10/04/2016

Los periodistas pal café. . . . .


El senador Emilio Gamboa Patrón tuiteó ayer: Reconozco el error cometido por el helicóptero en la isla de Alacranes y estaré atento a las investigaciones. Lamento los hechos sucedidos.
Se refería Gamboa al hecho de que un helicóptero (matrícula XA-EHP) en el que viajaban él, un alto funcionario federal y un empresario siempre acusado de tráfico de influencias hubiese aterrizado y causado daños ecológicos en el arrecife Alacranes (donde se estima que existe la estructura coralina más grande del Golfo de México: área natural protegida), para luego abordar un yate del empresario en mención.
El error, desde luego, no fue cometido de manera maquinalmente autónoma por el helicóptero, como el senador Gamboa trata de dictaminar con vocación futurista de ciencia ficción. Pero la gravedad del asunto va más allá del plano ambiental, al mostrar de manera accidental las formas de placentera convivencia que pueden practicar personajes cuyas capacidades de decisión podrían beneficiarles particularmente a ellos, todo con aire de serie de Netflix.
Emilio Díaz Castellanos, el empresario anfitrión, ha sido largamente señalado como un asociado sin huella documental, o prestanombres, de Gamboa Patrón, quien ha ocupado cargos públicos en los que siempre ha podido ayudar a amigos como Díaz Castellanos, uno de los hombres más ricos de Yucatán, la tierra natal del senador priísta mencionado. Trámites, gestiones y favores del gobierno federal o las cámaras federales se han conseguido en proyectos de Díaz Castellanos, inversionista extraordinariamente bien informado acerca de las puertas que debe tocar para conseguir sus fines.
En diciembre pasado, por ejemplo, el diario peninsular Por Esto dio a conocer que una de las empresas que habían ganado el mayor número de contratos de la ronda uno petrolera, para explotar campos terrestres, tenía relaciones con Díaz Castellanos, quien a la vez tiene vínculos con la familia Gamboa Patrón. La firma Geo Estratos había anunciado un año atrás su sociedad con Díaz Castellanos, quien es socio de Mario Gamboa Patrón en el consejo de administración del desarrollo inmobiliario Yucatán Country, que en 2013 fue visitado por Enrique Peña Nieto, bajo la guía del senador Gamboa (https://goo.gl/IcChrG).
El 20 de febrero de 2013, según lo publicado por el periodista Freddy Heredia en una columna titulada “Amigos del Presi”, Peña Nieto fue recibido en el Country Club por Emilio y Mario Gamboa Patrón; el hijo del primero, Pablo Gamboa Miner, Emilio Díaz Castellanos, Roberto Kelleher y Emilio Loret de Mola. El senador Gamboa Patrón le dio a probar a EPN un ron guatemalteco que se llama Zacapa, de 23 años, que los conocedores dicen que es el mejor del mundo; Peña platicó con Gamboa Miner (actual diputado federal, presidente de la Comisión del Deporte, en San Lázaro), a quien habría dicho, según la reseña citada, espero que sigas los pasos de tu padre y tú sí seas gobernador del estado (https://goo.gl/V0ziyS).
Respecto del tema de Geo Estratos, Díaz Castellanos y Gamboa Patrón, La Jornada Maya publicó en enero del año en curso el señalamiento del diputado de Morena Rogerio Castro Vázquez: Estos que andan tratando de acaparar las empresas son parte del grupo de la mafia en el poder, que están tratando de controlar los recursos del país y seguir saqueando, como lo han hecho todo este tiempo (...) la mafia en el poder pretende apoderarse de los recursos petroleros de Yucatán (https://goo.gl/8udNKV).
El senador Gamboa ha escrito a Por Esto que las acusaciones en su contra son falsas, que no cuenta con información privilegiada para favorecer a empresas, que jamás ha realizado actividad comercial o empresarial y que la institución responsable de los concursos para la asignación de campos petroleros es la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, y no el Poder Legislativo.
Esta vez, por un error o una arbitrariedad a la hora de un aterrizaje, se pudo saber que el empresario siempre señalado como prestanombres de un poderoso senador, este mismo, y Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), compartieron viaje privado en helicóptero, dañaron la ecología de un área natural protegida y luego subieron a un yate del empresario Díaz Castellanos, para platicar gozosamente ¿de negocios?
Felipe de la Cruz, vocero de los padres y familiares de los 43 normalistas desaparecidos, exigió ayer que se dé seguimiento a la línea de investigaciones realizadas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes y por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que apuntan a que parte del grupo de jóvenes detenidos en Iguala fueron llevados a Huitzuco, población que es cabecera del municipio de Huitzuco de los Figueroa, en Guerrero. Siguen protegiendo a alguien muy poderoso dentro de la política o dentro del poder económico en nuestro país, y por eso la resistencia de que se sepa la verdad y la insistencia de que la verdad está en el basurero de Cocula, que hasta hoy no nos han demostrado que los jóvenes estén muertos como ellos pretenden hacer creer al mundo, dijo el vocero.
Huitzuco está a 31.8 kilómetros de Iguala y constituye el centro de poder de la familia Figueroa, algunos de cuyos miembros han gobernado Guerrero, como Rubén Figueroa Figueroa y Rubén Figueroa Alcocer, éste caído a causa de la matanza de Aguas Blancas. En ese municipio, como en casi todos los demás de Guerrero, la gran mayoría de los policías municipales obedecen a instrucciones de caciques y cárteles, y siempre se han conocido historias de desaparecidos, fosas clandestinas y complicidades criminales (Figueroa Figueroa tuvo como jefe de la policía en el estado al militar Mario Arturo Acosta Chaparro Escápite, uno de los máximos símbolos de la guerra sucia en México, sobre todo por acciones en Guerrero contra guerrilleros y disidentes en general). ¿Cuándo ordenará la superioridad que se indague a fondo la relación de Huitzuco de los Figueroa con los sucesos de Iguala? ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


