Las acusaciones sobre supuestas compensaciones por la aprobación de reformas reflejan poca claridad en el manejo del dinero, dicen analistas
Por Mauricio Torres
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Los
diputados mexicanos están confrontados desde principios de este mes, a
raíz de que el partido de izquierda Movimiento Ciudadano acusó que las
otras bancadas recibieron supuestos "bonos" por aprobar las reformas
del presidente Enrique Peña Nieto, un señalamiento que las fuerzas
políticas aludidas rechazan y que revive el debate sobre la opacidad en
el dinero que se entrega a los legisladores, dicen especialistas en
transparencia.
Para Eduardo Bohórquez y Fernando Dworak, los analistas consultados,
si bien las acusaciones de Movimiento Ciudadano son parte de una
estrategia política contra las propuestas del gobierno federal, también
reflejan un problema: la falta de reglas que obliguen a los grupos
parlamentarios a rendir cuentas de sus ingresos y gastos.
La polémica comenzó el 7 de agosto, cuando el líder de Movimiento
Ciudadano en la Cámara baja, Ricardo Monreal, dio a conocer que
devolvió 15 millones de pesos depositados a la bancada, argumentando
que se trataba de "subvenciones extraordinarias" que fueron otorgadas
sin justificación, justo durante la discusión de iniciativas
presidenciales.
En días previos, otros diputados de Movimiento Ciudadano habían
acusado la entrega de "bonos" a los legisladores por votar las
propuestas del gobierno federal.
La noche del 1 de agosto, mientras el pleno de la Cámara baja
discutía los últimos dictámenes con las leyes secundarias de la reforma
energética, la diputada Zuleyma Huidobro afirmó en tribuna que las
bancadas de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción
Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD), Verde Ecologista de
México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal) recibieron 359 millones de pesos
en "subvenciones extraordinarias" de septiembre de 2012 a febrero de
2014.
De ese dinero, agregó, el mayor monto fue de 129 millones de pesos y
correspondió al periodo de septiembre de 2013 a febrero de este año,
cuando se discutieron y aprobaron dos de las principales propuestas
presidenciales: la reforma fiscal y la reforma energética.
"¿De cuánto va a ser este bono para haber vendido a la patria? (...)
No me voy a disculpar por decir la verdad, por escuchar, porque ustedes
no quieren escuchar esto, y me voy a volver a sostener todas las veces
que sea necesario. Ustedes reciben bonos especiales por aprobar las
reformas estructurales", dijo Huidobro.
En tanto, diputados de los partidos acusados niegan haber recibido
bonos o subvenciones no previstas en el presupuesto de la Cámara baja.
"Todo lo que la Cámara da a las bancadas es lo que está en el
presupuesto que se aprobó hace un año y que conoce Movimiento
Ciudadano", dijo en entrevista el vicecoordinador del PRD, Miguel
Alonso Raya.
"Se trata de una enorme mentira... (la subvención) no es una
aportación discrecional que alguien decida otorgar a los grupos
parlamentarios", señaló el panista Fernando Rodríguez Doval en un
comunicado emitido el 8 de agosto.
Para 2014, la Cámara de Diputados tiene un presupuesto de 6,795
millones 524,255 pesos, que cubre desde el mantenimiento de la sede
legislativa y el pago al personal, hasta el sueldo de los 500
legisladores y las transferencias a cada bancada.
En la página del órgano legislativo se indica que entre enero y
marzo se gastaron 1,413 millones 908,103.28 pesos de ese monto,
divididos en cinco rubros: servicios personales; materiales y
suministros; servicios generales; transferencias, asignaciones,
subsidios y otras ayudas, y bienes muebles, inmuebles e intangibles.
Sin embargo, no se detalla cuánto se ha entregado a cada grupo
parlamentario ni cuánto les corresponde para todo el año.
Acerca de los señalamientos de Movimiento Ciudadano, CNNMéxico no ha
podido confirmar si los grupos parlamentarios recibieron o no los bonos
que menciona dicho partido.
