El Salón Rojo
Los Niños del Cura
Svećenikova djeca (Dir. Vinko Brešan)
Los Niños del Cura(Svećenikova djeca, Croacia-Serbia, 2013), quinto largometraje del croata Vinko Brešan, inicia como una comedia costumbrista con tintes de cándida farsa para luego tornarse, poco a poco, en dura crítica hacia la iglesia católica al grado de apagar las risas del público al momento en que las verdaderas intenciones del filme quedan expuestas. Estamos ante una comedia que pareciera inocua y que termina siendo una crítica con ánimo incendiario.
El engañoso título en español podría sugerir una denuncia sobre los numerosos y bien conocidos casos de pederastia que se han presentado dentro de las filas de la iglesia católica; si bien aquel tema es tratado en algún punto de la trama, lo que en realidad detona la historia son los métodos -nada ortodoxos- con los que un cura pretende elevar la tasa de natalidad de la comunidad a la cual sirve.
Fabijan (Krešimir Mikić) es un joven cura que llega a la parroquia de una pequeña isla en el mar Adriático; pronto se da cuenta que el número de defunciones en la isla alcanza números alarmantes mientras que la cifra de nacimientos es cero. Armado de buenas intenciones, urde -junto con el tendero de un kiosco y el xenófobo encargado de la farmacia local- un plan completamente descabellado: hacerle un agujero a todos los condones que se vendan en la isla así como intercambiar las pastillas anticonceptivas por vitaminas.
La confabulación surte efecto, la gente comienza a tener hijos, los consecuentes bautizos suceden uno tras otro, el rebaño del señor comienza a crecer con posterior beneplácito de obispos y cardenales. El éxito es tal que hasta el turismo tiene un repunte: todo mundo acude a aquella isla donde -según dicen los programas de la televisión- los hombres y mujeres se vuelven increíblemente fértiles convirtiéndose en felices padres al poco tiempo; “es una cosa de las olas del mar” dicen los reporteros.
Pero, y contrario a lo que usualmente sucede en casi todas las comedias disparatadas del estilo, las acciones de este cura comienzan a tener consecuencias: los matrimonios a la fuerza se vuelven insostenibles, el aborto fuera de la isla se convierte en una opción, comienzan a aparecer niños abandonados en canastos a las puertas de la iglesia.
El secreto, la mentira, y el complot comienza a ser insostenible y es justo ahí cuando la película da un giro tétrico, mostrando a la iglesia como esta cofradía donde los peores pecados son tolerados siempre y cuando no salgan a la luz. La secrecía como valor máximo y la tolerancia como práctica cotidiana frente a los delitos de los curas (desde ponchar condones hasta molestar niños) en una oscura e inesperada vuelta de tuerca al tono cómico con el que inicia esta cinta.
En todo caso no hay engaño porque ¿qué mejor medio que el humor y la farsa para hacer aún más explícita aquella criminal práctica del silencio al interior de la iglesia?
El director no se pierde en demasiadas honduras visuales, privilegia los primeros planos y las tomas paralelas (muy a lo Wes Anderson), enfatizando lo absurdo de las situaciones, los personajes y los diálogos.
Al final, el secreto seguirá siendo ley, sepultando a esta pequeña isla en la tragedia y el drama donde la muerte continúa siendo inevitable. Bien dicen que el infierno está lleno de buenas intenciones, justo como las que tiene el padre Fabijan en esta oscura e inusual comedia.
Svećenikova djeca (Dir. Vinko Brešan)
2.5 de 5 estrellas.
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