A pesar de que la mayoría de los triunfos en los Juegos Panamericanos recién terminados se consiguió sin el apoyo real del gobierno federal, e incluso contra lo que en este mismo ámbito se preveía, el licenciado Calderón se ha aparecido radiante por cuanto medio propagandístico ha podido para colgarse de esas medallas y pretender que constituyen un logro más de su administración, en un claro lance de oportunismo y desmemoria.
El deporte mexicano sigue siendo rehén de los cárteles políticos no solamente sexenales, sino los institucionalizados, a través de décadas en que personajes sombríos, especializados en otros menesteres, se han constituido en caciques de federaciones, confederaciones, comités y órganos gubernamentales diversos, concentrando un arbitrario poder para seleccionar y promover deportistas conforme a impulsos individuales y manejando ríos de dinero del cual poco o nada ven los practicantes de esas disciplinas que, por amor a ellas, deseosos de salir adelante aunque sea con apoyos mínimos, luego acaban consiguiendo triunfos personalísimos de los que de inmediato, atropelladamente, tratan de apropiarse para fines de imagen los medallistas fofos y tramposos de la política mexicana, que por sí misma apenas merece últimos lugares.
Y sin embargo... los Juegos, en sí, fueron un éxito. Contra las fundadas previsiones de fallas que habían generado los diversos episodios de tardanzas, incumplimientos y litigios vividos durante meses y semanas previas al arranque de las competencias, éstas transcurrieron plácidamente, con una entusiasta participación del público (aunque el lunar más notable, en estas dos semanas de competencias, fue el sistema de asignación de boletos), con una cosecha extraordinaria de premios dorados (casi el doble de lo previsto, aunque una parte de las preseas provinieron de deportes no olímpicos), sin atentados ni amenazas de bandos del narcotráfico y con un aire de satisfacción colectiva que de inmediato ha sido traducido como una demostración de la capacidad real del pueblo mexicano para cumplir proyectos grandes y exitosos, vencidas –dicen los entusiastas– tanto la histórica reticencia al triunfo como una especie de culto a la mediocridad.
Por desgracia, los cantos épicos del panamericanismo no tienen la misma fuerza cuando se va más allá del ceremonial deportivo. Apagada la flama de esos juegos, la realidad mexicana se reinstala aplastante, exigente, seca. Pasada la fiesta viene la cruda, sobre todo en materia de gastos, endeudamientos, despilfarros y corrupción. Los mismos políticos oportunistas y los mismos dirigentes deportivos mezquinos continuarán desviando recursos a otros destinos (también a las chequeras personales), mientras los deportistas seguirán batallando por falta de previsión, continuidad, apoyo y honestidad en las cúpulas.
No está fuera del radar posterior a lo panamericano la elección de gobernador de Jalisco, el año venidero. Salvo que en estos meses posteriores a la gran fiesta salten datos y hechos graves que empañen lo logrado en los Juegos, es probable que mediante PAN y circo se hayan conseguido disolver en la epidermis los episodios más criticados a lo largo de la administración de Emilio González Márquez y que el partido de blanco y azul haya ganado puntos de emotividad, a partir de un orgullo regional fortalecido, que le permitirían enfrentar en mejores condiciones al priísmo estatal que apenas dos semanas atrás parecía muy encaminado a recuperar la gubernatura en 2012, ya fuera con el presidente municipal de la capital, Jorge Aristóteles Sandoval (apoyado por el grupo que domina la Universidad de Guadalajara, aunque también bajo recelo a causa de la fuerza que podría alcanzar, lo que no gustaría al jefe Raúl Padilla), o con el senador Ramiro Hernández.
Del lado panista, el grupo del ex gobernador Francisco Ramírez Acuña ha visto que se complican las posibilidades de Abraham González Uyeda, quien fue subsecretario de Gobernación en un tramo vinculado con las maniobras para permitir apertura de casinos. Del lado del actual mandatario, González Márquez, está su secretario de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, representante de la línea de ultraderecha en busca de continuidad. La izquierda, poco desarrollada en la entidad, tendría posibilidades de crecimiento con Enrique Alfaro, actual alcalde del municipio conurbado de Tlajomulco, pero enfrenta el virtual veto del dueño del Grupo Universidad.
