Por: Cecilia Balderas
(29 de mayo, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- Aunque la Secretaría
de Educación Pública (SEP) ha reconocido que la Universidad Obrera de
México (UOM) cumple con los requisitos para ser acreedora anualmente a
un subsidio que le permita continuar con la promoción de la educación
entre obreros y trabajadores mexicanos, labor que desde hace varias
décadas impulsa, y que así lo informó el pasado 23 de abril a la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), encabezada por Luis
Videgaray Caso, uno de los hombres cercanos a Peña Nieto, esta última
tiene cinco meses retrasando la asignación de los recursos con el
argumento de que no existen ninguna ley que le obligue a liberarlos.
Cada año, desde la fundación de la UOM en 1936, la Secretaría de
Educación Pública había realizado la transferencia de recursos. En
2014, el monto de lo asignado ascendió a 17 millones 100 mil pesos; sin
embargo, es la primera vez que la solicitud de recursos pasa a la SHCP,
anteriormente la gestión era directamente con la SEP.
“El año pasado el gobierno federal nos retrasó la entrega del
subsidio. El subsecretario (de Educación Superior) Fernando Serrano
Migallón, argumentó que la Universidad Obrera es una institución con la
que ellos no tienen obligación, y en efecto, nosotros no fuimos creados
por decreto presidencial, si así fuera tendrían que etiquetar
presupuesto para esta institución desde el Congreso”, comenta Mariano
Salas, profesor de la universidad.
El académico agrega que la UOM “entró, a criterio de la SEP, a ser
beneficiaria del subsidio y así ha funcionado siempre. Cuando lo
retrasaron el año pasado, realizamos diversas movilizaciones,
difundimos el problema y logramos que a fines de mayo de 2014 nos
liberaran cuatro meses del recurso; dos meses más nos dejaron sin
dinero, volvimos a retomar las manifestaciones y de inmediato nos
entregaron el resto del subsidio”.
Fernando Serrano Migallón, con quien sostenían diálogo los
integrantes de la universidad, se desempeñaba como subsecretario de
Educación Superior en la SEP, pero en diciembre de 2014 fue invitado a
presidir la comisión organizadora del Instituto Alfonso Reyes, por lo
que renunció a dicho cargo, y en su lugar fue asignado Efrén Rojas.
El subsecretario de Egresos de la SHCP, Fernando Galindo Favela y el
director general de Programación y Presupuesto A, César Javier Campa
Campos, han hecho saber a la UOM, a través de intermediarios, que no
hay razón para entregar el subsidio.
El profesor Salas sostiene que los gastos para mantener abierta la
Universidad Obrera han aumentado significativamente, sobre todo, los
relacionados con el mantenimiento al edificio que ocupan en la calle
San Ildefonso, en el centro histórico de la Ciudad de México, por ser
un inmueble muy antiguo y de gran valor arquitectónico.
El año pasado, el área administrativa de la universidad solicitó un
incremento de 10 millones de pesos al monto de los ingresos que le
habían asignado, pero están convencidos de que de haberles asignado el
mismo recurso que en 2014, podrían continuar el pago de nómina de los
profesores, personal administrativo y de confianza de la institución.
Entre los cursos que se dan en el recinto sobresale la capacitación
a grupos cooperativos, la impartición a trabajadores de cursos sobre
derecho laboral, historia del movimiento obrero sindical en México, así
como cursos para preparar el examen de ingreso a educación superior.
Los estudiantes inscritos a dichas capacitaciones pagan una cuota de
recuperación mínima, que representa un ingreso raquítico para la
institución y que no cubre ni una décima parte de sus gastos.
Presión Política
El profesor Elías Aguilar Bernardino, asesor del área de
investigación de la UOM, junto con los profesores Salas y José Luis
Salazar, secretario general del sindicato, coinciden en una
interpretación del problema por el que pasa la institución con la que
colaboran: el problema es de índole político.
Salas argumenta que “el problema fundamental es de orden político;
tenemos que salir a decirle a la gente que por lo que hace esta
institución, en particular con la formación de trabajadores y líderes
sindicales, la quieren ahorcar, es un presupuesto mínimo el que nos
pasan; por ejemplo, estamos averiguando el subsidio que le dan a La
Salle, a la Anáhuac, al ITAM, al Tec de Monterrey, es inmenso a pesar
de que son instituciones privadas”.
