5/31/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada

La búsqueda de un hijo no sabe de pandemias
Porque la memoria no está confinada y la búsqueda de un hijo no conoce pandemias, por 68 meses consecutivos padres y madres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y grupos de activistas volvieron a visibilizar la exigencia de verdad y justicia para los estudiantes víctimas de desaparición forzada. Porque no se nos han olvidado y nunca se nos van a olvidar, dijeron sus compañeros en la Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
Para los padres y madres es actividad esencial continuar la búsqueda de quienes fueron levantados por la policía de Iguala el 26 de septiembre de 2014, como lo es también para los familiares de desaparecidos y desaparecidas de Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Tamaulipas o Chihuahua. Nos faltan en casa, es el lema de la campaña Hasta Encontrarlos.
Tener un hijo desaparecido es vivir en constante incertidumbre, es una agonía, sobre todo ahora que estamos encerrados por el coronavirus y no podemos salir a gritar a la calle a exigirle al gobierno el paradero de nuestros hijos... Estamos como empezamos, imaginando qué pasó y con más preguntas. Siento que la verdad se prolonga como el silencio en un desierto. Lloro en mis pensamientos. Quiero huir, pero no puedo porque lo espero, porque aquí están sus recuerdos y siento, quizá sea una corazonada, que va a llegar, dice Hila Legideño, madre de Jorge Antonio Tizapa, al periodista Isael Rosales.
Ni toda distancia es ausencia ni todo silencio es olvido, escribe el Colectivo Híjar, al tiempo que difunde la acción en que una veintena de activistas pintaron cientos de pisadas en avenida Reforma, en el centro de la Ciudad de México, representando la marcha mensual que se realiza por estas calles desde hace cinco años y ocho meses.
Con medidas sanitarias, guardando distancia, pero no silencio, los activistas se reunieron de madrugada en cuatro puntos de la emblemática avenida para pintar los pasos, y después, frente a la glorieta de El Caballito, dejar plasmada con letras gigantes la consigna que explica la falta de verdad y justicia: Ayotzinapa fue el Estado. Porque hoy, como dice doña Hilda, más allá de las promesas, estamos como al principio.

Sólo 76 de cada 100 personas utilizan cubreboca
Otras lo usan ocasionalmente
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Sondeo entre mil 11 personas en redes sociales
La pandemia ha cambiado la imagen exterior de los seres humanos. En unas cuantas semanas, millones de personas han comenzado a usar cubrebocas, como medida elemental para evitar el contagio del virus. ¿Qué tan extendido está su empleo en México? Esta semana fue el tema del sondeo. El mayor porcentaje, 76 por ciento, dice que sí utiliza cubrebocas.



SAT: rescatar para el Estado
Ancira ya tiene suite de lujo
Con Raquel Buenrostro al frente del Servicio de Administración Tributaria (SAT), la caja registradora del gobierno federal no deja de tintinar. En apenas unos días la matemática, egresada de la UNAM, ha fortalecido el erario con una muy buena cantidad de millones, y contando, provenientes de los olvidos, diferencias de interpretación y otros pretextos banales de los grandes corporativos privados, a los que los gobiernos neoliberales acostumbraron a no tratar con esa entidad federal, salvo para exigirle voluminosas condonaciones y devoluciones de impuestos.
Días atrás se conoció que Walmart, la mayor cadena de autoservicio que opera en el país y con ingresos superlativos, pagó más de 8 mil millones de pesos por impuestos atrasados, producto de los olvidos fiscales del corporativo. Desde febrero pasado el SAT le exigió cubrir tal adeudo, pero, envalentonada, la cadena comercial lo mandó a paseo.
De hecho, el presidente López Obrador –sin dar nombres, pero con la obviedad del caso– narró la siguiente anécdota (se respeta sintaxis): “Hace dos días se atrevió un abogado de una de las grandes empresas, imagínense, de las más grandes, y les dijo a los funcionarios del SAT, debían o deben no sé cuánto, creo que 8 o 10 mil millones. Estaban queriendo dar 500 millones. Digo: no, si son 10 mil. (Y respondieron) ‘O agarras esto o vamos a litigar hasta el año 3000’, porque se conocían todas o conocen todas las triquiñuelas, las tácticas dilatorias”.
Pues bien, ¡milagro! El año 3000 llegó en mayo de 2020 (tres meses después de que el SAT exigiera el pago) y los 500 millones que los chantajistas abogánsters ofrecían (se quedaron con las ganas de cobrar más por sus servicios), mágicamente se convirtieron en 8 mil 79 millones de pesos (el monto originalmente exigido ascendía a 10 mil 559 millones), con la finalidad –dijo Walmart– de concluir asuntos fiscales sustanciales.
El caso más reciente es el de Fomento Económico Mexicano (Femsa), uno de los consorcios más grandes y financieramente más sólido del país, quien acordó con el SAT finalizar diferencias de interpretación que existían sobre impuestos pagados en el extranjero sin recurrir a instancias judiciales, es decir, una diferencia de interpretación que permitió al corporativo no cubrir sus obligaciones fiscales, cercanas a 9 mil millones de pesos.
Ocho mil millones adicionales (por pago de impuestos) fueron adelantados por empresas del magnate marca Forbes Carlos Slim, y otros consorcios con adeudos fiscales se están poniendo al corriente, explicó López Obrador.
La caja registradora seguirá repicando, pero hay sonadísimos casos de evasión fiscal –con la venia gubernamental– que el SAT podría intentar resolver. Es cuestión de revisar qué tanto se puede hacer, porque se trata de asuntos relativamente remotos.
Por ejemplo, la compraventa de Banamex y Bancomer –por citar sólo a ese par–, cuyos accionistas autóctonos descaradamente evadieron al fisco. En 2001 Vicente Fox no sólo permitió y aplaudió la venta de Banamex a Citibank, sino la calificó de negocio del siglo: 12 mil 500 millones de dólares, de los que el SAT no vio un solo dólar. Lo mismo con la venta de Bancomer a la trasnacional española BBVA: 4 mil 100 millones de dólares y el fisco se quedó con las ganas

