Leonardo García Tsao
Buscando por los rincones de
Netflix, uno encuentra películas meritorias que no se exhibieron en
salas en nuestro país. Ese es el caso de El autor, de Manuel
Martín Cuenca, con el agravante que se trata de una coproducción
hispano-mexicana. Estrenada en los festivales de San Sebastián y Toronto
(donde ganó el premio de Fipresci), la comedia es una ocurrente
reflexión sobre el proceso creativo, una indagación sobre la naturaleza
del talento.
En esencia, El autor –en Netflix se exhibe como The Motive–
trata sobre un pobre diablo llamado Álvaro (Javier Gutiérrez),
aspirante a escritor que vive en Sevilla trabajando en una notaría; su
esposa Amanda (María León) ha escrito un premiado bestseller y
lo engaña con otro hombre. Álvaro decide irse a vivir un departamento y
escribir la gran novela que lo haga famoso. Para eso, toma clases con
Juan (el ubicuo Antonio de la Torre), un riguroso maestro que lo conmina
a escribir sobre cosas reales que le ocurran en la vida.
Así, Álvaro decide inspirarse en las actividades de sus vecinos: la
portera (Adelfa Calvo) del edificio, una pareja de mexicanos (Adriana
Paz y Tenoch Huerta) con limitaciones económicas y un militar franquista
jubilado (Rafael Téllez) que vive de su generosa pensión.
No contento con espiar su intimidad, el escritor frustrado comienza a
inmiscuirse en sus vidas para manipularlas. Se hace amante de la
portera, una fuente de chismes; se ofrece ayudar al mexicano Enrique en
sus problemas laborales y juega al ajedrez con el militar.
De un humor sutil, de matices negros, el guion del propio Martín
Cuenca y Alejandro Hernández plantea qué tanto un hombre opaco y sin
inspiración necesita de la realidad para imitarla. Irónicamente, el
protagonista se vuelve el instigador de las acciones de los vecinos, el
catalizador para que el drama suceda en su existencia. Lo que él va
creando en la vida real, se convierte en material para su novela.
Por otro lado, El autor establece de una manera incisiva que no todo lo que se publica y tiene éxito, es necesariamente literario.
Nunca sabremos el resultado de esa novela fraguada de la realidad más
inmediata. Lo que le importa, al fin y al cabo, es que Álvaro ha hecho
un esfuerzo, ilustrando aquel dicho de que
el talento es 10 por ciento inspiración y 90 por ciento perspiración. Sin embargo, su vida permanecerá tan vacía como el departamento que habita.
Martín Cuenca había realizado en 2013 una película titulada El caníbal,
que sorprendía por su rigor y tono parco. En este caso, el director
intenta otro registro genérico con igual eficacia, apoyado en un reparto
ejemplar. El camaleónico Gutiérrez es la elección perfecta para Álvaro,
pues su físico se presta para representar a un hombre apocado. Paz y
Huerta confirman que son intérpretes de primera, con papeles que
consisten básicamente en el sonido de sus voces. Mientras, Calvo
consigue construir un personaje patético con unas cuantas escenas.
El autor
D. Manuel Martín Cuenca/ G: Alejandro Hernández y Manuel Martín Cuenca, basado en la novela El móvil,
de Javier Cercas/ F. en C: Pau Esteve/ M: José Luis Perales, Pablo
Perales/ Ed: Ángel Hernández Zoido/ Con: Javier Gutiérrez, María León,
Adelfa Calvo, Adriana Paz, Tenoch Huerta/ P: Icónica, Lazona, La Loma
Blanca P.C., Alebrije Cine y Video. España-México, 2017.
Twitter: @walyder
No hay comentarios.:
Publicar un comentario