“Nuestra labor fundamental es la formación de dirigentes sindicales
y la política del Estado, desde hace más de 30 años es ir reduciendo la
capacidad de los sindicatos; en los medios de comunicación está
prácticamente prohibido hablar de los sindicatos…por la política
neoliberal, nosotros somos una especie de institución incómoda para el
gobierno, porque no es un problema de recursos”, añadió.
Salazar por su parte, mencionó que “la línea de la universidad es
formar cuadros sindicales, capacitar a los trabajadores para que hagan
valer sus derechos y obviamente esto no le conviene al gobierno.
Estamos seguros de que por ahí va el problema, que instituciones como
nosotros no convienen que existan”. Señaló que aunque no han recibido
ninguna amenaza directa, no hay mayor presión que el negarles los
recursos.
Aguilar Bernardino señaló que “hace al menos dos semanas todavía nos
dijeron que había la posibilidad de que se resolviera. La SEP avaló los
informes y las auditorías que se hicieron para que todo estuviera en
orden y no hubiera pretexto para darnos respuesta…creo que es una
maniobra la que está haciendo la Secretaría de Hacienda para no darnos
el subsidio”, argumentó.
“Esta institución nació al calor de las luchas de los trabajadores
de los años 30, en la época de Lázaro Cárdenas, aquí se encierra un
valor histórico, social, que no debe despreciarse. Hacemos un llamado a
las autoridades para que sean sensibles ante esta situación y asignen
el recurso”, añadió el profesor.
De no lograr que la SHCP libere los recursos del subsidio, no se
podrían ampliar los talleres que se dan en la universidad como los
diplomados dirigidos a los trabajadores, tampoco se podrían iniciar los
trabajos de remodelación de un inmueble ubicado en la colonia Guerrero,
ni se podría mantener la plantilla de profesores y otro tipo de
profesionistas que colaboran con la institución, y que asciende a más
de cien trabajadores.
“Si no nos dan el recurso, lo más serio y grave sería el problema de
los salarios de los profesores e investigadores, tampoco podría
mantenerse la publicación de la revista Trabajadores, de La Ventana Obrera, periódico mural de la escuela, la Gaceta Cultural, que es a través de donde difundimos nuestras actividades culturales”, señaló el investigador.
Aunque han hablado de la posibilidad de que la Universidad Obrera se
mantenga al convertirse en una cooperativa, no se ha tomado la decisión
de hacer la modificación, porque confían en que haya respuesta
favorable de la dependencia a cargo de Videgaray.
Trabajadores, como siempre, los más afectados
José Luis Salazar, secretario general del sindicato, informó que al
menos 106 trabajadores de la UOM, incluyendo a los de base, de
confianza y personal docente, no han cobrado sus sueldos desde enero
pasado.
“El año pasado pedimos préstamos y así subsistimos enero y febrero,
fueron tres meses los que estuvimos sin recibir recursos…este año ha
sido más complicado, porque no pudimos contar con algún préstamo,
empezamos a vender libros que edita la universidad y otros que nos
fueron donados, con eso pudimos comprar productos para abrir una
pequeña tienda cooperativa; lo que se obtiene de esa tienda se divide
entre los trabajadores para poder ir saliendo en la semana pero es muy
poco lo que nos repartimos, a algunos no les sirve ni para el pasaje”,
comentó el dirigente en entrevista con Revolución TRESPUNTOCERO.
La falta de pago ha generado que varios trabajadores de la UOM estén
a punto de ser desalojados de sus viviendas, al no poder cubrir las
rentas y otros a los que les han negado la atención médica en el Seguro
Social por falta de los pagos en sus cuotas.
Salazar recuerda que aún en marzo, funcionarios de la SEP les
aseguraron que en cuestión de días les sería entregado el recurso del
subsidio para 2015; primero les pidieron esperar al 22 de abril, luego
al 27, pero un mes después, no les ha sido otorgado nada.
El sindicato de la Universidad Obrera no descarta la realización de
manifestaciones o movilizaciones si la SHCP no da respuesta favorable a
sus peticiones.
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