Antonio Gershenson
Vamos a empezar con esto. El transporte: diario colectivo, co-tidiano, autobuses, camiones, Metro, tren, automóvil, bicicleta, y en cuanto a transporte particular; automóviles, autobuses y camiones.
Los automóviles, en todo el mundo, han aumentado en cantidad y este hecho ha entorpecido su efectividad, pues las calles no son suficientes para mantener las altas velocidades que se han alcanzado.
En los países donde la movilización es masiva, han optado por el desarrollo del ferrocarril eléctrico. Es el caso de China, donde la velocidad lo ha puesto en primer lugar; la gente se transporta también en automóviles, camiones y bicicletas. La fabricación del auto particular ha aumentado también su calidad, pero la velocidad no se compara con la del tren rápido. Ya hemos mencionado en otros artículos, que el tren ha evolucionado a más de 300 kilómetros por hora y está por llegar a 400 kilómetros.
Hemos hablado, también, sobre el transporte que utiliza baterías de litio, mismo que ha aumentado la posibilidad de que, poco a poco, se sustituya al transporte de combustión interna.
Por ahora, el tipo de transporte eléctrico colectivo, masivo o particular, todavía es diferente al que estamos acostumbrados a usar. El que utiliza batería de litio no es masivo aún.
Tampoco nos es ajeno el transporte eléctrico. Desde hace años la gente ha viajado en trolebús. Fue y ha sido un medio cotidiano masivo, aunque el tendido eléctrico no logró cubrir todas las rutas más demandadas por la población. Pero fue, y sigue siendo, un medio seguro, limpio, silencioso y hasta cierto punto cómodo. Incluso, menos costoso que el Metro y el tranvía. Este tipo de transporte con conexión directa a la red eléctrica –por ejemplo las catenarias de los trolebuses y los conversores a electricidad de la energía cinética– ya eran cotidianas.
Actualmente, toma relevancia la fabricación de automóviles eléctricos, porque es una alternativa de transporte. Tesla, Inc. es la empresa que ya los está fabricando fuera de Estados Unidos. Por su parte, Ford lanza el Mustang eléctrico y Toyota, la Highlander. Todos con batería de litio.
Pero también, para mejorar la batería con este elemento, China está desarrollando la fuente de energía, incorporando el hidrógeno, elemento que es un poco más limpio que el litio.
Un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente plantea el ciclo de vida completo del transporte de combustión interna
los autos emiten menos contaminantes que los de diésel y gasolina. Hay posibles mejoras aún: se puede usar hidrógeno, de hecho, ya se empieza a utilizar. El litio es un elemento bastante limpio, pero el hidrógeno lo es más.
Los vehículos de combustión interna eliminan las emisiones del combustible por medio de una tubería trasera. El transporte eléctrico, por su parte, no emite desechos por ninguna tubería.
En naciones de Europa se plantean que para 2050 se llegue a cien por ciento en cuanto a la limpieza del transporte que no utiliza la combustión interna.
La reducción del ruido, también es una meta importante en la reducción de contaminantes. Éste se genera porque los motores consumen gasolinas diversas y la combustión produce el ruido. Tampoco se puede asegurar que las baterías eléctricas no generen en absoluto ningún tipo de sonido, pero es mucho menor.
La energía que se utiliza en el transporte eléctrico es mucho menor que si se utilizan hidrocarburos. Así, se puede decir que también se tendrá un ahorro en energía.
Menores emisiones de CO2. Las emisiones de gases de efecto invernadero se minimizan con la electricidad al utilizar otras fuentes energéticas y no únicamente los derivados del petróleo, el uso de electricidad procedente de centrales de gas natural, de centrales nucleares o de instalaciones de energías renovables hacen que se reduzca la emisión de estos gases que contribuyen a procesos de cambio climático.
Alrededor del año 2000, en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, se inició el proyecto para el desarrollo de transporte eléctrico, así como el híbrido. Se utilizaría, inicialmente, al interior de Ciudad Universitaria y luego en la Ciudad de México.
Ya anteriormente, en 1996, se fabricó un prototipo con tecnología de freno regenerativo hidroneumático, proyecto a cargo del ingeniero Germán Carmona Paredes. Este prototipo se utilizó para desarrollar tecnología más avanzada. Se construyeron unidades eléctricas para uso específico a menor escala.
El uso de la electricidad abre nuevos caminos para la integración de tecnologías con base en energías renovables, como la solar, la eólica, hidráulica y otras posibles.
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