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Costará una fortuna implementar y mantener el Sistema Nacional Anticorrupción, aun cuando desde ahora abundan las críticas en el sentido de que no será más que otro señuelo para distraer la atención de la gente del tema central: combatir la impunidad y su hermana gemela, la corrupción. Sólo para arrancar le están pidiendo a la Cámara de Diputados que incluya una partida de 143 millones de pesos. Los sueldos serán de alto nivel, así como las prestaciones. El proyecto fue presentado por el presidente del Senado, Pablo Escudero Morales, del Verde Ecologista. No sobra el dato de que también es yerno de Manlio Fabio Beltrones. Lo acompañaron los titulares del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, Ximena Puente; de la Auditoría Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, así como el director general de Transparencia Mexicana, Eduardo Bohórquez. De esta organización sigue siendo padrino Federico Reyes Heroles. Todo luce grandioso, excepto que el conjunto de leyes que integran al sistema no toca ni de chiste la figura del Presidente de la República, ni el actual ni los siguientes.
¿Fue un mito el súperpeso?
¿Debería estar cotizándose el dólar a 13 o 14 pesos? ¿No estará por debajo de su valor a 19 o 20 pesos? Según el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, está subvaluado. Sostiene que tiene bastante margen para apreciarse en circunstancias normales. Sin embargo, el catedrático de la Universidad Anáhuac Arnulfo R. Gómez opina lo contrario. ‘‘La paridad del peso desde 1999 ha estado por arriba de su valor real, es decir, ha estado sobrevaluado’’. Agrega: ‘‘Supuestamente tenemos una flotación libre, pero si seguimos puntualmente el desarrollo de la economía mexicana, se podrá ver que el valor del peso no siguió ni lejanamente la evolución de la inflación como debió de haber sido para que tuviéramos una paridad real y no tuviéramos un súperpeso como en la realidad pasó debido a la venta de dólares que realizó el Banco de México desde esa época, supuestamente, para evitar grandes fluctuaciones’’. Interpretando lo que dice el maestro Arnulfo R. Gómez: el ‘‘súperpeso’’ de los sexenios panistas fue un mito. La realidad es la actual y es de 19 a 20 pesos por dólar.