En otra cancha, la de Coahuila, el medallista de oro en endeudamiento, Humberto Moreira, ha elaborado una jugada de presunta fantasía que no le está funcionando. En busca de un chivo expiatorio que le permita no perder por descalificación otra presea, la de presidente del PRI, fue detenido y raudamente liberado bajo fianza el ex secretario de finanzas del gobierno coahuilense. Pero el truco es tan evidente que en términos de opinión pública no ha funcionado, y el panismo felipista sigue con la mira puesta en el premiado bailarín norteño.
Tampoco avanzó hacia el podio de los honores una propuesta exploratoria de relecciones presidenciales a la que poca atención se le había puesto y que en esta sección fue denunciada semanas atrás. En el proceso de definir formas de sustitución del Presidente de la República en caso de ausencia definitiva se había incluido la posibilidad de que hubiera un presidente provisional y que éste, luego de cumplir tal función, conservara su derecho a ser postulado como candidato al mismo cargo. Por fortuna ese raro ensayo fue desechado en San Lázaro.
Y, mientras el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad comienza hoy, a las seis de la tarde, en el Ángel de la Independencia, la velada de recuerdo y denuncia de lo sucedido a muchos mexicanos muertos a causa de la guerra contra el narcotráfico, ¡hasta mañana, viendo que en la UNAM juegan a la democracia dirigida, de resultados ya sabidos, con cinco cartas aparentes y una sola decisión continuista ya tomada en la persona de José Narro!
Fax: 5605-2099
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El deporte mexicano sigue siendo rehén de los cárteles políticos no solamente sexenales, sino los institucionalizados, a través de décadas en que personajes sombríos, especializados en otros menesteres, se han constituido en caciques de federaciones, confederaciones, comités y órganos gubernamentales diversos, concentrando un arbitrario poder para seleccionar y promover deportistas conforme a impulsos individuales y manejando ríos de dinero del cual poco o nada ven los practicantes de esas disciplinas que, por amor a ellas, deseosos de salir adelante aunque sea con apoyos mínimos, luego acaban consiguiendo triunfos personalísimos de los que de inmediato, atropelladamente, tratan de apropiarse para fines de imagen los medallistas fofos y tramposos de la política mexicana, que por sí misma apenas merece últimos lugares.
Y sin embargo... los Juegos, en sí, fueron un éxito. Contra las fundadas previsiones de fallas que habían generado los diversos episodios de tardanzas, incumplimientos y litigios vividos durante meses y semanas previas al arranque de las competencias, éstas transcurrieron plácidamente, con una entusiasta participación del público (aunque el lunar más notable, en estas dos semanas de competencias, fue el sistema de asignación de boletos), con una cosecha extraordinaria de premios dorados (casi el doble de lo previsto, aunque una parte de las preseas provinieron de deportes no olímpicos), sin atentados ni amenazas de bandos del narcotráfico y con un aire de satisfacción colectiva que de inmediato ha sido traducido como una demostración de la capacidad real del pueblo mexicano para cumplir proyectos grandes y exitosos, vencidas –dicen los entusiastas– tanto la histórica reticencia al triunfo como una especie de culto a la mediocridad.
Por desgracia, los cantos épicos del panamericanismo no tienen la misma fuerza cuando se va más allá del ceremonial deportivo. Apagada la flama de esos juegos, la realidad mexicana se reinstala aplastante, exigente, seca. Pasada la fiesta viene la cruda, sobre todo en materia de gastos, endeudamientos, despilfarros y corrupción. Los mismos políticos oportunistas y los mismos dirigentes deportivos mezquinos continuarán desviando recursos a otros destinos (también a las chequeras personales), mientras los deportistas seguirán batallando por falta de previsión, continuidad, apoyo y honestidad en las cúpulas.
No está fuera del radar posterior a lo panamericano la elección de gobernador de Jalisco, el año venidero. Salvo que en estos meses posteriores a la gran fiesta salten datos y hechos graves que empañen lo logrado en los Juegos, es probable que mediante PAN y circo se hayan conseguido disolver en la epidermis los episodios más criticados a lo largo de la administración de Emilio González Márquez y que el partido de blanco y azul haya ganado puntos de emotividad, a partir de un orgullo regional fortalecido, que le permitirían enfrentar en mejores condiciones al priísmo estatal que apenas dos semanas atrás parecía muy encaminado a recuperar la gubernatura en 2012, ya fuera con el presidente municipal de la capital, Jorge Aristóteles Sandoval (apoyado por el grupo que domina la Universidad de Guadalajara, aunque también bajo recelo a causa de la fuerza que podría alcanzar, lo que no gustaría al jefe Raúl Padilla), o con el senador Ramiro Hernández.
