Así lo destacó el Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (Unicef)
en un informe publicado con motivo del Día Internacional de la Niña, que
se conmemora el próximo 11 de octubre.
Con el título Harnessing the Power of Data for Girls: Taking stock
and looking ahead to 2030 (“Sacar partido al poder de la información
para las niñas: balance y previsiones hacia el 2030”), el estudio
precisa que la carga desproporcionada de tareas domésticas comienza a
temprana edad, en niñas de entre cinco y nueve años que dedican 30% más
de tiempo que los niños de su edad (el equivalente a 40 millones de
horas al día) a realizar tareas del hogar.
Las desigualdades aumentan conforme crecen, con niñas de entre diez y
14 años que dedican 50% de tiempo más que los niños de la misma edad (o
120 millones de horas cada día).
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(Inegi), en México, en 2013, casi un millón de niños, niñas y
adolescentes de entre cinco y 17 años realizaban tareas domésticas y no
asistían a la escuela. Un 70% de esta población eran niñas y 30% niños.
“La sobrecarga de las tareas domésticas no remuneradas comienza en la
primera infancia y se acrecenta cuando las niñas llegan a la
adolescencia”, explicó Anju Malhotra, asesora principal de Unicef en
materia de género.
Añadió: “Como resultado, las niñas sacrifican oportunidades tan
importantes como aprender, crecer y, simplemente, disfrutar de su
infancia. Esta distribución desigual del trabajo en la niñez perpetúa
además los estereotipos de género y la doble carga que soportan las
mujeres y las niñas generación tras generación”.
El informe destaca que el trabajo de las niñas es menos visible, y a
menudo es menospreciado. Es frecuente que se imponga a las niñas
responsabilidades adultas, como cuidar de un familiar o de otros niños. Y
el tiempo que dedican a estas tareas limita el tiempo que tienen para
jugar, socializar con amigos, estudiar y vivir su infancia. En algunos
países, la recolección de leña y agua las expone a riesgos, incluida la
violencia sexual.
Asimismo, pone de manifiesto que las niñas de entre diez y 14 años de
Asia Meridional, Oriente Medio y el Norte de África dedican casi el
doble de tiempo que los niños a las tareas domésticas.
Y los países en los que las niñas de esas edades soportan la carga
más desproporcionada de tareas domésticas respecto de los niños son:
Burkina Faso, Yemen y Somalia. En este último país dedican la mayor
parte de su tiempo a las tareas del hogar: en total 26 horas a la
semana.
“Cuantificar las dificultades a las que se enfrentan las niñas es un
primer paso esencial para cumplir con el Objetivo de Desarrollo
Sostenible en materia de igualdad de género y, así, derribar las
barreras que limitan a mil 100 millones de niñas en todo el mundo”,
afirmó Attila Hancioglu, jefe de Datos y Analítica de Unicef.
De acuerdo con el informe, los datos de dos terceras partes de los 44
indicadores relativos a las niñas incluidos en los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) –la hoja de ruta mundial para erradicar la
pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para todos y
todas–, suelen ser limitados o pobres.
Además de las tareas del hogar, el informe presenta datos sobre otros
problemas que afectan a las niñas y que abordan también los ODS: la
violencia, el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina y la
educación.
Alcanzar los ODS que abordan estas cuestiones y empoderar a las niñas
con los conocimientos, las destrezas y los recursos necesarios para
desarrollar todo su potencial, no solo las beneficiaría a ellas, también
podría encauzar el crecimiento económico, promover la paz y reducir la
pobreza en el mundo, concluye el informe.
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