Muchos
ciudadanos no quieren dar su voto a ningún partido, pero les preocupa
que se anule, que no cuente. ¿Se puede votar y castigar sin anular?
Veamos las opciones de voto que se nos presentan para el próximo 7 de
junio.
Tendremos diez opciones partidistas, si es que en el
distrito, municipio y estado, donde usted tiene su domicilio electoral,
todos presentan candidatos a los puestos que se elegirán el próximo 7
de junio.
Tendemos, además, la opción de candidatos independientes, a cualquiera de los puestos de elección, que se hayan registrado.
Igualmente
tenemos la opción de votar por un candidato no registrado, escribiendo
nombre y apellido en el recuadro de la boleta, destinado a registrar
este voto.
Tenemos la opción legítima y legal de abstenernos y
no presentarnos a las urnas. Entre todas las opciones, desde que se
cuentan los votos, esta ha sido la expresión política mayoritaria, ----
con una gran dificultad, es la bolsa donde caben todos los que no
acudieron a las urnas, sin que se pueda saber por qué. Se tienen
identificadas las razones de la abstención: la ignorancia, la
desinformación, la falta de documentación en regla, estar fuera del
domicilio electoral, algún tropiezo con el tiempo en la jornada
electoral y últimamente se ha incrementado la razón de descontento e
inconformidad con los gobiernos, los partidos y candidatos.
Por
último tenemos el voto de castigo, que siempre ha existido, pero que ha
cambiado el objeto, la modalidad del castigo y la adjetivación del
voto: voto blanco, voto nulo, voto de protesta, voto de mensaje
político, voto de castigo. Veamos.
En el período del partido
único, que incluyó partidos comparsas y de nula competencia, el castigo
fue de abstención, voto por cualquier membrete partidario distinto al
del partido en el poder y el voto de burla, por Cantinflas, por
ejemplo; y el voto de insulto o de mensaje político. En esa época, las
elecciones eran una farsa ingenua y la contabilidad electoral
fantasiosa. El partido en el poder, con frecuencia rebasaba el padrón
electoral de municipios, distritos y estados.
El mayor voto de
castigo se empezó a fraguar en el 68 para otorgarse en 1988 al
Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y a partir de entonces se hace la primera
gran reforma política, ideada por Don Jesús Reyes Heroles y se
conforman tres fuerzas políticas con capacidad de competencia entré sí.
En este escenario surgen los primeros triunfos de la oposición y el
voto diferenciado o de contrapesos. Dar el voto para el ejecutivo a un
parido y para el congreso a otro o voto diferente para el ejecutivo
federal, estatal y municipal. Se rompió con el carro completo que,
cínicamente Manlio Fabio anuncia que el 7 de junio recuperaran.
Creo
que los procesos electorales de mayor civilidad democrática, fueron los
de 1994, 97 en el DF y el federal del año 2000, proceso en el que
surgió el voto útil. En el 2005, en la supuesta alternancia
democrática, emerge el descontento electoral, con la “otra campaña” del
EZLN. En el 2006, al término del primer sexenio, de un partido distinto
en el poder, el voto de castigo cierra la contienda y maniobras de los
grupos de poder, inclinan los resultados por fracciones, hacia el mismo
partido gobernante. En el 2009, el voto de protesta, legalmente nulo
alcanza el 5.4% y en algún distrito como el 10 de Zapopan, hasta el
10%, tercera expresión electoral. En el 2012, se castiga al partido en
el poder y maniobras de poderes fácticos logran el retorno del PRI.
Los
acontecimientos de este trienio han agraviado quizá, a toda la
población, menos a la minoría que se beneficia del poder y de estos
agraviados están emergiendo voces de castigo a todo el sistema
económico y político, a todos los partidos y a toda la clase política.
Entre estos llamados está el de la no participación electoral del EZLN,
el llamado al boicot electoral de estudiantes, maestros e indígenas de
los estados del sureste mexicano y algunos líderes sociales y
religiosos; posiciones políticas que pueden arrojar, un incremento de
la abstención; del castigo del voto diferenciado, que desde el 2003 se
ha expresado, castigando al partido en el poder federal, estatal o
municipal; por último, al que llamaré el voto del castigo absoluto al
sistema, gobiernos, partidos y clase política y que puede expresarse,
sin anular, a través del voto a 22 candidatos independientes a
diputaciones federales; a través del voto al emblemático Bronco,
candidato a gobernador en Nuevo León o Kumamoto, candidato al distrito
10 de Zapopan. La ora opción de votar y castigar sin anular es en el
recuadro de candidato no registrado, poniendo el nombre de quien usted
quiera, ojalá y piense en los presos políticos, en los desparecidos, en
familiares de desaparecidos, en periodistas y líderes sociales
asesinados, en líderes políticos que los grupos de poder factico les
han impedido ejercer el poder. En estas dos opciones de candidato
independiente y no registrado, usted castiga sin anular. Si no le
importa el efecto jurídico de la anulación y prefiere enviar un mensaje
político puede aprovechar toda la boleta.
La ventaja de castigar
sin anular es que su voto se integra en a la votación válida, que sirve
de referente para elevar el porcentaje para la retención del registro
de los partidos pequeños y la distribución de las prerrogativas de
todos.
Todas las opciones expuestas son legales,
democráticamente legítimas y cuentan como expresión política. Los
cambios políticos por la vía electoral, se logran a través del voto de
castigo. Una explosión ciudadana electoral es una vía democrática para
dinamitar al sistema, los partidos y la clase política.
Cualquiera que sea tu voto, tendrás que hacerle marcaje personal al ejercicio del poder. Tu voto razonado será el mejor.
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