Del lado panista, el grupo del ex gobernador Francisco Ramírez Acuña ha visto que se complican las posibilidades de Abraham González Uyeda, quien fue subsecretario de Gobernación en un tramo vinculado con las maniobras para permitir apertura de casinos. Del lado del actual mandatario, González Márquez, está su secretario de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, representante de la línea de ultraderecha en busca de continuidad. La izquierda, poco desarrollada en la entidad, tendría posibilidades de crecimiento con Enrique Alfaro, actual alcalde del municipio conurbado de Tlajomulco, pero enfrenta el virtual veto del dueño del Grupo Universidad.
En otra cancha, la de Coahuila, el medallista de oro en endeudamiento, Humberto Moreira, ha elaborado una jugada de presunta fantasía que no le está funcionando. En busca de un chivo expiatorio que le permita no perder por descalificación otra presea, la de presidente del PRI, fue detenido y raudamente liberado bajo fianza el ex secretario de finanzas del gobierno coahuilense. Pero el truco es tan evidente que en términos de opinión pública no ha funcionado, y el panismo felipista sigue con la mira puesta en el premiado bailarín norteño.
Tampoco avanzó hacia el podio de los honores una propuesta exploratoria de relecciones presidenciales a la que poca atención se le había puesto y que en esta sección fue denunciada semanas atrás. En el proceso de definir formas de sustitución del Presidente de la República en caso de ausencia definitiva se había incluido la posibilidad de que hubiera un presidente provisional y que éste, luego de cumplir tal función, conservara su derecho a ser postulado como candidato al mismo cargo. Por fortuna ese raro ensayo fue desechado en San Lázaro.
Y, mientras el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad comienza hoy, a las seis de la tarde, en el Ángel de la Independencia, la velada de recuerdo y denuncia de lo sucedido a muchos mexicanos muertos a causa de la guerra contra el narcotráfico, ¡hasta mañana, viendo que en la UNAM juegan a la democracia dirigida, de resultados ya sabidos, con cinco cartas aparentes y una sola decisión continuista ya tomada en la persona de José Narro!
Fax: 5605-2099
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Posiblemente Lula da Silva ya sabía que tenía cáncer en la laringe la semana pasada, cuando habló ante los empresarios reunidos en la Cumbre de Negocios de Querétaro. Ya conocía su problema cuando recibió la medalla Amalia Solórzano de Cárdenas, en el Distrito Federal. Hombre recio, de carácter, seguramente no quiso cancelar los compromisos que había hecho de antemano; incluso tuvo que soportar una ingrata reunión con los rijosos del perderé y con paciencia los escuchó y aconsejó que la ropa sucia se lava en casa, ¡como si tuvieran remedio! Se le colgaron dos aspirantes presidenciales, Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard; querían tomarse la foto con el ex presidente de Brasil. Pienso que ya sabía que estaba enfermo, porque un diagnóstico de cáncer en la garganta toma varios días. Implica exámenes de sangre, placas de rayos X, incluso una revisión en el escáner, tal vez un PET, a fin de que el médico pueda determinar si hay metástasis a otros órganos. Todavía Lula guardó su secreto el jueves, ya de regreso a Brasil, para no echar a perder la fiesta que le había preparado un grupo de amigos con motivo de su cumpleaños número 66. Comieron pizza. Fue el sábado por la mañana cuando un boletín del hospital Sirio-Libanés, de Sao Paulo, anunció que le había sido detectado un tumor maligno en la laringe, de 2 a 3 centímetros, cercano a las cuerdas vocales. No se sabe que el viernes se hubiera sometido a exámenes y 24 horas, en todo caso, no hubieran sido suficientes, por eso supongo que ya tenía conocimiento del problema desde antes de viajar a México. Su cáncer es tratable y uno de los síntomas es la ronquera, no hay metástasis. Hoy comenzará a recibir quimioterapia; el tratamiento llevará unos tres meses.
