5/31/2010

Los periodistas pal café....


Julio Hernández López: Astillero
Es explicable que a los ocupantes actuales del gobierno federal les resulte difícil festejar los procesos de lucha que desembocaron en la Independencia nacional y la Revolución de 1910. No sólo resultan ingratos para el calderonismo los pasajes de esas historias en sí, como vías de recuerdo y análisis, sino en especial los aires reivindicatorios actualizados que soplan en razón del momento crítico que vive el país, entregado cada vez más a los intereses extranjeros, en particular los estadunidenses y españoles, y a una especie de neoporfirismo cancelador de ciertos avances sociales e instaurador de una amenaza creciente de dictadura armada.
Sustancialmente contrario ese calderonismo a los conceptos de lucha popular, revolución, independencia y soberanía nacionales, ha hecho afanosamente todo cuanto le ha sido posible para disminuir y opacar los correspondientes festejos oficiales, por la vía del recorte de presupuesto, el bajo perfil de la comisión organizadora de los actos conmemorativos y el enfoque frívolo, pasteurizado, de los broncos acontecimientos que han definido la fisonomía nacional. Pero no sólo esas maniobras de burocratismo clásico: también ha desplegado el lic. Calderón a lo largo de este año significativo las mayores de sus artes de desconcierto y angustia sociales, sumiendo a la nación en una montaña rusa de violencia, ejecuciones, actos contra la población civil, militarización sin reserva, escándalos políticos y muestras cínicas de ineficacia, corrupción e impunidad que han mantenido a los mexicanos más atentos a las trágicas novedades del día que a la evocación y la exaltación de las fechas que incluso habían sido convertidas en una especie de fetiche numérico que conllevaba la idea simplista de que por motivaciones de calendario se darían reproducciones en automático de gritos y planes de sublevación contra los poderes opresores.
Ayer, en sincera continuidad de la estrategia de evasión histórica que ha mantenido hasta ahora, el antes mencionado jefe administrativo del conservadurismo mexicano realizó una maniobra de transporte (Mudanzas Felipe) a la que pretendió dar un barniz de altos vuelos ceremoniales y a la que acompañó con un discurso de presunta salud republicana cuya evidente condición falaz confirma que entre más colores fantasiosos usa Calderón en su paleta oratoria para pintar un México exitoso, rebosante de justicia y prosperidad, peor es la realidad que él ha reducido políticamente al negro, el gris y el rojo. Mover los restos óseos de 12 personajes de la Independencia para enigmáticos servicios de mantenimiento que permitirán su posterior exhibición pública es un acto de congruencia del ocupante de Los Pinos: aparentar que se hace algo, trastocar para disimular, dar tratamiento ligero a lo que debería ser profundo, exhibir con sentido de espectáculo. El recurso escenográfico oportunista y descafeinado provoca de manera natural rechiflas de quienes ven al aparato oficial simular homenajes y solidaridad con lo que evidentemente le resulta distante, molesto y contrario.
Los Pinos ni siquiera se atreve a emitir un suspiro diplomático de incomodidad por el envío de mil 200 miembros de la Guardia Nacional de Estados Unidos a la frontera con México, y camina dócilmente por el sendero de anexionismo que Washington ha trazado en aras de una integración subcontinental. Los gritos de dependencia del licenciado Calderón también son emitidos en España, de donde han llegado inversiones ventajosas, lesivas para el interés mexicano, en una especie de reconquista iniciada por el difunto secretario Mouriño, pero también el modelo de polarización social para marginar a la izquierda y golpear a sus personajes importantes, una suerte de neofranquismo adaptado a la colonia mexicana.
En el remolino de adversidades que el calderonismo cultiva con aplicación, lo electoral va tomando rutas de tragicomedia. A los pobres Chuchos colaboracionistas y al salobre estratega Camacho les va quedando muy grande la casaca militar de opositores cuasi revolucionarios que pretenden instalarse para defender su creación de Quintana Roo, el ahora famoso Greg a quien no solamente acusa el calderonismo con su estilo conocido de invenciones judiciales para propósitos electorales, sino también ecologistas y luchadores de causas sociales que no encuentran motivos para defender al presunto mártir de la democracia ni para secundar la estrategia de sustitución práctica en la campaña, que no en la candidatura, que ha asumido la esposa del peculiar pastor ahora encarcelado.
El panismo, mientras tanto, sometido a las instrucciones gubernamentales que retransmite el dirigente César Nava, camina sin mucha esperanza a escenarios electorales que al menos en sus términos actuales parecen favorecer al PRI, que en Querétaro convirtió en gran espectáculo la toma de posesión de Emilio Gamboa Patrón de un cargo relativamente menor, la dirigencia del sector popular de ese partido, membrete cada vez menos influyente en las decisiones reales que ahora toman enérgicamente los gobernadores y no la estructura tradicional del tricolor. Pero la reaparición pública de Gamboa se convirtió en confirmación de los apetitos desbordados de un priísmo que se siente inequívocamente llamado a ganar la mayoría de las elecciones de gobernador de este año, aunque la proclama oficial fue que triunfarán en los 12 casos, y a volver a instalarse en Los Pinos. Falta ver si el priísmo y la nación en general arriban a esos escenarios electorales o son modificados por la estrategia calderonista de creciente violentación de lo público, de siembra de temor social en el cumplimiento de tareas cívicas (el censo, por lo pronto) y de repliegue sin defensa ante amenazas genuinas o manipuladas de acciones de narcotraficantes que en los hechos acaban instaurando estados de sitio regionales. Ante todo ello, ¿podría Felipe, de verdad, lanzar vivas sinceras, promover festejos y encomiar los aires de independencia y revolución? ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
Muy a las calladas la Comisión Federal de Competencia –léase Eduardo Pérez Motta– dio su autorización a una operación que mostró una vez más cómo los negocios del petróleo y el gas se realizan sin pedir su opinión a los dueños, que son los mexicanos. Sempra Energy anunció a fines del mes de febrero anterior que había completado la adquisición de un gasoducto y otras instalaciones propiedad de la también empresa estadunidense El Paso Corp., por la suma de 300 millones de dólares. Pemex (Juan José Suárez Coppel) es socio al 50% de El Paso Corp. El gasoducto, no es superflua la precisión, está ubicado en territorio mexicano. ¿Quién es Sempra? Un consorcio estadunidense al que Vicente Fox le abrió las puertas para que estableciera en Rosarito, Baja California, una terminal marítima para la descarga de gas, que luego transporta a sus clientes al otro lado de la frontera. La planta había sido rechazada por los ecologistas californianos, pero Fox pasó por encima de las protestas de los mexicanos. Sempra también tiene una distribuidora de gas: Ecogas, con 90 mil clientes residenciales, comerciales e industriales en Mexicali, Chihuahua, La Laguna y Durango. Al adquirir el gasoducto y otras instalaciones de El Paso Corp, la empresa Sempra fortalece sus negocios en México. Pemex conserva el 50%. El gasoducto transporta gas natural de la frontera con Estados Unidos a una planta de la CFE (Alfredo Elías Ayub). Y ésta vende electricidad a California, a costo más bajo que en México. Está presente la línea borrosa que debería separar con claridad los negocios privados y los públicos. En resumen, la venta del gasoducto ya es un hecho.
Adicto al presupuesto
Después del fracaso del Renaut ni siquiera debería ponerse a discusión la necesidad de que Héctor Osuna deje la presidencia de la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Debió renunciar por el escándalo de la base de datos fallida, y antes, por su papel en el asunto de la ley Televisa. Es una de las herencias que dejaron la señora Marta y Fox para favorecer a la televisora, a fin de que cubriera los agujeros que heredaron en sus seis años en Los Pinos. Sin embargo, se sabe que el panista, que también dejó una huella lamentable a su paso por la alcaldía de Tijuana, anda moviéndose para repetir en el cargo.

