Por Andrea Montes Renaud -
Conservadores,
de derecha y de organizaciones radicales, pero sobre todo blancos, es
el perfil de los que suenan para formar parte del gabinete de Donald
Trump, próximo presidente de Estados Unidos
El presidente electo tiene 72 días - hasta el 20 de enero, fecha oficial de toma de posesión - para componer su equipo.
Los
creyentes de la supremacía blanca deben empezar a sentirse en sus
mejores días. Después de la victoria de Donald Trump como próximo
presidente de los Estados Unidos, una nueva polémica rodea al magnate.
La lista de personas que integrarán su gabinete empieza a hacerse pública, y con ello el escozor deja de ser paranoia.
Y
es que a diferencia de Hillary Clinton, que había proyectado su equipo
basado en un conocimiento profundo de Washington, el presidente electo,
por falta de experiencia previa en cargos de elección popular, deberá
partir prácticamente de cero.
Aparte de Mike Pence como su
vicepresidente, ya se especula con conservadores de derecha, miembros
del Tea Party e integrantes de organizaciones radicales. Serán
mayoritariamente hombres blancos los asesores del próximo presidente de
los Estados Unidos.
El
gabinete incluye al vicepresidente y a los directores de 15
departamentos ejecutivos: Agricultura, Comercio, Defensa, Educación,
Energía, Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional, Vivienda y
Desarrollo Urbano, Interior, Justicia, Trabajo, Departamento de Estado,
Transporte, Tesoro y Asuntos Veteranos.
Ya en el discurso de
victoria, Trump mencionó tres nombres: el gobernador de New Jersey,
Chris Christie; el exgobernador de Arkansas, Mike Huckabee; y el
neurocirujano Ben Carson.
Christie, quien goza de la mayor
confianza de Trump e incluso apareció en el escenario como la persona
más cercana al presidente electo, además de su familia, es el encargado
del proceso de transición con el equipo de Barack Obama.
No
obstante su implicación en el escándalo de “Bridgegate” - un escándalo
político que involucró a miembros de su personal que conspiraron para
crear atascos de tráfico cerrando carriles cerca del puente más activo
del país, en New Jersey, podría impedir que ocupe un mayor cargo dentro
del gabinete de Donald Trump.
Estos son algunos de los nombres que más se mencionan en los círculos de análisis político:
Jefe de Gabinete
Diversos
informes reportan que Reince Priebus, el presidente del Comité Nacional
Republicano (RNC), es el favorito para este cargo. En caso de ser
elegido sería una actor importante para limar asperezas con el
establishment republicano, además de suavizar el discurso racista y
xenófobo que manifestó Trump durante toda la campaña.
Incluso, ya
aseguró que Trump “no está llamando a la deportación en masa”, e
insistió que su proyecto “solo planea deportar criminales.”
Departamento de Estado
Newt Gingrich es otra figura republicana que tomará un papel importante en el gobierno de Trump.
Expresidente de la Cámara de Representantes de 1995 a 1999, el nombre Gingrich para ocupar la
Secretaría
que mantuvo Hillary Clinton en el primer mandato de Barack Obama es un
doble revés para los Clinton, pues él dirigió el proceso de impeachment
contra el expresidente Bill Clinton por las acusaciones de acoso sexual a
Paula Jones y el asunto de Mónica Lewinsky.
Departamento del Interior
De
acuerdo al sitio Politico, Forrest Lucas, el cofundador de la compañía
de productos petroleros Lucas Oil, de 74 años, es considerado como uno
de los principales contendientes de la secretaria del Interior.
También tiene en la mira a Robert Grady, exfuncionario de la Casa Blanca bajo la administración de Bush. Además, Donald Trump Jr. dice estar interesado en el trabajo. Tampoco se descarta a Sarah Palin, polémica exgobernadora de Alaska.
Departamento de Defensa
El candidato más obvio sería el general Michael Flynn, exjefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de 2012 a 2014, bajo la administración Obama y principal asesor de Trump durante la campaña.
Cuestionado por acercar la campaña de Trump al entorno de Vladimir Putin y de los supremacistas blancos del Ku Klux Klan, el principal consejero militar de Trump probablemente terminará en un puesto de alto cargo de la administración, potencialmente el de asesor de seguridad nacional.