Su último cigarrillo
El padecimiento de Lula tiene que ver con el cigarro. Ha sido un fumador incorregible, no sólo de cigarros, de vez en cuando también gusta de un puro. Ya le advirtieron que si quiere seguir sobre el planeta tiene que dejarlo definitivamente. Ha intentado varias veces, pero le ha sido más difícil lograrlo que llegar a la presidencia. Su oncólogo es Artur Katz. Buscará preservar los órganos afectados a fin de no dañar su voz; para él es una herramienta de trabajo que usó para elevarse de la condición de obrero metalúrgico. El primer paso es la quimioterapia; una vez terminada esta fase se verá si es necesario someterlo a un tratamiento de radioterapia. Su vida cambiará profundamente. Aun cuando el tumor desaparezca totalmente, el político brasileño a quien Obama consideró en su momento como el presidente más popular del mundo deberá someterse a exámenes trimestrales por el resto de sus días: examen de sangre, rayos X, cat-scan de garganta, pecho, estómago y pelvis, a fin de que los médicos puedan estar claros de que el cáncer no ha regresado a la garganta y tampoco se ha manifestado en otras partes del cuerpo. La quimio comenzará hoy en el mismo hospital donde antes fue atendida, también de cáncer, su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff. Es un buen centro médico, pero no tiene el equipo desarrollado por Hitachi para aplicar una nueva radiación conocida como proton therapy. Quizá sería la adecuada para una persona de la edad de Lula, sin embargo, no llegan a 10 las clínicas que cuentan con él en Europa, Estados Unidos y Asia. ¡Ánimo, Lula!
Su último cigarrillo
El padecimiento de Lula tiene que ver con el cigarro. Ha sido un fumador incorregible, no sólo de cigarros, de vez en cuando también gusta de un puro. Ya le advirtieron que si quiere seguir sobre el planeta tiene que dejarlo definitivamente. Ha intentado varias veces, pero le ha sido más difícil lograrlo que llegar a la presidencia. Su oncólogo es Artur Katz. Buscará preservar los órganos afectados a fin de no dañar su voz; para él es una herramienta de trabajo que usó para elevarse de la condición de obrero metalúrgico. El primer paso es la quimioterapia; una vez terminada esta fase se verá si es necesario someterlo a un tratamiento de radioterapia. Su vida cambiará profundamente. Aun cuando el tumor desaparezca totalmente, el político brasileño a quien Obama consideró en su momento como el presidente más popular del mundo deberá someterse a exámenes trimestrales por el resto de sus días: examen de sangre, rayos X, cat-scan de garganta, pecho, estómago y pelvis, a fin de que los médicos puedan estar claros de que el cáncer no ha regresado a la garganta y tampoco se ha manifestado en otras partes del cuerpo. La quimio comenzará hoy en el mismo hospital donde antes fue atendida, también de cáncer, su sucesora, la presidenta Dilma Rousseff. Es un buen centro médico, pero no tiene el equipo desarrollado por Hitachi para aplicar una nueva radiación conocida como proton therapy. Quizá sería la adecuada para una persona de la edad de Lula, sin embargo, no llegan a 10 las clínicas que cuentan con él en Europa, Estados Unidos y Asia. ¡Ánimo, Lula!
Casi como propaganda para nutrir las protestas de Ocupa Wall Street, informes oficiales del gobierno, el sector financiero y centros de investigación confirman lo que todos saben: ricos más ricos mientras todos los demás pagan los costos de un sistema económico y político que ya no funciona para el 99%.
La semana pasada la Oficina del Censo emitió un informe en el cual destaca que la tasa de pobreza se incrementó en 32 estados entre 2009 y 2010. Anteriormente había reportado que entre esos dos años la tasa de pobreza creció de 14.3 por ciento a 15.3 por ciento (casi uno de cada seis habitantes); en números el incremento fue de 42.9 millones a 46.2 millones de personas y los analistas suponen que las cosas sólo se han puesto peor a lo largo de 2011.
La semana pasada la Oficina del Censo emitió un informe en el cual destaca que la tasa de pobreza se incrementó en 32 estados entre 2009 y 2010. Anteriormente había reportado que entre esos dos años la tasa de pobreza creció de 14.3 por ciento a 15.3 por ciento (casi uno de cada seis habitantes); en números el incremento fue de 42.9 millones a 46.2 millones de personas y los analistas suponen que las cosas sólo se han puesto peor a lo largo de 2011.
