Justicia para Ingrid
El caso de la joven de GAM, el detonante
La marcha incluyó paradas en medios que publicaron imágenes de la víctima
▲ Después de escribir consignas y lanzarle globos con pintura, jóvenes
buscaron en vano prender fuego a la Puerta Mariana de Palacio Nacional.
Abajo, uniformadas trataron de dispersar a las manifestantes con
extintores.Foto Pablo Ramos
▲ Uniformadas trataron de dispersar a las manifestantes con extintores.
Con el grito
¡Ingrid no ha muerto, Ingrid somos todas!,mujeres de diversas organizaciones marcharon de la Antimonumenta, ubicada frente al Palacio de Bellas Artes, hacia instalaciones de medios de circulación nacional y al Ángel de la Independencia para protestar contra la violencia de género y la publicación de fotografías de la joven, quien fue desollada por su esposo el fin de semana pasado.
Alrededor del mediodía, unas 20 mujeres se concentraron ante uno de
los medios de comunicación, ubicado en avenida Universidad. Cuatro de
ellas ingresaron en comitiva para dialogar con directivos.
Posteriormente se movilizaron en Metro para llegar al Palacio de
Bellas Artes, que junto con el Hemiciclo a Juárez ya estaban protegidos
con vallas metálicas de más de un metro y medio de alto para evitar que
fueran pintados.
Las manifestantes se concentraron nuevamente en la Antimonumenta para
salir en marcha con pancartas, cacerolas, pocillos de peltre, cruces de
madera pintadas de rosa y fotografías de activistas y mujeres
desaparecidas y asesinadas.
A las 16:50 horas iniciaron la caminata y las pintas en puestos de
periódicos, el asfalto y las banquetas porque algunos comercios y
hoteles fueron tapiados. Otros decidieron cerrar las puertas al paso de
la movilización.
Acompañamiento
Las mujeres protestaron encapuchadas, con paliacates morados o verdes y vestidas de negro. La mayoría gritaba las consignas:
¡El que no brinque es macho!,
¡El que no brinque es periodista!,
¡Estado feminicida!, mientras hacían ruido con las cacerolas y los pocillos, sin que se presentaran destrozos ni incidentes.
Un contingente de mujeres policías sin escudo, casco ni armas caminó
junto con las manifestantes, al igual que visitadores de la Comisión de
Derechos Humanos de la capital y 26 activistas de la organización
Marabunta, identificados con sus camisetas rojas.
Al llegar al Paseo de la Reforma, otro grupo de policías resguardaba
instalaciones de la Organización Editorial Mexicana, también amurallada
con láminas de más de un metro de altura. La furia se desató, pues ahí
se enteraron de que no serían atendidas por personal del diario.
Entonces sobre la calle Doctor Basilio Badillo decidieron lanzarse
contra una camioneta. Una de las manifestantes llevaba un martillo;
otras, palos, mientras la valla de uniformadas no logró evitar que
algunas manifestantes rompieran algunos vidrios de la Escuela Carlos
Septién.
Empezaron los gritos de
¡fuera hombres!en referencia a algunos fotógrafos que subieron a una camioneta de la casa editorial que estaba estacionada en el callejón Sombrereros y Doctor Basilio Badillo, por lo que la movieron para tratar de derribarla junto con los fotorreporteros, que lograron bajar y salir.
Nube verde
Las jóvenes gritaron
¡Corran!y otras empezaron a pintar los cascos de las mujeres policías que resgurardaban en esa esquina a la empresa y fue cuando se levantó una nube de gas verde. Las feministas aseguraron que era gas lacrimógeno, mientras las uniformadas trataron de dispersarlas accionando extintores. La Secretaría de Seguridad Ciudadana negó que las descargas hubieran salido de las uniformadas.
Hubo empujones, pintas y comenzó la lluvia, que no logró dispersar ni
a las manifestantes ni a las policías. Fueron minutos de encontronazo,
mientras vandalizaron otras tres camionetas sin mayores consecuencias.
Luego siguieron en marcha por Reforma hasta llegar al Ángel de la
Independencia.
Antes hicieron algunos destrozos en la estación de Metrobús del
Caballito. Con sus martillos rompieron los cristales y en el parabús
pintaron siluetas y manos rojas en señal de las mujeres que han sido
violentadas.
Otras corearon Un violador en tu camino en su avance hacia el Ángel de la Independencia.
!Mujer, hermana, si te pega no te ama!, decían.
Nuevo encontronazo
En el Ángel, de nueva cuenta hubo algunos empujones con
las policías, que lograron resguardar el monumento, tapiado por la
restauración que se le efectúa desde la marcha de septiembre, cuando
resultó con daños por grafitis. No hubo incidentes mayores y poco a poco
las manifestantes se dispersaron antes de las nueve de la noche.
En tanto, otro grupo de jóvenes marchó de la estación del Metro La
Raza a la alcaldía de Gustavo A. Madero, porque fue en esta demarcación
donde Ingrid Escamilla fue asesinada por su pareja.
Con el rostro cubierto, decenas de mujeres fueron escoltadas por el
grupo Atenea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, sin reportes de
enfrentamientos. En el trayecto no pararon las consignas, porque
¡Nos están matando!,
No nos callarány
GAM es feminicida.
Marcharon sobre la avenida Insurgentes hasta llegar a Montevideo,
para caminar por la Calzada de los Misterios e ingresar por Cinco de
Febrero a la sede de la alcaldía.
Estado feminiciday
¡Justicia!, seguían gritando.
En la explanada de la sede, una valla de trabajadores de la alcaldía
ya esperaba al colectivo de mujeres. La marcha se detuvo frente a las
escalinatas de la entrada principal.
¡GAM es feminicida!, se escuchó nuevamente.
Hubo reclamos e intentaron realizar algunas pintas, pero la lluvia
les impidió escribir en el piso su exigencia de justicia. Después de
varios intentos, la marcha se disolvió.
Antes de la protesta se pudo ver trasladarse en Metro hacia la
movilización a pequeños grupos de mujeres embozadas con paliacates y
pasamontañas para evitar ser identificadas.
Foto María Luisa Severiano
Elba Mónica Bravo y Josefina Quintero M.
Periódico La Jornada
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