Con su característica
sutileza, el salvaje de la Casa Blanca encontró la fórmula para
resolverel problema migratorio de su país: violencia y terror contra los indocumentados, la manera más inmunda y violatoria de los derechos humanos para aquellos que ingresaron a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida. Despiadado, Donald Trump inició ayer la cacería (
redadas masivasle llama) a nivel nacional para deportar a todo aquel indocumentado que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) logre detener, sin importar si se trata de menores de edad –acompañados o no– o incluso de personas que llevan años viviendo en Estados Unidos y tienen familia nacida allí, sin otra
alternativaque la cárcel y la deportación.
Las ciudades estadunidenses con el mayor número de indocumentados se
localizan en los estados de California, Illinois, Texas y Florida, pero
los operativos del ICE no se limitan a ellos. Según información del Pew
Research Center –de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes– en 11
ciudades de los estados citados se concentra una buena proporción del
total. El crecimiento de la población entre los hispanos de Estados Unidos se ha desacelerado desde la década de 2000. De 2005 a 2010, la población hispana
creció anualmente 3.4 por ciento en promedio, pero esta tasa ha
disminuido a 2 por ciento desde entonces. Aun así, el crecimiento de la
población entre los hispanos continúa superando al de otros grupos.
La población blanca experimentó un crecimiento insignificante entre
2015 y 2018, mientras la población negra tuvo un crecimiento promedio
anual menor a uno por ciento en el mismo periodo. Sólo los
estadunidenses de origen asiático han tenido un crecimiento más rápido
que la población hispana, con una tasa de crecimiento de 2.8
por ciento entre 2015 y 2018. El sur de Estados Unidos registra el
crecimiento más rápido de la población latina, con un incremento de 33
por ciento en el citado periodo, alcanzando 22.7 millones en 2018, un
alza de 5.6 millones en comparación con 2008. Este avance fue parte de
un aumento más amplio de la población latina en las regiones de todo el
país desde la década de 1990. Los estados del noreste (aumento de 25 por
ciento), del medio oeste (24) y del oeste (19) también experimentaron
un crecimiento en el número de latinos de 2008 a 2018.
Los estados con el crecimiento más rápido de la población hispana tienden a contar con poblaciones hispanas
relativamente pequeñas, y no están en el sur. En Dakota del Norte
creció 135 por ciento entre 2008 y 2018 (12 mil 600 a 29 mil 500,) la
tasa de crecimiento más rápida de cualquier estado. Sin embargo, dicha
entidad se ubicó en el puesto 49 entre los 50 estados y el Distrito de
Columbia en su población hispana general en 2018. La población hispana
en Dakota del Sur (75 por ciento), el Distrito de Columbia (57),
Montana (55) y Nuevo Hampshire (50) también experimentó un rápido
crecimiento durante este periodo, aunque todos tienen poblaciones hispanas relativamente pequeñas.
El condado de Los Angeles tenía más hispanos que cualquier otro en
Estados Unidos, con 4.9 millones en 2018. Los siguientes más grandes
fueron Harris, Texas (2 millones) y Miami-Dade, Florida (1.9 millones).
En total, 11 condados tenían más de un millón de hispanos en 2018; estos incluyen Maricopa, Arizona; Cook, Illinois; y Riverside, California. En 102 condados estadunidenses, los hispanos representaron al menos 50 por ciento de la población en 2018. La población hispana
alcanzó un récord de 59.9 millones en 2018, frente a 47.8 millones en
2008, según las estimaciones de población recién publicadas de la
Oficina del Censo de Estados Unidos.
Las rebanadas del pastel
¿La ambición releccionista justifica la agresión y
desgracia de miles y miles de familias migrantes desprotegidas que viven
en Estados Unidos? El salvaje dice que sí. Eso y mucho más. Cómo estará
de enfermo el mundo que lo acepta sin chistar.
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