México "no se va a desarrollar hasta que logremos inyectar a las personas que están en la banca esperando su oportunidad sin que se tengan que corromper en el proceso, sin que tengan que comprometer sus valores, ni ideales".
Duele mucho ver a México desde afuera, porque por
un lado está la idea que quieren promover quienes nos gobiernan, sobre
el momento mexicano y sobre el país que tenemos, pero el mundo realmente
no es tonto, se da cuenta que estamos viviendo una gran crisis de
autoridad, una crisis de autoridad moral en nuestro gobierno, una crisis
de confianza, afirmó el economista y autor del libro “Mérito:
construyendo el país de nosotros”, Arturo Franco Hernández.
En entrevista para Aristegui CNN, dijo que “lo peor y lo que duele más es que no se ve el México que pintan allá afuera”.
“Para airar esta frustración, que muchos mexicanos sentimos, lo único que se me ocurre a corto plazo es escribirlo en un libro, es mi propuesta en este libro”, detalló.
En la obra, “la idea es centrar la discusión en una palabra que falta
en el país: meritocracia, que quiere decir el gobierno de los mejores y
yo me preguntaría como Alejandro González Iñárritu lo dijo en los
Oscares, ¿si México tiene realmente el gobierno que merece?, si tenemos a los mejores mexicanos que nos puedes servir mejor”.
“Cuando pienso en la palabra mérito, pienso en esa descripción tan
bonita que hace unos días hizo un cronista español sobre Javier el
‘Chicharito’ Hernández, diciendo que el triunfo del ‘Chicharito’, es el triunfo de la humildad, del esfuezo, del que pelea constantemente…
para mí esa es la cultura del mérito, la cultura de la persona que está
lista para sacar al país adelante, y hay muchos ‘chicharitos en México
listos para servir, pero los tenemos en la banca”, aseveró.
Explicó que “los países más exitosos son los que han sabido combinar perfectamente la fórmula de una economía de mercado y de una democracia saludable, para poder lograr las dos se necesita recompensar el talento”.
Para la economía de mercado “se necesita recompensar a las personas
que se esfuerzan a través de su ascenso, lo que llamamos la movilidad
social, y en ese sentodo la meritocracia es la promesa, la base, el
sueño de la economía de mercado”.
Del otro lado “tenemos a la democracia, tampoco funciona si los cuadros que se presentan para que los electores eligan, no llegan ahí por su mérito”.
“Cuando se genera simulación, cuando los partido políticos no son
democráticos, cuando el sistema político no es meritocrático, la gente
se desencanta de la democracia, es lo que estamos viviendo en el país”,
señaló Franco.
Porque “ya no estamos eligiendo al mejor, estamos ya
en el mundo del menos peor. Los mismos partidos están en campaña con
ese mensaje, yo soy menos peor que él, eeso no puede ser el objetivo de
la democracia”.
Los países en los que “sí hay meritocracia, los mexicanos destacan
y lo podemos ver en el cine, con Jorge Ramos destacando en el
periodismo, lo podemos ver con el mejor profesor del año pasado en
Alemania que es mexicano, lo vemos por todos lados”.
Pero en nuestro país, a “la gente que está comprometida, los aislan”.
Debido a que “el mérito amenaza a los que están ahorita en el poder y
hasta que la sociedad no haga algo para que le demos esa inyección de
meritocracia que México necesita, no vamos a poder alcanzar el
desarrollo”.
Recordó que “los mexicanos sabemos reconocer cuando alguien tiene talento, sabemos reconocer cuando hay esfuerzo, cuando se han ganado cosas con su valor”.
“Hay hitos, hay lugares en México en los que sí hay meritocracia, yo diría que algunas universidades están haciendo un acto de mritocracia, como con las becas”, indicó.
El gran problema “es en el sector público, donde hay discrecionalidad,
en donde no hay reglas claras, por ejemplo el Banco de México dentro
del sector público, sí es una meritocracia. El servicio diplomático
aparenta ser una meritocracia, salvo algunos embajadores que salen de la
nada”, enfatizó el economista.
Simplemente “hay que copiar el modelo, aplicarlo bien y pensar que necesitamos gente con mérito, con compromiso, autoridad moral”.
Precisó que se requiere de “un cambio de consciencia de todos los mexicanos,
de decir ya no queremos el gobierno de los peores, queremos el gobierno
de los mejores. Y quiere decir, estos son los criterios que vamos a
utilizar para decidir”.
Tenemos que “aprender a correr, caminando. No somos el primer país que se encuentra en esta situación,
Singapur estaba en una situación muy similar, era un país corrupto,
dependía del Reino Unido… tuvieron un gobierno que tenía la idea de la
meritocracia casi como una obsesión. Realmente lucho contra la
corrupción, con compromiso. El rigor moral no era una cosa relativa”.
“El gran enemigo es la partidocracia, los partidos políticos no están aceptando que la sangre joven y sin intereses, sean sus candidatos”, acusó.
El punto “es demostrar que una persona con mayor mérito puede ser mejor gobernante, cuando empecemos a demostrar eso, todos lo van a querer”.
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