La colocación en bolsa de la desarrolladora Vinte, de Sergio Leal, dejó mal sabor de boca en el mercado este fin de semana y es reflejo de la mala situación que ha padecido el sector vivienda a lo largo del sexenio.
De 2 mil 100 millones de pesos que Vinte pensaba colocar, apenas obtuvo mil 220 millones; de un precio por acción esperado de 27.50 a 29 pesos tuvo que colocar a 26.32 pesos; además, en el extranjero las acciones no despertaron interés y en México se quedaron entre inversionistas institucionales, lo que limita la formación de mercado.
¿Por qué esta colocación no fue exitosa? La razón de fondo es la poca confianza que hay en el sector, debido a la deuda desbocada del sector público y al cambio de reglas que impusieron Luis Videgaray, como secretario de Hacienda, y Jorge Carlos Ramírez Marín, como secretario de la Sedatu, al principio del sexenio.
En los periodos de transición gubernamental, para dar continuidad a los proyectos, es de sentido común que la nueva administración mantenga los flujos de recursos en las obras que están en marcha. Sin embargo, el gobierno de Peña Nieto frenó de tajo el financiamiento porque quería empezar desde cero en la planeación territorial.
Luis Videgaray y Ramírez Marín idearon un nuevo programa territorial para las principales ciudades del país y, mientras tanto, pararon el flujo de recursos para los desarrollos de vivienda que, en ocasiones se encontraban a 80 por ciento de avance.



Endeudados hasta la coronilla, obligados a erogar voluminosas cuan crecientes sumas por el costo financiero del débito público y a pagar con creces el efecto que lo anterior genera en sus niveles de bienestar, ayer los mexicanos se sintieron cobijados y serenos tras escuchar las sabias palabras del secretario de Hacienda, José Antonio Meade: el actual nivel de deuda es administrable, al tiempo que es menos sensible a la tendencia alcista en tasas de interés y tipo de cambio.
¡Felicidades!, mexicanos pagadores, porque si lo anterior fuera poco, el heredero del ministro del (d) año todavía les regaló un bombón: a pesar de los pesares, se mantiene el apetito por parte de los inversionistas extranjeros en la compra de bonos de deuda local (La Jornada, Israel Rodríguez), es decir, si ya se empacharon pues allí les va más, con todo y que no por aproximación se vea aquello que dicta la Constitución, en el sentido de que ningún empréstito podrá celebrarse sino para la ejecución de obras que directamente produzcan un incremento en los ingresos públicos.
La voluminosa deuda pública, pues, es administrable. Y, sí, Meade tiene razón porque el débito nacional mantendrá tal característica en la medida en que el gobierno siga recortando el gasto público en áreas estratégicas para el desarrollo nacional (como educación, ciencia, infraestructura, avance social, etcétera) para destinar los dineros al pago del débito público, pero especialmente a los intereses que aquel genera. El problema es conocer hasta dónde aguantará lo administrable.
Por ejemplo, la deuda del Fobaproa-IPAB es administrable (versión Meade), porque en las últimas dos décadas de los bolsillos de los mexicanos salieron alrededor de 900 mil millones de pesos para pagar el rescate bancario de 1995 (más 120 mil millones de pagarés), y a pesar de ello la deuda por tal concepto se mantiene en 850 mil millones (ver el México SA de ayer).
Lo mismo sucede con la deuda del sector público. Desde que Enrique Peña Nieto se instaló en Los Pinos, y junto a él Luis Videgaray (o al revés), el gobierno federal incrementó la deuda del sector público en más de 3 billones de pesos, y en el mismo periodo pagó 2 billones 100 mil millones (incluida la proyección para 2017) para cubrir el costo financiero de la deuda del sector público presupuestario (intereses, comisiones y gastos de dicho débito). Y las cifras no provienen de un enloquecido opositor, sino del IV Informe de gobierno del propio EPN.
¿Resultado? La deuda pública se administró a un precio verdaderamente de terror, y a pesar de ello el saldo de dicho débito no dejó de crecer hasta alcanzar, año tras año, niveles históricos, sin olvidar los cuatro recortes presupuestales al hilo. Así, la proporción de la deuda pública con respecto al producto interno bruto creció de 35.8 a 50.5 por ciento, es decir, la friolera de casi 15 puntos porcentuales en apenas un cuatrienio, el mismo durante el cual la economía a duras penas promedió un crecimiento de 1.9 por ciento.
En tiempos peñanietistas la administración de la deuda ha sido por demás onerosa. En promedio, por cada día de estancia de EPN en Los Pinos de los bolsillos de los mexicanos han salido poco más de mil 150 millones de pesos cada 24 horas para cubrir el costo financiero de la deuda pública (intereses, comisiones y gastos). En cambio, a la empresa productiva del Estado que mayor ingreso genera al erario le han metida cuatro tijeretazos a su presupuesto, por lo cual debe incrementar su propia deuda.