Departamento de Salud
Entre los nombres que se especulan están los del gobernador de Florida, Rick Scott, o Ben Carson.
La mayoría de los analistas apuntan hacia Carson, neurocirujano y único afroamericano que se menciona; este año fue precandidato presidencial republicano.
Es un ferviente adversario del Obamacare, el sistema de seguro de salud para los pobres de la administración Obama.
Departamento de Agricultura
Uno de los más controvertidos en la lista es el actual secretario de Agricultura de Texas, Sid Miller, quien causó un escándalo luego de que en Twitter se refiriera a Hillary Clinton como “cunt” –puta–.
Otros nombres incluyen al gobernador de Kansas, Sam Brownback y Ted McKinney, actual director del Departamento de Agricultura de Indiana.
Departamento de Justicia
Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, uno de los más fervientes seguidores de Trump, es el que suena como Fiscal General.
Antiguo fiscal federal antimafia, se le atribuye bajar el crimen en Nueva York y bajo el mandato del presidente Ronald Reagan, con el que se compara a Donald Trump cada vez más, ocupó responsabilidades dentro del Departamento de Justicia.
Departamento de Energía
Harold Hamm, candidato para la Secretaría de Energía. Ha sido amigo de Trump durante años e influencia en su política energética durante la campaña.
En 2015, Bloomberg informó que Hamm intentó persuadir al rector de la Universidad de Oklahoma para despedir a investigadores involucrados en el estudio de las conexiones entre la actividad petrolera y de gas y aumento de las actividades sísmicas en el estado.
Departamento del Tesoro
También tiene en la mira a Robert Grady, exfuncionario de la Casa Blanca bajo la administración de Bush. Además, Donald Trump Jr. dice estar interesado en el trabajo. Tampoco se descarta a Sarah Palin, polémica exgobernadora de Alaska.
Departamento de Defensa
El candidato más obvio sería el general Michael Flynn, exjefe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de 2012 a 2014, bajo la administración Obama y principal asesor de Trump durante la campaña.
Cuestionado por acercar la campaña de Trump al entorno de Vladimir Putin y de los supremacistas blancos del Ku Klux Klan, el principal consejero militar de Trump probablemente terminará en un puesto de alto cargo de la administración, potencialmente el de asesor de seguridad nacional.
Departamento de Salud
Entre los nombres que se especulan están los del gobernador de Florida, Rick Scott, o Ben Carson.
La mayoría de los analistas apuntan hacia Carson, neurocirujano y único afroamericano que se menciona; este año fue precandidato presidencial republicano.
Es un ferviente adversario del Obamacare, el sistema de seguro de salud para los pobres de la administración Obama.
Departamento de Agricultura
Uno de los más controvertidos en la lista es el actual secretario de Agricultura de Texas, Sid Miller, quien causó un escándalo luego de que en Twitter se refiriera a Hillary Clinton como “cunt” –puta–.
Otros nombres incluyen al gobernador de Kansas, Sam Brownback y Ted McKinney, actual director del Departamento de Agricultura de Indiana.
Departamento de Justicia
Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, uno de los más fervientes seguidores de Trump, es el que suena como Fiscal General.
Antiguo fiscal federal antimafia, se le atribuye bajar el crimen en Nueva York y bajo el mandato del presidente Ronald Reagan, con el que se compara a Donald Trump cada vez más, ocupó responsabilidades dentro del Departamento de Justicia.
Departamento de Energía
Harold Hamm, candidato para la Secretaría de Energía. Ha sido amigo de Trump durante años e influencia en su política energética durante la campaña.
En 2015, Bloomberg informó que Hamm intentó persuadir al rector de la Universidad de Oklahoma para despedir a investigadores involucrados en el estudio de las conexiones entre la actividad petrolera y de gas y aumento de las actividades sísmicas en el estado.
Departamento del Tesoro
Para este puesto es probable que el presidente electo, Donald Trump, mire al mundo de Wall Street.
Suena
el nombre de Steven Mnuchin, exbanquero de Goldman Sachs que supervisó
las finanzas de la campaña de Trump, bien posicionado en el entorno del
magnate. Otras figuras potenciales del gabinete del mundo de los
negocios incluyen a Harold Hamm.
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