Oaxaca, Oax. Y en ese momento dejó de llorar para
abrazarla, decirle que se fuera tranquila, que le dolería su ausencia y
que sí, su crimen no quedaría impune, y así, con ese sentimiento y
promesa plasmada en una carta, la periodista Soledad Jarquín Edgar se
despidió de su hija Sol Cruz Jarquín, quien horas antes de ese último
encuentro había sido asesinada.
Las palabras no fueron al vacío, dos años después, Soledad continúa
de pie, en una agotadora batalla que aún no ve la luz al final del
túnel.
Desde el 2 de junio de 2018 fecha en la que fue asesinada la
fotoperiodista, se acumularon 718 días de su ausencia y tres carpetas de
investigación, todas sin resolver bajo el cobijo de impunidad procurado
por las instancias involucradas en las investigaciones.
Soledad Jarquín Edgar
El proceso ha sido desgastante, admite Soledad con la entereza que la
caracteriza, aun cuando en esos 718 días y contando, el impacto sigue
causando estragos en su día a día.
“Tú no puedes seguir la vida como si nada hubiera pasado”, pues desde
ese momento en que se enteró que Sol estaba dentro de las personas
asesinadas junto con la entonces candidata Pamela Terán, su vida y la de
toda su familia cambió, ahora quedaba acompañada por aquella ausencia
punzante, que a veces la desploma en la cama, y otras le roba el ánimo
de trabajar o de comer. “El impacto es muy fuerte”.
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“Era el alma de la fiesta”
Sol Cruz Jarquín tenía 27 años de edad, nació el 10 de octubre de
1990, la más pequeña de las tres hijas de Soledad Jarquín, periodista
oaxaqueña actualmente preside el jurado del Premio Nacional de
Periodismo.
Para sobrellevar la distancia, la casa quedó impregnada con las
fotografías de Solecita y de vez en vez se llena con su voz, una voz que
canta con musicalización de piano “para quitarle los errores de su
entonación”, explica Soledad con la voz que denota un recuerdo agradable
pues ella, Sol Cruz “era el alma de la fiesta”.
“Queda ese proceso en donde la escuchas, la quieres ver y entonces a
veces cuando las cosas no funcionan voy hablo con ella y trato de
hacerlo con mucha calma porque pienso que ella esta en una calma, en
otro plano. Es muy chistoso porque creo que sí me escucha”, relata.
Tres carpetas sin resolución
Actualmente hay cuatro carpetas de investigación relativas al caso de
María del Sol Cruz Jarquín, por un lado se encuentra abierta por el
robo del equipo de Sol Cruz el cual se judicializó hasta agosto de 2019
un año y dos meses después de los hechos, otra más es la carpeta por
delito electoral que se judicializó hasta diciembre de 2019 es decir un
año y medio después. La otra es la relativa al homicidio, misma que
hasta este momento sólo mantiene a una persona detenida.
“Por eso hablamos de simulación, de falta de justicia y de
complicidad. No vemos sustancialmente un resultado, sólo una un
detenido, un liberado y no se han seguido otras líneas de
investigación”.
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