Malas noticias
Tras décadas de apuntar la Unión Soviética y Estados Unidos sus misiles uno contra el otro, el Kremlin y la Casa Blanca asumieron el sinsentido de seguir la carrera armamentista y de incrementar los arsenales atómicos cuando no puede haber vencedor en una conflagración nuclear, garantizada la aniquilación recíproca.
Antes del colapso soviético, el desarme nuclear adquirió, con Mijail Gorbachov y Ronald Reagan, nuevo impulso como premisa para articular un mundo más seguro gracias a la confianza mutua y, todos capitalistas desde 1991, sin la contraposición de sistemas que servía de pretexto para ordeñar el presupuesto en aras de una victoria imposible.
Casi 30 años más tarde, no se avanza hacia la meta de suprimir el riesgo de una hecatombe nuclear, sino quedan cada vez menos pilares de la nueva arquitectura de seguridad que se creó a base de Tratados de supresión o limitación de armamentos de destrucción masiva y gestos de buena voluntad.
Todo lo pactado a la fecha, y lo que hace falta prorrogar o empezar a negociar, se cuestiona desde Washington, obsesionado Donald Trump con la idea de pasar a la historia con un gran acuerdo, bajo reglas que solo él quiere imponer y que tal vez funcionen en el mercado inmobiliario, pero no en el terreno del desarme nuclear, impensable sin equidad.

Notas choperas: obituario, créditos y retorno
Ante las numerosas condolencias, recuerdos y adioses a Charlie Monttana, a este espacio sólo le resta destacar un par de acciones del autor de Empanízame la mojarra (https://youtu.be/-FZGLPL9w68). Su afán por hacer un espectáculo digno en sus presentaciones: llevaba bailarinas, se rodeaba de buenos músicos, había coreografías y en el escenario –también cuando bajaba de él– se asumía como rockstar, pero, rockstar bandota. Y sus frecuentes visitas al Tianguis del Chopo en modo familia: siempre en compañía de su chava Cherrie y de Mateo, su hijo. Con ese Monttana nos quedamos. Abrazo fraterno a Cherrie y Mateo. Y en notas del Tianguis del Chopo, Felipe Victoriano informó el fallecimiento de los asociados Ernesto Juárez y Rafael Rodríguez, quienes recibieron el apoyo económico habitual en estos casos. Y en el obituario del tianguis se agregó el nombre de Reyna Alafita, ex asociada, quien cedió sus derechos a su hijo. En otro asunto, el comité, por mediación de Victoriano, entregó documentación a la alcaldía Cuauh-témoc para solicitar apoyo a la economía informal de 35 asociados. Igualmente, la representatividad del Chopo se encuentra elaborando el plan de reinstalación del tianguis, catalogado como elemento no esencial y de alta concentración; la documentación será entregada a Sedeco y cálculos conservadores permiten, por la información recabada, que el Tianguis puede reaparecer –bajo ciertas restricciones– el 15 de julio en terrenos de la colonia Buenavista-Guerrero.


Editorial La Jornada
George Floyd fue asesinado el lunes pasado por un policía en la ciudad de Minneapolis, Minnesota, después de que un negocio lo denunciara con los uniformados por presuntamente pagar con un billete falso. La suya habría sido una más de las cerca de 280 muertes de afroamericanos a manos de elementos policiacos que ocurren cada año en Estados Unidos, pero ha desatado una oleada de multitudinarias protestas en varias ciudades desde que se difundió un video en el que se observa cómo el agente Derek Chauvin asfixia a Floyd manteniendo una rodilla sobre su cuello durante 8 minutos y 46 segundos.

