En el sureste, no más saqueo
Hay finanzas sanas para pagar a los constructores, dice
Con el Tren Maya
estamos reivindicando al sureste, que ha sido saqueado por siglos, afirmó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador en el inicio de obras en el tramo uno, que comprende de Palenque a Escárcega. Consideró que el megaproyecto se terminará de construir a inicios de 2024, año en que culminará su gobierno.
En Palenque, Chiapas, donde se encuentra de gira, subrayó que la política de austeridad permitirá pagar puntualmente a las empresas que lo construirán, porque
tenemos finanzas públicas sanas. A pesar de la crisis por la pandemia (de Covid-19), hemos mantenido nuestra recaudación con números positivos; de enero a mayo logramos incrementarla en más de 70 mil millones de pesos en comparación con el mismo periodo del año pasado, y no hemos endeudado al país.
Pidió no ver al sureste
como tierra de conquista. No saquear, sino promover el desarrollo impulsando el medio ambiente.
Yo espero que inauguremos el tren completo, los mil 500 kilómetros, a más tardar a principios de 2024. Desde luego, desde antes va a estar inaugurado el tramo de Palenque a Cancún, y el de esa ciudad a Tulum. El que nos va a quedar hasta principios de 24 va a ser el tramo de Tulum a Escárcega, pasando por Calakmul.
López Obrador mencionó que su interés por el desarrollo de la zona
no es porque sea un Presidente del sureste, sino porque es una región abandonada, saqueada, se llevaban todo, no sólo la madera; luego, el petróleo, y no dejaban beneficios.
Ejemplificó que mientras durante siglos se taló y explotó la caoba, ahora “en vez de cortarla, la sembramos. En el sureste, en total se están cultivando 600 mil hectáreas de árboles maderables –en el caso de Chiapas, 200 mil–, lo que nunca se había hecho”.
Afirmó que se impulsará mucho el programa Sembrando Vida –en el estado trabajan 80 mil campesinos en la siembra de cedro y caoba–, y el Tren Maya, reiteró,
significa crear este año 80 mil empleos. Es una obra importante para el desarrollo integral del sureste, agregó.
Antes, Joao Parreira, representante del consorcio Mota-Engil, a cargo del tramo uno, coincidió en que el tren representa
un acto fundamental de justicia por el sureste, porque es una obra eminentemente social.
Parreira se comprometió a que el proyecto va a respetar a las comunidades y al medio ambiente, dará empleo permanente y permitirá a las personas crecer en su lugar de origen.
La sola rentabilidad social justificará esta gran cruzada por el sureste. El Tren Maya llega cuando más se necesita y más empleos se requieren . Entregaremos una obra de calidad, en tiempo, forma y costo, como se nos solicitó, concluyó.
Foto Presidencia
De La Redacción
Periódico La Jornada
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