En la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) no hay todavía ninguna solicitud de autorización para uso y venta de ventiladores mecánicos. Hasta ahora los fabricantes sólo han planteado preguntas sobre los lineamientos que sus equipos deben cumplir para aprobar las evaluaciones que acrediten seguridad, calidad y eficacia.
Este tipo de equipos adquirió relevancia por la pandemia de Covid-19, pues son insumos indispensables para la atención de enfermos que a causa de complicaciones de la infección presentan insuficiencia respiratoria grave y requieren asistencia mecánica ventilatoria.
Como parte de la preparación para hacer frente a la emergencia sanitaria y con la finalidad de evitar el colapso de los servicios de salud, se tuvo la necesidad de adquirir estos equipos para ampliar la capacidad de atención de los hospitales.
Pero ante las dificultades para encontrarlos en el mercado internacional, pues todos los países tienen las mismas necesidades, en México se planteó la posibilidad de fabricarlos aquí. Los proyectos empezaron a surgir, pero ninguno se ha sometido a la evaluación de la Cofepris.
Son varios los prototipos que están en desarrollo por particulares, universidades e instituciones públicas. Uno de ellos es del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, el cual hasta ahora se ha utilizado con fines de investigación y experimentación. A partir de la pandemia de Covid-19 se anunció que podría llevarse a los hospitales para la atención de pacientes críticos.
Incluso se ha informado que empresas privadas se sumarían al proyecto para llevar a cabo la fabricación de los equipos.
Otro par de prototipos se desarrollan en centros de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). La titular, María Elena Álvarez-Buylla, informó en abril pasado sobre los proyectos, los cuales cuentan con la participación solidaria
de empresas de la industria aeroespacial y automotriz, entre otras.
Indicó que los primeros 700 ventiladores estarían listos en la segunda quincena de mayo. El jueves pasado, en la conferencia vespertina en Palacio Nacional, la funcionaria dijo, sin dar mayores detalles, que por carencias en el mercado internacional no se habían podido conseguir algunas piezas
necesarias para concluir los prototipos.
No obstante, añadió que ya están en la etapa de transferencia de tecnología como parte del proceso para la fabricación. Lo anterior, a pesar de que ni siquiera se ha presentado la solicitud de autorización a la Cofepris.
Los lineamientos de la autoridad sanitaria señalan una serie de requisitos técnicos y pruebas que se deben realizar para comprobar que los equipos funcionan y cuentan con la tecnología de avanzada que ya existe en el mundo.
Información del Conacyt señala que uno de los prototipos se desarrolla en colaboración con el Massachussets Institute of Technology y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, para producir al menos 200 unidades.
Martes 2 de junio de 2020, p. 3
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