Proponen medalla para médicos fallecidos
Los Consejeros Nacionales de Adultos AC ponemos a consideración del gobierno mexicano que a los doctores y enfermeras que han fallecido en cumplimiento de su deber, tras haberse contagiado del Covid-19, se les otorgue en forma póstuma la medalla Benito Juárez.

Franco murió en la cama, pero el franquismo murió en la calle. El franquismo sabía que, pese a sus deseos, no podía continuar después de que el dictador falleciera. La presión de las calles, las fábricas, las universidades empujaban a una salida democrática y los jerarcas de la dictadura, incluido el mortecino Franco, iban a quitar esa idea a tiros y garrote vil.
El mundo se enfrenta a una crisis humanitaria y sanitaria sin precedentes en el pasado siglo en un contexto económico, social y ambiental ya adverso. Si bien la historia registra antes el paso de grandes pandemias, ninguna irrumpió en un mundo tan poblado ni tan interconectado y con un planeta ambientalmente enfermo.
Justo cuando las curvas epidémicas de Puebla y Tlaxcala se encuentran en ascenso, La Jornada de Oriente llega a su trigésimo aniversario. No habrá fiesta por el momento. La pandemia del coronavirus hizo que la tuviéramos que diferir hasta fecha imprecisa. Pero eso no es óbice para celebrar un esfuerzo continuo y consistente de las casi 40 personas que la hacemos.
Durante más de una década, diversas organizaciones de la sociedad civil (OSC) del país demandaron una cobertura legal y consiguieron en 2004 la aprobación de la Ley Federal de Fomento a las Actividades Realizadas por las Organizaciones de la Sociedad Civil (Lffarosc), un marco legal que las reconoce como actores de interés público y ofrece sustento jurídico para su participación y fomento. Sin embargo, el 14 de febrero de 2019, el gobierno federal emitió la Circular Uno, que canceló el acceso a los recursos públicos para sus proyectos de utilidad pública, y contradice lo establecido en dicha ley. Decisión acompañada con la desacreditación del compromiso con la democracia y los derechos humanos mostrado por la sociedad civil por décadas.

Contra toda evidencia, en 2005 el Consejo Técnico a modo del entonces director financiero del IMSS, Santiago Levy concluyó que el Régimen de Jubilaciones y Pensiones de sus trabajadores era el problema más grave de la institución. No lo es! Pero sirvió al foxismo para ocultar el error esférico de la reforma-Zedillo-1995 que, desde entonces, presiona sobre sus finanzas.
Una vez más, Giorgio Agamben ha despertado el asombro, el encono y, hasta cierto punto, un sentimiento de extrañeza en la opinión pública del viejo continente. Se trata de un texto publicado en el sitio del Instituto Italiano per gli Studi Filosofici el pasado 23 de mayo bajo el título: Requiém por los estudiantes. Con las medidas de confinamiento impuestas para impedir la diseminación del Covid-19, las universidades de todo el mundo –y no sólo ellas, también los sistemas escolares básicos– optaron por trasladar el conjunto de sus actividades –clases, seminarios, exámenes, congresos, conferencias– a las plataformas privadas en línea. En su mayor parte, las que vuelven disponibles los grandes conglomerados estadunidenses de las industrias de la hightech y los bigdata (Google, Facebook, Hotmail, Gmail, Whatsapp, etcétera).
La reforma del Estado. Casi toda la conversación pública en las últimas semanas se relaciona de distintas maneras con la debilidad, las deformaciones y las ausencias del Estado. El tema de su reforma es clave, porque sin ella difícilmente se podrán implementar muchas de las exigencias que ya estaban presentes en el horizonte y que se han agudizado con la pandemia. La pregunta clave es: ¿cuál Estado se busca reformar?
Paradoja perfectamente comprensible: la actual imposibilidad absoluta de realizar actividades culturales en vivo con público ha desatado una auténtica explosión de música en línea que cubre una gama enorme, casi infinita, de ideas, formatos, expresiones, modos de producción y vías de difusión, que van desde los esfuerzos individuales de quienes reparten música en vivo desde su estudio, hasta el reciente, monumental Festival Mahler que el Concertgebouw de Ámsterdam realizó en línea. Un ejemplo actual, interesante y bien logrado, es la pieza coral Islas, escrita en Alemania por la compositora mexicana Diana Syrse a pedido expreso de la Universidad Nacional Autónoma de México, a través de El Aleph. Festival de Arte y Ciencia, que se desarrolla en línea por estos días.
Buscando por los rincones de Netflix, uno encuentra películas meritorias que no se exhibieron en salas en nuestro país. Ese es el caso de El autor, de Manuel Martín Cuenca, con el agravante que se trata de una coproducción hispano-mexicana. Estrenada en los festivales de San Sebastián y Toronto (donde ganó el premio de Fipresci), la comedia es una ocurrente reflexión sobre el proceso creativo, una indagación sobre la naturaleza del talento.

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