¿Otro bono por fin de Legislatura?
El 11 de agosto, Movimiento Ciudadano también acusó a las otras
bancadas de querer incluir en el presupuesto de la Cámara baja para
2015 un bono de 500 millones de pesos —uno por cada diputado federal—,
con motivo del cierre de la 62 Legislatura. Incluso, Monreal difundió
un documento del Comité de Administración en el que se planteaba esta
compensación.
No obstante, el presidente del comité, el perredista Guillermo
Sánchez Torres, y el secretario general de la Cámara baja, Mauricio
Farah, señalaron a medios que sólo se trataba de un borrador y que ese
punto será retirado del texto que en los próximos días se enviará al
gobierno federal, para que lo integre en el proyecto de Presupuesto de
Egresos de la Federación (PEF).
Otros legisladores dijeron al respecto que las acusaciones de Monreal son parte de una estrategia política.
El perredista Fernando Belaunzarán, por ejemplo, señaló en su cuenta
de Twitter que Monreal busca presionar a los otros partidos, para que
acepten que en el último año de la actual Legislatura se forme una
nueva bancada, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), un
partido creado recientemente por el excandidato presidencial Andrés
Manuel López Obrador.
"Extraña que Ricardo se dé cuenta de subvenciones extraordinarias
que recibió dos periodos atrás y, ahora, se espanta y pretende
regresarlas", dijo el priista Héctor Gutiérrez de la Garza al diario Reforma.
El "rezago" en transparencia
El analista Fernando Dworak, experto en temas parlamentarios,
coincidió en que las acusaciones de Monreal forman parte de una
estrategia política para restar legitimidad a las reformas
presidenciales. Sin embargo, consideró que el caso también refleja que
falta transparencia en el manejo de los recursos destinados a las
bancadas.
"Creo que, más bien, todo el escándalo que montó Monreal es un show
mediático para tratar de aprovecharse del tema. Ahora, lo que se tiene
que dejar claro es la extrema opacidad con la que los grupos
parlamentarios ejercen sus gastos”, dijo Dworak en entrevista.
Las bancadas reciben subvenciones mensuales —definidas en la Junta
de Coordinación Política (Jucopo)— de acuerdo con el número de sus
integrantes. Esto significa que a mayor número de legisladores, una
bancada obtendrá más recursos, según el artículo 29 de la Ley Orgánica
del Congreso.
Tales fondos son fiscalizados cada año por la Auditoría Superior de
la Federación (ASF), aunque los grupos parlamentarios no están
obligados legalmente a publicar cuánto y en qué gastan ese dinero.
Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana (TM),
consideró que este es un ejemplo de los "rezagos" que tienen el
Congreso federal y los legislativos locales en materia de acceso a la
información y rendición de cuentas.
"Nuestros poderes legislativos están rezagados muy sensiblemente en
términos de transparencia en el manejo de los recursos, de la calidad
de la administración que tienen en su interior, de la forma que tienen
de tomar decisiones", dijo Bohórquez en entrevista.
En agosto de 2013, cuando la Cámara baja discutió la reforma
constitucional en materia de transparencia, el perredista Fernando
Belaunzarán propuso que, de forma explícita, se incluyera a las
bancadas como sujetos obligados a difundir su información. Sin embargo,
la propuesta fue rechazada.
Para Bohórquez, esto no justificaría que un grupo parlamentario se
negara a responder a una solicitud de información, dado que la reforma
estableció que cualquier instancia que reciba recursos públicos estará
obligada a hacerlo. No obstante, aclaró que todavía falta conocer las
reglas que sobre este tema se definan en la legislación secundaria, que
debe aprobarse a más tardar en febrero de 2015.
"Hay que ver cómo, en la reglamentación específica de la reforma
constitucional, este tema se va a traducir en mecanismos concretos para
acceder a la información. En principio, no debería haber razón para que
cualquier recurso fiscal en manos de la Cámara de Diputados o de
Senadores, o de cualquiera de los congresos, fuera conocido por la
opinión pública", dijo.
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