Es acosada en redes sociales; exigen investigación
El
Gobierno del Distrito Federal (GDF) deben salvaguardar la integridad y
seguridad de la activista por los Derechos Humanos (DH) de las mujeres y
bloguera, Luisa N., quien ha sido violentada y acosada en redes
sociales mediante amenazas de muerte, tortura y violación sexual.
Ese fue el llamado enérgico que hicieron grupos civiles, entre los que
se encuentra Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), el Centro
Nacional de Comunicación Social (Cencos) y Artículo 19, ante las
amenazas y mensajes de “carácter misógino y sexista” que recibieron la
bloguera y su pareja en redes sociales.
En un pronunciamiento, Artículo 19 relató que los ataques contra la
bloguera y su pareja comenzaron aproximadamente el pasado 16 de mayo
cuando un grupo de personas se organizó en un chat público y anónimo,
para hostigarlas y amenazarlas con mensajes en redes sociales.
Las acciones llevadas a cabo por el grupo de acosadores incluyen la
búsqueda de datos personales de Luisa N. y su pareja, amenazas de muerte
y violación, así como la publicación de fotografías con acusaciones
falsas sobre ellas cometiendo actos de pedofilia.
Desde 2013 –dijo Artículo 19– la activista y su compañera han recibido
amenazas y mensajes de carácter “misógino y sexista” a través de redes
sociales.
De acuerdo con la organización, dichas amenazas constituyen un acto de
“lesbofobia” y un mecanismo para buscar la censura de estas opiniones,
“por lo tanto una violación grave a la libertad de expresión que impide
escuchar la pluralidad de voces en México”.
Por separado, CIMAC, Cencos, la Red Nacional de Defensoras de Derechos
Humanos en México, la Red Nacional de Periodistas y la Red Internacional
de Periodistas con Visión de Género explicaron que el acoso y amenazas
cometidas contra la activista, violan el derecho a la libre expresión,
como se recoge en el artículo 19 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
Con la publicación de mensajes colectivos de carácter amenazante en
redes sociales –agregaron– se violenta también el artículo 16 de la Ley
General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia,
referente a la “Violencia en la Comunidad” y el cual refiere: “Los actos
individuales o colectivos que transgreden derechos fundamentales de las
mujeres y propician su denigración, discriminación, marginación o
exclusión en el ámbito público”.
Por lo que exigieron al GDF y a las autoridades federales una
investigación pronta y expedita que permita identificar y sancionar a
los agresores; así como el otorgamiento de medidas de protección
urgentes a las activistas y la debida reparación integral del daño.
Para las organizaciones firmantes es “sumamente importante que las
autoridades tomen también medidas preventivas que atiendan la
problemática de discriminación de género contra las defensoras de los
derechos de las mujeres y de la libertad de expresión; como lo es en
este caso”.
De acuerdo con el Programa de Libertad de Expresión de CIMAC, de 2002 a
2013 hubo 184 casos de violencia contra mujeres periodistas, y además se
documentó que los principales tipos de violencia son: psicológica, por
medio de amenazas vía telefónica y en redes sociales, y física, por
medio de empujones, jaloneos, golpes y sometimiento.
Según la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), si
bien el uso de internet ofrece herramientas que permiten la
participación femenina y la diversidad de voces, también ha sido un
espacio donde las mujeres son violentadas.
APC define que la violencia contra las mujeres relacionada con la
tecnología abarca hechos de violencia de género que se cometen o se
agravan, en parte o totalmente, por el uso de tecnologías de la
información y la comunicación.
En un mapeo sobre casos de agresiones, APC identificó que hay tres
categorías principales de mujeres que experimentan violencia de género
relacionada con la tecnología: una mujer en una relación íntima con una
pareja que resulta violenta; una profesional con perfil público que
participa en espacios de comunicación (por ejemplo, periodistas,
investigadoras, activistas y artistas); y una sobreviviente de violencia
física o sexual, ya sea por violencia de su pareja o por violación.
En la mayoría de los casos se reporta daño emocional (33 por ciento) que
impide la plena participación de las mujeres en los espacios digitales y
en la vida real. También se reporta daño a la reputación (18 por
ciento) e invasión de la privacidad (18 por ciento).
Por: la Redacción Cimacnoticias | México, DF.-
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