díaz Castellanos, para pasar el fin de
semana en la Isla Alacranes, abordamos el pasado viernes en la tarde un
helicóptero que él rentó para trasladarnos a ese lugar, y cuando
aterrizamos, me subí al barco de Emilio Díaz Castellanos. Me enteré que
el viento provocado por el helicóptero causó molestia a embarcaciones y
daños, y sé que ya fue reparado. Fue un error que el helicóptero nos
haya bajado ahí y lamento que esto haya sucedido”. ¡Qué gran “ejemplo de
político” que pide disculpas y quedará atento a las investigaciones!
4. “Estoy enterado que la Procuraduría de Protección al Ambiente
realiza ya trabajos de investigación, para deslindar responsabilidades.
Estaremos atentos a los resultados de las investigaciones
correspondientes que realizan las autoridades competentes”. Es a la
Federación, no al Estado, a la que le corresponde el caso del
helicóptero que aterrizó el fin de semana pasado en una isla del
Arrecife Alacranes, puntualizó Eduardo Batllori Sampedro, secretario de
Desarrollo Urbano y Medio Ambiente. ¿Quién se encargará de evaluar los
daños y determinar el castigo que corresponde al multimillonario
empresario y al funcionario con más de 35 años brincando de un cargo a
otro?
5. Nadie en la historia de México: ni el secretario de Hacienda, ni
Beltrones, ni Cervera Pacheco, ni Hank González u otros pueden o
pudieron superar a Emilio Gamboa Patrón en su gigantesca habilidad y
sagacidad para moverse en la cúpula mayor de los gobiernos desde 1982,
desde hace 35 años. Desde que el presidente De la Madrid lo hizo su
secretario particular privado, privadísimo, y participó en la selección
de Salinas como sucesor presidencial, lleva décadas ocupando los mayores
cargos de la cúpula gubernamental y, como va, quizá supere al anciano
Fidel Velázquez que falleció a los 97 años siendo secretaria general de
la CTM desde 1941.
6. Pero obvio su hijo Pablo Gamboa Miner, que como diputado federal
compite abiertamente por la gubernatura de Yucatán, bien puede pedirle
al papá que se retire para no perjudicar más su campaña; pero si se
aleja, ¿Quién le amarraría la gubernatura en el interior del actual
gobierno de Peña Nieto y con los grandes empresarios y de más negocios
del estado como Díaz Castellanos que es casi el jefe de los
multimillonarios yucatecos en estos meses de competencia abierta frente a
Ramírez Marín, Cervera Hernández y otros? A Gamboa Patrón no le ha
fallado el estar en los momentos del “destape del candidato presidencial
del PRI”; ahora con más razón por el hijo en el gobierno de Yucatán.
7. Por ello Gamboa Patrón no será ni mínimamente castigado por
lesionar el Islote con el poderoso helicóptero que cómodamente –para que
los invitados no caminen- se posó a menos de 10 metros del barco
vacacional; al contrario, quizá convierta ese malestar en parte de la
campaña política gubernamental de su hijo reparando ampliamente lo
dañado con el fin de demostrar su gran capacidad de gestión. Así se las
gastan, desde hace más de un siglo los políticos y los empresarios de la
alta burguesía mexicana mientras la población observa cómo se dilapidan
las riquezas producto de su trabajo. ¿Hasta cuándo seguiremos cargando
como burros o bueyes esa pesada carga sin poder tirarla, destruirla para
luego enterrarla? (4/X/16)
alterar26@gmail.com
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