¿Qué sucedió? ¿Qué misterio habrá?, porque quien prometió desendeudar a los mexicanos y liberarlos de peligrosos personajes, el que sabía cómo hacer las cosas sin endeudar a los moradores de este país, el que les diría cómo; quien, en fin, develaría las formas de que México avance sin deudas (ya se imaginarán quién es el brillante autor de tan bonitas frases) ha llevado el débito público a niveles históricos (5.17 billones de pesos) durante su estancia en Los Pinos, de tal suerte que cada habitante de esta nación, incluidos los neonatos, debe 45 mil pesos (sin considerar el débito del estado de la República donde resida), o lo que es lo mismo, más del doble que cinco años atrás.
Presumía Vicente Fox que durante mi mandato se ha reducido la deuda pública, y Felipe Calderón pregona que durante el suyo tal débito se ha manejado con prudencia. Pues bien, producto de la “reducción y la prudencia, el saldo de dicho adeudo se incrementó 153 por ciento entre el primero de diciembre de 2000 y el 30 de septiembre de 2011, es decir, a lo largo de los dos gobiernos panistas, cuyos militantes sólo registran cómo creció la deuda del estado de Coahuila, pero se niegan, para no sufrir, cómo lo ha hecho el débito federal, responsabilidad del par de joyas que osaron seleccionar para salvar a los mexicanos de los malosos.
¡Felipe Calderón te dirá cómo! (crecería México sin deudas), divulgaba la propaganda panista en el proceso electoral de 2006, y un lustro después el crecimiento brilla por su ausencia (de hecho, el gobierno del susodicho registra el peor resultado económico en tres décadas, cuando menos), mientras el débito público crece y crece, y sigue creciendo, y alcanza niveles nunca antes registrados. Según datos oficiales, a lo largo del inquilinaje blanquiazul en Los Pinos el inventario nacional se incrementó en alrededor de 15 millones de nuevos mexicanos, quienes en lugar de torta, arribaron con un pagaré bajo el brazo para cubrir la rebanada de deuda que le corresponde por cortesía del personaje que prometió exactamente lo contrario.
La Jornada (Israel Rodríguez) nos ilustra: la deuda total del sector público creció 608 mil 568.2 millones de pesos en los últimos 12 meses, lo que representó un ritmo de endeudamiento de mil 667 millones de pesos diarios, reveló la Secretaría de Hacienda (¡un millón 157 mil pesos por minuto!). Así, al cierre de septiembre de 2011 el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es el componente más amplio de los compromisos totales, ascendió a un nuevo máximo de 5 billones 173 mil 894.3 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 13 por ciento entre el tercer trimestre de 2010 y el mismo periodo de este año. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que incluye la deuda neta del sector público presupuestario, las obligaciones netas del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, pasivos del Fondo Nacional de Infraestructura, los asociados a los proyectos de inversión pública financiada por el sector privado (Pidiregas), los correspondientes a los programas de apoyo a deudores, así como la pérdida esperada de la banca de desarrollo y los fondos de fomento, fueron equivalentes a 35.8 por ciento del producto interno bruto (PIB), un crecimiento de 0.8 punto porcentual respecto del mismo periodo del año pasado.
La información anterior no proviene de los malosos que endeudarían al país, sino de la Secretaríax de Hacienda del calderonato (el que salvaría a la nación), la cual revela que dicho saldo pasó de poco más de 2 billones de pesos en diciembre de 2000 a 5.17 billones en septiembre de 2011, o lo que es lo mismo, a lo largo de los gobiernos –si así puede llamárseles– de Fox y Calderón. Con este último el débito público creció el equivalente a casi 7 puntos porcentuales del producto interno bruto para llegar, al cierre del mes pasado, a 35.8 por ciento del PIB. Y lo peor del caso es que se ha contratado deuda para pagar deuda.
En sus años como inquilino de Los Pinos, Vicente Fox aseguró con insistencia (Calderón no toca el tema, aunque mucho tuvo que ver en él) que el asunto del Fobaproa ya está resuelto, mientras su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz –hoy al servicio de una trasnacional telefónica española–, era feliz, porque el rescate bancario está enterrado. Pues bien, el muerto goza de cabal de salud, y sigue sangrando a la nación, toda vez que al cierre de septiembre pasado el saldo de este atraco fue de 786 mil 485 millones de pesos. Y los mexicanos llevan 16 años pagando por un festín al que no fueron convidados.
