Las reformas estructurales, especialmente la Energética, que llevarían a México a crecer el 5 por ciento al final del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, están lejos de ese objetivo. De acuerdo con la estimación oportuna realizada por el Inegi, el año pasado la economía mexicana habría crecido sólo 2.1 por ciento.
En este contexto, la actividad industrial se contrajo 0.6 por ciento en 2017 arrastrada por una caída de 9.8 por ciento en la actividad de minería (principalmente en la extracción de petróleo y gas).
Para algunos analistas, las promesas de las reformas estructurales –que sirvieron para atraer al PAN y PRD al Pacto por México– fueron exageradas y optimistas, pues sólo beneficiaron a una parte de la población, pero no le cambiaron la vida al ciudadano promedio.
Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– Las reformas
estructurales, especialmente la Energética, que llevarían a México a
crecer el 5 por ciento al final del sexenio del Presidente Enrique Peña
Nieto, están lejos de ese objetivo e incluso han afectado las
actividades motoras de la economía como la industrial, la cual se
contrajo 0.6 por ciento en 2017 arrastrada por una caída del 9.8 por
ciento en la minería (principalmente en la extracción de petróleo y
gas).
De acuerdo con cifras divulgadas el pasado viernes por el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los componentes de la
actividad industrial que registraron un decrecimiento el año pasado
fueron la Generación, transmisión y distribución de energía eléctrica,
suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final, el cual cayó
0.2 por ciento; la Construcción, 1 por ciento, y la Minería, 9.8 por
ciento.
Dentro de la minería, los subsectores de la extracción de petróleo y gas cayeron 10.3 por ciento y la minería de minerales metálicos y no metálicos, 1 por ciento, en un año en el que la economía mexicana habría crecido 2.1 por ciento, según con la estimación oportuna realizada por el Inegi.
Este lunes, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP)
reconoció que México ha enfrentado situaciones adversas en los últimos
cinco años que presionaron a la economía mexicana como la reducción en
el precio del petróleo, caída en las exportaciones y la depreciación del
peso.
El reporte de la Secretaría de Hacienda sobre las perspectivas
económicas de México en los próximos meses llega justo cuando el país
afronta una crisis en la producción del sector energético, cuando los
precios de las gasolinas, gas y diésel han aumentado y cuando la
dependencia de los combustibles tocó niveles históricos.
Para algunos analistas consultados por SinEmbargo,
las reformas estructurales aprobadas en este sexenio no se han reflejado
en el crecimiento económico de México, el cual fue de 2.1 por ciento en
2017.
“Nuestro nivel de desarrollo no es para estar teniendo tasas de
crecimiento bajas. México lleva alrededor de 16 años con tasas muy
pequeñas, el país está envejeciendo y el factor trabajo ya no va a poder
empujar el crecimiento”, explicó Héctor Juan Villarreal Páez, director
general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Para Marcelo Delajara,
director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral en el
Centro de Estudios Espinosa Yglesias, A.C, las reformas estructurales
mejoraron las oportunidades de inversión y crecimiento de las personas
que estaban vinculadas a estos sectores, pero no fueron reformas que le
cambiaron la vida al ciudadano promedio.
“La principal falla de la política de
crecimiento económico de este Gobierno fue no haberse enfocado en la
provisión de todos los bienes públicos que generan la productividad. Creo
que fueron demasiado optimista con las reformas. Cuando yo vi los
cálculos que estaban haciendo me parecieron exagerados, faltó personas
que cuestionaran las reformas”, señaló el economista.
La Reforma Energética, que supuestamente bajaría precios de los
energéticos y colocaría a México en un lugar preponderante en el mercado
mundial de hidrocarburos, no ha dado los resultados esperados. Al
contrario: los precios aumentaron y las energéticas mexicanas están
prácticamente en quiebra.
“El desempeño de México es demasiado mediocre en estos años, reformas como la Energética no han podido despegar. Ha habido una incapacidad en esta administración para generar crecimiento económico y reducir las desigualdades, una parte de ello se debe a la disminución del gasto en inversión pública, que es la más baja en los últimos 30 años”, explicó Alfredo Elizondo, coordinador de proyectos de la asociación GESOC.
LA FALLIDA PROMESA DE LA REFORMA ENERGÉTICA
El año pasado, Petróleos Mexicanos (Pemex) produjo mil 948 millones
de barriles diarios de petróleo crudo, 9.5 por ciento menos en
comparación con el 2016, cuando bombearon 2 mil 154 millones de barriles
diarios.
Desde el año 2013, año de la promulgación de la Reforma Energética,
hasta 2017, la producción petrolera ha bajado 22.75 por ciento.
En 2017, la dependencia energética de México tocó niveles históricos
no vistos desde el año 2006, con todo y la aprobación de la Reforma.
El 71.58 por ciento de la gasolina utilizada por los mexicanos fue
importada, con un total de 570.6 miles de barriles diarios traídos del
extranjero, especialmente de Estados Unidos, de acuerdo con el último
reporte de Pemex.
En cuanto al diésel, las ventas totales sumaron 317.6 mil barriles
diarios, mientras que las importaciones fueron de 237.5 miles de
barriles diarios, es decir, un 74.77 por ciento de ese hidrocarburo
vendido se trajo de otro país.
Respecto al gas natural, las ventas totales durante 2017 sumaron 2
mil 623 millones de pies cúbicos diarios, mientras que las importaciones
fueron de mil 766 millones de pies cúbicos diarios, es decir, el 67 por
ciento de este hidrocarburo comercializado en México se trajo del
extranjero.
En cuanto a la producción de gasolinas en las refinerías de Pemex,
2017 registró su nivel más bajo desde que se tiene registro, 2012, al
producir mil 948 miles de barriles diarios.
La producción del gas natural también fue menor desde 2012, con un total de 5 mil 68 millones de pies cúbicos diarios.
“La Reforma Energética ha demostrado ser bastante menor con respecto a lo que se prometía, también la Hacendaria en términos de mejoramiento a las finanzas públicas. Esas dos reformas que sirvieron para atraer a los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) al Pacto por México han resultado bastante mediocres y no se ve que puedan avanzar en este sexenio”, detalló Elizondo.
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