La elección de gobernador sigue impugnada, y a unos meses de que se cumpla el plazo para el cambio de administración, hay pocas certezas. Hasta hace unos días el triunfo del panista Martín Orozco en las urnas parecía incuestionable; hoy está en duda, a partir de que en La Jornada Aguascalientes se publicó información que puso en evidencia la existencia de varias casillas zapato. El Instituto Estatal Electoral reconoció que hubo errores involuntarios y que sólo en un distrito 2 mil 800 votos no fueron sumados a las actas de cómputo. Estos sufragios beneficiarían a Lorena Martínez, candidata de la coalición priísta.
El consejo general del Instituto Estatal Electoral dice con resignación que 2 mil 800 votos no cambian nada. No sólo tiene en ascuas a la población de Aguascalientes, sino al propio gobernador, que no sabe a quién va a entregar la administración. Además, el mismo consejero presidente dice que no hubo dolo en el error, pero que este hecho refrenda su compromiso de brindar certeza y legalidad al proceso electoral hasta su conclusión.



Hace 150 años, en 1866, la imprenta de Juan Nepomuceno del Valle publicó en México El tesoro de la cocina, que tiene el subtítulo Diccionario de las familias. La cocina puesta al alcance de todas las inteligencias y fortunas. En la portadilla señala: Que contiene todo lo que se refiere a las cocinas española, alemana, francesa, flamenca, polaca, provensala (sic), rusa, italiana, languedociana y gótica; no hace mención explícita a la cocina mexicana, aunque al final de la pequeña introducción indica que se ha tomado todo de los mejores autores mexicanos y estranjeros.
Este libro es un eslabón entre El cocinero mexicano publicado en 1831 en tres tomos, refundido y considerablemente aumentado en 1836, y el Nuevo cocinero mexicano en forma de diccionario del que hubo varias rediciones, la primera en 1845, e incluso una edición facsimilar con introducción de Guadalupe Rivera, publicada por Miguel Ángel Porrúa. La moda de los diccionarios de cocina se inició en Francia en las primeras décadas del siglo XIX, tal es el caso del Dictionaire de Cuisine et d’économie ménagère escrito por el señor Burnet en 1836. Su afán es democratizar los conocimientos culinarios.