En el reporte de la SHCP (Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al tercer trimestre de 2011) se detalla que el monto de la deuda neta del sector público federal, que incluye los compromisos totales del gobierno, los de los organismos y empresas controladas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la de la banca de desarrollo, se ubicó en 4 billones 597 mil 526 millones de pesos, lo que representó 31.8 por ciento del PIB, nivel superior en 1.1 puntos porcentuales respecto del observado al cierre del tercer trimestre de 2010 (30.7), cuando se fijó en 4 billones 2 mil 730 millones de pesos. En el lapso enero-septiembre de 2011 el gobierno realizó pagos por intereses y comisiones asociados a la deuda del gobierno federal por 131 mil 344 millones de pesos (La Jornada, Israel Rodríguez).
Se tiene previsto que las amortizaciones del sector público federal por deuda interna alcancen durante el cuarto trimestre del año un monto de 384 mil 119 millones de pesos. En tanto, el saldo de la deuda externa neta del sector público federal aumentó 11 mil 781 millones de dólares en términos anualizados, que significó un crecimiento de 11.8 por ciento para ubicarse en 111 mil 638 millones de dólares (equivalentes a un billón 498 mil 380 millones de pesos), monto superior a los 99 mil 857 millones de dólares registrados al cierre de septiembre del año pasado (ídem).
Queda claro, pues, que el susodicho conoce muy bien las formas de que México avance sin deudas.
Las rebanadas del pastel
Por cierto, durante los trabajos de la 21 Cumbre Iberoamericana en Asunción, Paraguay, Felipe Calderón exigió que “los bancos asuman las pérdidas de la crisis de la deuda que vive Europa en vez de trasladar a la comunidad internacional esos costos. Es injusto que la comunidad internacional, y menos la gente más pobre, asuma los costos de esa irresponsabilidad de quien los gobierna…” ¿Y el Fobaproa, apá?
cfvmexico_sa@hotmail.com
Presumía Vicente Fox que durante mi mandato se ha reducido la deuda pública, y Felipe Calderón pregona que durante el suyo tal débito se ha manejado con prudencia. Pues bien, producto de la “reducción y la prudencia, el saldo de dicho adeudo se incrementó 153 por ciento entre el primero de diciembre de 2000 y el 30 de septiembre de 2011, es decir, a lo largo de los dos gobiernos panistas, cuyos militantes sólo registran cómo creció la deuda del estado de Coahuila, pero se niegan, para no sufrir, cómo lo ha hecho el débito federal, responsabilidad del par de joyas que osaron seleccionar para salvar a los mexicanos de los malosos.
¡Felipe Calderón te dirá cómo! (crecería México sin deudas), divulgaba la propaganda panista en el proceso electoral de 2006, y un lustro después el crecimiento brilla por su ausencia (de hecho, el gobierno del susodicho registra el peor resultado económico en tres décadas, cuando menos), mientras el débito público crece y crece, y sigue creciendo, y alcanza niveles nunca antes registrados. Según datos oficiales, a lo largo del inquilinaje blanquiazul en Los Pinos el inventario nacional se incrementó en alrededor de 15 millones de nuevos mexicanos, quienes en lugar de torta, arribaron con un pagaré bajo el brazo para cubrir la rebanada de deuda que le corresponde por cortesía del personaje que prometió exactamente lo contrario.
La Jornada (Israel Rodríguez) nos ilustra: la deuda total del sector público creció 608 mil 568.2 millones de pesos en los últimos 12 meses, lo que representó un ritmo de endeudamiento de mil 667 millones de pesos diarios, reveló la Secretaría de Hacienda (¡un millón 157 mil pesos por minuto!). Así, al cierre de septiembre de 2011 el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que es el componente más amplio de los compromisos totales, ascendió a un nuevo máximo de 5 billones 173 mil 894.3 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 13 por ciento entre el tercer trimestre de 2010 y el mismo periodo de este año. El saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, que incluye la deuda neta del sector público presupuestario, las obligaciones netas del Instituto de Protección al Ahorro Bancario, pasivos del Fondo Nacional de Infraestructura, los asociados a los proyectos de inversión pública financiada por el sector privado (Pidiregas), los correspondientes a los programas de apoyo a deudores, así como la pérdida esperada de la banca de desarrollo y los fondos de fomento, fueron equivalentes a 35.8 por ciento del producto interno bruto (PIB), un crecimiento de 0.8 punto porcentual respecto del mismo periodo del año pasado.
