6/02/2020

Rocío Nalhe y Bartlett, firmes. López Obrador y López Mateos con el pueblo

Pedro Echeverría V.

1. En septiembre de 1960 el presidente López Mateos nacionalizó la electricidad que todavía estaba en manos de empresas extranjeras, en las de la Mexican Light and Power y la American and Foreing Power Company, surgidas durante el gobierno dictatorial de Porfirio Díaz y que en las primeras seis décadas de los 1900, el siglo pasado, realizaban un gigantesco saqueo económico contra los mexicanos. El presidente Lázaro Cárdenas expropió en marzo de 1938 –con un fuerte apoyo político- a las empresas extranjeras que dominaban el petróleo

2. Fue en su informe de septiembre de 1960 cuando López Mateos anunció la nacionalización de la industria eléctrica poniendo fin al monopolio eléctrico transnacional. Los sindicatos y el pueblo aplaudieron de felicidad. Si con la nacionalización la electricidad pasó a manos de México, ¿por qué permitir ahora que esa electricidad regrese a manos privadas mexicanas y extranjeras? Seríamos unos traidores si seguimos permitiendo que los pinches gobernantes sigan saqueando a nuestro pueblo entregando sus riquezas.

3. Muchas veces me da risa López Obrador habla en el sentido de “aprobar leyes” como si fuera un triunfo cuando él mismo sabe que a los conservadores, la derecha, los capitalistas, les bastaría seis meses –con mayoría en el congreso- para echarlas abajo y con una enorme burla. ¿Que el pueblo hoy tiene más conciencia?, tampoco creo que así sea, porque votar no tiene que ver nada con la conciencia. El pueblo sólo demostrará su conciencia cuando salga a la calle a pelear contra la explotación y por la igualdad.

4. El panista ladrón –Vicente Fox- derrotó el año 2000 con votos al PRI y al PRD no porque el pueblo fuera consciente, que supiera de izquierda o derecha, que comprendiera el origen empresarial del PAN, sino porque estaba “hasta la madre”, muy harto, con los gobiernos del PRI y Cárdenas era un mal candidato. Fox demostró ser peor e incapaz que el PRI, pero el pueblo no lo corrió del gobierno a pesar que decía que su gobierno era de empresarios, por empresarios y para empresarios. Lo entendieron los políticos, no el pueblo.

5. La realidad es que sólo son unos miles los que en cada país tienen conciencia política; los millones de pobladores se dejan llevar por esos miles que hacen ruido en los medios de información, en los gobiernos, congresos y en eso que le llaman factores o grupos de poder. Por ello acertadamente se repite de manera permanente que democracia no es sólo ir a votar y la faramalla de “defender el voto”, sino estar manifestándose en la calle, en las fábricas, campos y universidades, para exigir a gobiernos, empresarios, etcétera, justicia e igualdad.

6. He visto casi todas las entrevistas de Sabina Bergman y me ha parecido que los funcionarios no son tontos, aunque sí inexpertos; pero la bronca es la línea política de paz, de no confrontación, incluso de sometimiento a los empresarios para no enojarlos, que les ha impuesto López Obrador. Hoy se publicó, por ejemplo, que un campesino pasará 60 años en prisión por matar a un diputado; por el contrario los grandes políticos saquean el país, llevan a la muerte a miles de miserables, poseen millones de dólares en “paraísos fiscales” y los perdonan.

7. Conozco a Nalhe y sus luchas de años en Coatzacoalcos y a Bartlett, dedsde que se enfrentó a PRI y PAN, así como la extensa campaña política empresarial que se ha desarrollado contra ellos por los cargos clave que ocupan. Nalhe es muy joven en política nacional, pero sus conocimientos y honestidad han sido probados. Bartlett ha sido uno de los parlamentarios más combativos junto a Layda Sansores, Noroña y el senador guerrerense. Creo que en el partido Morena hay que profundizar la batalla para evitar que se sigan dando pasos atrás. (1/VI/20)

alterar26@gmail.com

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