MUJERES CAUTIVAS
Por: Teresa C. Ulloa Ziáurriz*
Hace algunos días encontré en el periódico “El País”, una nota que en su
encabezado decía “ambulantes, indigentes y prostitutas amparados en la
Constitución de la Ciudad de México”.
Querámoslo o no, es una simulación más del gobierno encabezado por
Miguel Ángel Mancera, quien ha emprendido una cruzada contra la trata de
personas y en diversos foros presume tener el mayor número de detenidos
y de sentencias en el país.
Y sí, en la sección que aborda los derechos de los trabajadores no
asalariados se incluye el reconocimiento de los derechos de las
“trabajadoras sexuales” como derechos de trabajadores no asalariados.
También habla de vendedores fijos y semifijos y se establece como uno de
sus derechos recibir capacitación para brindar en mejores condiciones
sus servicios, y un fondo de retiro o pensiones.
Hay una serie de oficios y servicios que se brindan en la Ciudad de
México que merecerían la calificación de trabajo no asalariado como la
albañilería, la carpintería, la plomería, o los boleros; y hay otros que
son más bien, medios marginales de sobrevivencia como limpiar
parabrisas, tragafuegos, payasitos, malabaristas, entre otros. Se pueden
considerar servicios o no.
El meollo del asunto es la calificación que se da a ciertas actividades y
los intereses que se ocultan detrás de esta seudolegalización de la
prostitución.
Muchos de los planteamientos que incluye el proyecto de Constitución de
la Ciudad de México están condenados desde antes de su aprobación a
convertirse en letra muerta: porque son muy ambiciosos, porque
contravienen otros ordenamientos jurídicos como la propia Constitución
de los Estados Unidos Mexicanos o tratados internacionales ratificados
por nuestro país; pero fundamentalmente porque lo que ahí se dice es un
completo sin sentido.
Por ejemplo, yo me pregunto qué tipo de capacitación podría ofrecerle el
gobierno de la Ciudad a las mujeres en situación de prostitución para
que brinden “de mejor manera sus servicios sexuales” ¿sería acaso un
curso de cómo poner el condón con la boca? ¿5 puntos para disfrutar el
sexo anal?
Muchas mujeres en situación de prostitución han sido asesinadas en los
cuartos de hotel a manos de sus prostituidores, y el mensaje que se
manda con esta medida es que la libertad personal está por encima del
concepto de bien común, ya que la prostitución es una institución
profundamente patriarcal que ha permitido a lo largo de la historia el
control de los cuerpos y la sexualidad de las mujeres.
El Artículo 6 de la Convención para la Eliminación de todas las Formas
de Discriminación contra las Mujeres (CEDAW por sus siglas en inglés)
establece textualmente que:
“Los Estados Parte tomarán todas las medidas apropiadas, incluso de
carácter legislativo, para suprimir todas las formas de trata de mujeres
y explotación de la prostitución de la mujer”.
Texto que es obligatorio para todos los poderes de la unión y para todos
los niveles de gobierno pero que ignora el proyecto de Constitución
enviado por el Jefe de Gobierno, a la Asamblea Constituyente.
¿Qué intereses hay detrás de esta propuesta? ¿La siguiente medida será
cobrarles impuestos a las mujeres en situación de prostitución?
¿No se dan cuenta que lo único que van a propiciar son mayores niveles
de violencia contra las mujeres, que aumente la prostitución y la trata
en la Ciudad de México y la explotación sexual infantil como ha sucedido
en Uruguay, Brasil y, ahora, en Colombia?
Como lo menciona la doctora Emérita de la Universidad de Massachusetts,
Janice Raymond, de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres
Internacional, “los argumentos que se exponen a continuación van
dirigidos a todas las formas de prostitución avaladas o respaldadas por
el Estado, incluyendo, pero no limitándose a la legalización de los
prostíbulos y del proxenetismo, la despenalización de la industria del
sexo, la regularización de la prostitución a través de leyes que
establezcan controles de salud obligatorios para las mujeres que están
en la prostitución, o cualquier sistema que reconozca que la
prostitución es un trabajo o la defienda considerándola una elección
laboral…”
Teniendo en cuenta la pretensión del gobierno capitalino de legalizar y
despenalizar la industria del sexo en la Ciudad de México a través de
reconocer como “trabajo no asalariado” la prostitución, creemos
importante que consideres las razones por las cuales la legitimación de
la prostitución como “un trabajo” no supone un empoderamiento de las
mujeres en situación de prostitución, sino por el contrario, fortalece a
la industria del sexo.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución es un regalo para los proxenetas, los traficantes y la industria del sexo.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución y de la industria del sexo promueve la trata con propósitos sexuales.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución no supone un control de la industria del sexo. La expande.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución aumenta la prostitución clandestina, ilegal y la prostitución de la calle.
Ø La legalización de la prostitución y la despenalización de la industria del sexo promueve la prostitución infantil.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución no protege a las mujeres que están en la prostitución.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución aumenta la demanda
de la prostitución. Incentiva a los hombres a comprar a las mujeres por
sexo en un entorno social más permisible y de mayor aceptabilidad.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución no promueve una mejora de la salud de las mujeres.
Ø La legalización/despenalización de la prostitución no aumenta las posibilidades de elección de las mujeres.
Ø Las mujeres que están dentro de la prostitución no quieren que se legalice o despenalice la industria del sexo.
Y es tan incongruente la propuesta constitucional para la Ciudad de
México, que por un lado reputa la prostitución como trabajo no
asalariado -cuando en ningún tratado de Derechos Humanos le reconoce esa
categoría, sino todo lo contrario- y por otro, pone en grave riesgo los
avances que el movimiento feminista y de mujeres han logrado en la
Ciudad en el tema del aborto voluntario, que ni siquiera se menciona,
como la interrupción legal del embarazo.
La Asamblea Constituyente tiene mucho que discutir y acordar, y a pesar
de que es mayoritariamente ilegítima ya que sólo elegimos a 40 por
ciento de las y los Constituyentes, nosotras las mujeres tenemos mucho
que vigilar y exigir en la primera Constitución de la Ciudad de México.
*Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas
en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés).
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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