La información anterior no proviene de los malosos que endeudarían al país, sino de la Secretaríax de Hacienda del calderonato (el que salvaría a la nación), la cual revela que dicho saldo pasó de poco más de 2 billones de pesos en diciembre de 2000 a 5.17 billones en septiembre de 2011, o lo que es lo mismo, a lo largo de los gobiernos –si así puede llamárseles– de Fox y Calderón. Con este último el débito público creció el equivalente a casi 7 puntos porcentuales del producto interno bruto para llegar, al cierre del mes pasado, a 35.8 por ciento del PIB. Y lo peor del caso es que se ha contratado deuda para pagar deuda.
En sus años como inquilino de Los Pinos, Vicente Fox aseguró con insistencia (Calderón no toca el tema, aunque mucho tuvo que ver en él) que el asunto del Fobaproa ya está resuelto, mientras su secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz –hoy al servicio de una trasnacional telefónica española–, era feliz, porque el rescate bancario está enterrado. Pues bien, el muerto goza de cabal de salud, y sigue sangrando a la nación, toda vez que al cierre de septiembre pasado el saldo de este atraco fue de 786 mil 485 millones de pesos. Y los mexicanos llevan 16 años pagando por un festín al que no fueron convidados.
En el reporte de la SHCP (Informe sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública al tercer trimestre de 2011) se detalla que el monto de la deuda neta del sector público federal, que incluye los compromisos totales del gobierno, los de los organismos y empresas controladas como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la de la banca de desarrollo, se ubicó en 4 billones 597 mil 526 millones de pesos, lo que representó 31.8 por ciento del PIB, nivel superior en 1.1 puntos porcentuales respecto del observado al cierre del tercer trimestre de 2010 (30.7), cuando se fijó en 4 billones 2 mil 730 millones de pesos. En el lapso enero-septiembre de 2011 el gobierno realizó pagos por intereses y comisiones asociados a la deuda del gobierno federal por 131 mil 344 millones de pesos (La Jornada, Israel Rodríguez).
Se tiene previsto que las amortizaciones del sector público federal por deuda interna alcancen durante el cuarto trimestre del año un monto de 384 mil 119 millones de pesos. En tanto, el saldo de la deuda externa neta del sector público federal aumentó 11 mil 781 millones de dólares en términos anualizados, que significó un crecimiento de 11.8 por ciento para ubicarse en 111 mil 638 millones de dólares (equivalentes a un billón 498 mil 380 millones de pesos), monto superior a los 99 mil 857 millones de dólares registrados al cierre de septiembre del año pasado (ídem).
Queda claro, pues, que el susodicho conoce muy bien las formas de que México avance sin deudas.
Las rebanadas del pastel
Por cierto, durante los trabajos de la 21 Cumbre Iberoamericana en Asunción, Paraguay, Felipe Calderón exigió que “los bancos asuman las pérdidas de la crisis de la deuda que vive Europa en vez de trasladar a la comunidad internacional esos costos. Es injusto que la comunidad internacional, y menos la gente más pobre, asuma los costos de esa irresponsabilidad de quien los gobierna…” ¿Y el Fobaproa, apá?
cfvmexico_sa@hotmail.com
En su última edición, Perspectivas de la Economía Mundial (sep. 2011) del Fondo Monetario Internacional sintetiza con tino en su portada la situación económica en curso: Desaceleración del crecimiento, agudización de los riesgos.
En efecto, tras el optimismo que lo llevó en abril de este año a mejorar sus proyecciones de octubre de 2010 (Gráfico 1), la persistente crisis fiscal-deuda le ha hecho reconsiderar a la baja sus expectativas como sigue:
En efecto, tras el optimismo que lo llevó en abril de este año a mejorar sus proyecciones de octubre de 2010 (Gráfico 1), la persistente crisis fiscal-deuda le ha hecho reconsiderar a la baja sus expectativas como sigue:
Colombia Moya: Andanzas
Aajej es una obra extraña, inusitada y poco común. La coreógrafa finlandesa Virpi Pahkinen baila con tres intérpretes notables y acompañada de un músico en un extremo del foro, quienes, con imaginativo vestuario, crean una atmósfera que, según el programa de mano, trata sobre el recorrido del viento, “la brisa nórdica que hace un vuelo azul, del viento suave y tibio de las dunas del desierto, del feroz y electrificante vendaval que genera los tornados y del brutal Bajaj, formado por los remolinos del norte de África, tan fuerte, que para enfrentarlo hay que hacerlo con una espada... y después, ¿qué queda?”
