La reforma energética era necesaria y traerá beneficio a los mexicanos, coincidieron el diputado del PAN, Juan Bueno Torio, y el ex secretario de Energía, Francisco Labastida. Por su parte el senador del PT, Manuel Bartlett señaló que la reforma es la “culminación del proceso norteamericano de hacerse de la energía mexicana... y quedaremos sometidos”.
Francisco Labastida (PRI) y Juan Bueno Torio (PAN) coinciden
en que la reforma energética era necesaria, sobre todo por las
inversiones que detonará, y será en favor del Estado mexicano.
En contrastaste, para el senador Manuel Bartlett (PT) es el triunfo de un proyecto dictado por los Estados Unidos.
En la Mesa energética en MVS, los tres manifestaron sus
posturas, tras la consumación y puesta en marcha de la reforma
energética.
El ex candidato presidencial del PRI, Labastida, mencionó que las recientes licitaciones que anunció la CFE,
son con el fin de sustituir combustóleo por gas, con lo que la energía
sería más barata, pues habría un ahorro de 6 mil millones de dólares al
año.
“Los costos de la energía son altos y aún así perdió (la CFE),
algo no debe de estar bien… a la Comisión le roban 20 por ciento de
energía, tres veces más que lo que se roba de gasolina”, señaló.
Por ello, confió en pasar de un modelo de monopolio a un modelo de competencia, en el que la CFE queda como la empresa más importante respecto a las otras.
“Debemos estar conscientes que íbamos a una crisis monumental en el sentido energético”, sostuvo el priista.
Respecto a Pemex, mencionó que existe una crisis interna que se manifiesta que solo hay 9 y medio años de reservas, la deuda con el Estado, el robo y pérdidas de combustible.
“Ya estábamos en la crisis y nos iba llevar a que Pemex no pudiera pagar sus impuestos ni hacerse cargo de las pensiones de sus trabajadores, en riesgo de entrar deuda”, afirmó. Por ello, apoyó que ahora Pemex podrá deducir sus costos, lo que significará un ahorro.
“Las empresas públicas eficientes en el mundo son
independientes, no pasan por el presupuesto”, indicó. “Es conveniente
bajar la tasa impositiva a Pemex”, agregó.
Para Labastida, lo necesario ahora es conseguir tecnología para el desarrollo, pues la producción ha bajado y vamos para abajo.
“México es un país petrolero viejo, sólo ha extraído 55
mil millones de barriles, obviamente no vamos a sacar el 100 por ciento
pero sacaremos más de lo que ahora, para eso necesitamos la inversión y la tecnología”, acotó.
La apertura del sector “era indispensable, (la reforma) se tardó en salir”, finalizó.
En sentido contrario, el senador petista Manuel Bartlett calificó esto como el desmantelamiento de la CFE y Pemex, que se harán cada vez “más pequeñas”.
“La CFE va a quedar reducida a ser una empresa
coordinadora de filiales, sus unidades en diferentes regiones van a ser
subsidiarias casi privadas, para darle cabida a empresas
transnacionales”, estimó.
La apertura energética, sostuvo, “son los mandamientos de Estados Unidos, las leyes secundarias obedecen a los intereses de empresas”.
Lo que se está haciendo es transformar el sistema energético por uno que sea regulado por el sistema privado.
“Van a entrar masivamente las empresas privadas”, advirtió.
Aseveró que, contrario a lo que dicen priistas y panistas,
Pemex sigue teniendo el mismo régimen fiscal, le bajaron pero poquito,
pero lo obligan a seguir sosteniendo el presupuesto nacional durante cinco años en principio, además de que generan que las empresas transnacionales produzcan más y más petróleo, con el agravante de que podrán “apoderarse del territorio nacional”.
“La reforma energética es exactamente lo que ha exigido Estados Unidos y se lo dan”, afirmó Bartlett.
El opositor añadió que la corrupción es el motor de esta
reforma y la Ronda Cero sólo servirá para producir 2.5 millones de
barriles diarios.
Y agregó que esto es la culminación del proceso
norteamericano con el fin de hacerse de la energía mexicana; “es el
triunfo de la estrategia geopolítica de Estados Unidos y quedaremos
sometidos”, sentenció.
Al respecto, el diputado panista Juan Bueno Torio dijo
que se trata de un modelo distinto de gestionar la energía en nuestro
país, en el que Pemex y CFE dejarán de ser las empresas que han sido
hasta hoy.
Por ejemplo la CFE “va a poder también comercializar gas,
lo mismo Pemex va a ser una empresa distinta, van a concentrarse en sus
objetivos primordiales pero ahora van a tener que compartir”.
“Se está constituyendo una nueva empresa paraestatal”, aseguró.
Este proceso, precisó, lleva dos años “y nunca estuvimos en contacto con nadie de Estados Unidos, (aunque) coincidimos que debemos migrar del sistema de monopolios a la competencia”:
Las empresas cambian su objeto social y las orientaron a la productividad, expuso.
“Hoy dependemos del exterior para el suministro de
gasolinas y energías”, explicó. El objetivo con la reforma sería dar
mejor calidad de servicios y mejores precios a los mexicanos.
“Se pretende que las empresas se fortalezcan, pero también tienen competir, no se van a privatizar, siguen siendo del Estado mexicano. Necesitamos que se fortalezcan, ¿por qué dejar en estas empresas el desarrollo del país?”, preguntó.
“Si no dábamos el paso -continuó- como el que estamos dando, íbamos a perder en el sector energético… Pemex
pagaba 80 por ciento de derechos por extracción de crudo, ahora pagará
el 60 por ciento… exportamos un millón de barriles diarios, cuando
antes exportábamos casi dos millones… Van a venir empresas
transnacionales a explotar recursos en favor del Estado mexicano“.
Para Bueno Torio, habrá más ingresos para el Estado Mexicano, gracias a que habrá mayor inversión en el sector.
Escucha la mesa energética completa, esta mañana en MVS:
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