Ante la continuación de los bombardeos gubernamentales en la ciudad siria de de Alepo, controlada por grupos rebeldes que pretenden derrocar al presidente Bashar al Assad, Washington anunció ayer la ruptura unilateral de las conversaciones directas con el gobierno ruso en torno a un alto el fuego en el ensangrentado país árabe. El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, dijo que Rusia no estuvo a la altura de sus compromisos ni mostró disposición para garantizar que el régimen sirio se adhiriera a las disposiciones que Moscú había acordado. En una respuesta casi inmediata, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso acusó a Estados Unidos de intentar culpar a otros por sus propios fracasos y de no haber cumplido su parte en los acuerdos.

Sólo venimos a soñar
Felicitaciones a La Jornada por su atinado cabeceo del domingo 2 de octubre: Roger Waters convierte el Zócalo en un sueño, y la espléndida foto de Víctor Camacho, para cerrar con la crónica de Pablo Espinosa. Ciertamente el poema de Nezahualcóyotl retumbó en el Centro Histórico: sólo venimos a soñar, miles colmamos el Zócalo. Sólo venimos a soñar.
En anterior colaboración abordé el espacio sobre empresas y derechos humanos en la Organización de Naciones Unidas (ONU). El activismo empresarial también se ha centrado en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con la circunstancia de que se trata de una instancia tripartita y los llamados empleadores son integrantes de la misma. Con ese carácter, dirige sus baterías a la impugnación al derecho a la consulta que regula el Convenio 169 de la OIT y que en toda América Latina los pueblos indígenas utilizan en sus procesos de resistencia frente al despojo y afectación a sus territorios que conlleva el accionar de las empresas trasnacionales.

Sí, las marchas de los sábados 10 y 24 de septiembre mostraron una cara intolerante y dogmática (fanática incluso) de la sociedad mexicana: no pretendían la expresión de las ideas de los marchantes, sino la limitación de derechos, la exclusión, la segregación. Sí, respaldo el matrimonio igualitario, la adopción y todo aquello a lo que los marchistas se oponen. Sí, las apelaciones a la familia natural sólo naturales. Una vez más tuvimos que mostrar el carácter histórico de los derechos individuales revelan la ignorancia y los prejuicios de los marchistas. Coincido con Pedro Miguel.

España está en un túnel interminable. Como México, aunque por vías harto ­distintas.

Una bella maestra de suéter color lila pasa lista a sus alumnos en el salón de clases. Sonríe. Está sentada en una silla que se encuentra detrás de un robusto escritorio de madera. A sus espaldas hay un pizarrón en el que se han dibujado con gis operaciones matemáticas, una pequeña biblioteca y gran cantidad de materiales de apoyo escolar, incluido un globo terráqueo.

Entonces la democracia no tiene sentido: es como un muro sin puertas, como un sepulcro tapiado. Los alzados en armas no pueden transitar hacia la participación política pacífica, la guerra es la única forma de interlocución y para los bandos no hay más destino que la rendición incondicional o la muerte.

El martes pasado la revista New Scientist publicó una nota sobre el nacimiento del primer bebé con tres padres, noticia que tuvo amplia difusión en la prensa de todo el mundo. Hay, sin embargo, algunas precisiones que son necesarias: la primera es que no se trata de un trabajo científico publicado en una revista que haya pasado por una revisión, es más bien una noticia en la que se describe la técnica empleada, se incluye alguna frase del doctor John Zhang, líder de este proyecto, las opiniones de algunos investigadores interesados en el tema, y una foto de Zhang sonriente con un bebé en los brazos. La segunda, y muy importante, es que no sería la primera vez que nace un bebé con la aportación genética de tres personas, pues la hazaña ya había sido lograda a finales de los años 90 del siglo pasado por Jacques Cohen y sus colaboradores mediante una técnica conocida como transferencia de citoplasma.

Al saber de la actual muestra en el Muac, inaugurada a finales de agosto fui a verla en óptimas condicions (el museo estaba cerrado, pocas personas deambulaban). La muestra se titula Azul de Prusia. Al respecto diré que esa tonalidad no equivale al azul ultramar ni tiene nada que ver con la pulverización del lapislázuli.

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