Durante 60 minutos, en el teatro Principal de Guanajuato, en el 39 Festival Internacional Cervantino se desplegó un imaginativo exotismo en el vestuario, diseñado por la talentosa HelenThorsell, así com la iluminación de Miriam Helleday. Los movimientos, la música y la danza nos transportaron a épocas remotas e imprecisas que, sin embargo, nos hacían sentir el aroma y la plástica de remota antigüedad, del chamanismo, la religiosidad, las deidades y los rituales, etcétera; todos concebidos por esta creativa artista de cabeza rapada al estilo budista y trenzas pequeñas, quien mantuvo la atención y silencio absoluto de un público absorto en la imaginación.
Asunción: cumbre semivacía
Sólo 10 de los 21 invitados a la 21 Cumbre Iberoamericana que se realizó el pasado fin de semana en Asunción, Paraguay, asistieron al encuentro, en lo que constituye un grave fracaso de la diplomacia española, principal organizadora de esas reuniones. Por distintos motivos, los mandatarios de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Venezuela y Uruguay se excusaron de asistir a la cita y enviaron representantes de segundo nivel. Es significativo que entre las ausencias se encuentren las de tres de los cuatro miembros plenos del Mercosur, más la de Venezuela, cuyo proceso de integración a ese bloque regional se encuentra en suspenso por el veto de Paraguay, anfitrión de la cumbre.
El Correo Ilustrado
A 25 años de la creación del CEU
El día de hoy, 31 de octubre, se cumplen 25 años de la creación del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) en asamblea realizada en el auditorio Ho Chi Minh de la Facultad de Economía de la UNAM, en respuesta a un paquete de reformas que las autoridades de ese entonces pretendieron imponer atentando contra la gratuidad y el carácter público de la que es hoy la institución académica más importante de Iberoamérica.
Arturo Balderas Rodríguez: Genio y figura
En el año 1939, el cineasta John Ford realizó una película que con el tiempo se convertiría en un clásico del cine: La diligencia (The Stagecoach). La esencia del guión consiste en una viaje a través del territorio ocupado ancestralmente por los apaches. En la diligencia viajan anglos de la más heterogénea composición social: una señora de finos modales, un jugador de cartas, un médico, un comerciante, un banquero, una prostituta y un aventurero. La composición de los viajeros es un microcosmos de la sociedad estadunidense de mediados del siglo XIX.
Para darle credibilidad a la democracia fue necesario ciudadanizarla. Durante varias décadas, el poder político fue determinado en las esferas gubernamentales y no por el voto de los ciudadanos. La era del partido hegemónico impregnó la forma en la que se percibía la organización de los procesos electorales y las instituciones del Estado. Más aún, una característica de estos años era que el árbitro de la elección jugaba dos roles: era juez de la contienda y parte en ella.
Cuando la temporada de lluvias no tiene visos de concluir, cabe preguntar sobre el destino de los recursos oficiales designados a proteger a la población y la infraestructura pública y privada de las inundaciones. En las entidades donde las lluvias dejan cada año miles de damnificados y cuantiosos daños, siempre se cuestiona la forma de utilizar tales recursos, con denuncias ciudadanas por corrupción y mal manejo. De paso, se desvelan las pugnas interinstitucionales por el uso político de las ayudas o la ejecución de las obras programadas para evitar que el agua arrase con todo. Un ejemplo lo tenemos en Tabasco, entidad que acumula cuatro grandes inundaciones en los últimos 15 años.
Hago un breve receso en mis análisis políticos para dedicar este espacio a la hazaña de los atletas cubanos en los Decimosextos Juegos Deportivos Panamericanos.
Los procesos políticos, y en algunos casos las elecciones de gobierno en diversos países, están ocurriendo en el marco de una severa crisis económica. Este escenario se advierte de modo decisivo en Europa, donde no se llega a fijar una estrategia clara y, por lo tanto, creíble de cómo enfrentar la deuda soberana, el déficit fiscal, la situación de los bancos y restablecer las condiciones del crecimiento del empleo y el producto. Algo similar ocurre en Estados Unidos en un entorno definido ya por la campaña electoral de 2012.
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