Carlos Fernández-Vega: México SA
res organismos internacionales (Cepal, FAO e IICA) advierten tristemente que en este año de la recuperación, México incrementará aún más la importación de alimentos (léase aumentará su dependencia alimentaria) por la sencilla razón de que la producción nacional en este renglón se mantiene a la baja, mientras la autodenominada autoridad se mantiene en la fiesta y tan delicada proyección no le quita el sueño. Y como muestra un botón documentado por el Inegi: en el primer trimestre de 2010, México erogó 4 mil 291 millones de dólares para comprar alimentos en el mercado internacional (fundamentalmente en Estados Unidos), lo que representa un crecimiento de 14 por ciento respecto de igual periodo de 2009, y equivale, en ese lapso, a un gasto de 2 millones de dólares por hora.
El sábado pasado, en este espacio, se comentó el informe Perspectivas de la agricultura y del desarrollo rural en las Américas: una mirada hacia América Latina y el Caribe 2010, elaborado por la Cepal, la FAO y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), en el que se advierte que México, que ya era uno de los principales importadores netos de la región, ahora depende aún más de las importaciones, y no precisamente de artículos suntuarios, sino de los prioritarios. El estómago nacional, pues, depende en grado sumo de lo que se produzca, de lo que cueste y de lo que en la materia se decide fuera del país.
Pues bien, entre el barullo de las matracas y los silbatos que festejan el regreso a la normalidad, porque la crisis ya se acabó, el Inegi informa que de enero a marzo, por ejemplo, la importación de pescado fresco o refrigerado se incrementó casi 50 por ciento, para abastecer a un país con más de 10 mil kilómetros de litorales; que la de café reportó un crecimiento de 105 por ciento, justo para un país con uno de los mejores granos del mundo; que, para no variar, la compra de maíz en los mercados internacionales avanzó alrededor de 20 por ciento, precisamente en un país cuya dieta fundamental se basa en ese cereal, y que, en fin, la de azúcar registró un crecimiento de casi 260 por ciento, en un país que no hace mucho exportaba grandes cantidades del dulce.
Qué peligroso regresar a la normalidad, porque, como se ha comentado en este espacio, desde hace muchos años –con mayor intensidad desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte– la dependencia alimentaria registra un avance igual de sostenido que de peligroso. El estómago nacional cada día depende más de los abastecedores externos, y sólo en situaciones de crisis –la del catarrito, por ejemplo– se observan descensos relativos en el volumen y valor adquirido en el mercado externo –el estadunidense, fundamentalmente–, pero al primer signo de lo que algunos llaman reactivación económica dichos indicadores repuntan alegremente para seguir la escala ascendente.
Para dar una idea más amplia de cuál es el delicado problema, vale subrayar que en la última década México ha gastado algo así como 150 mil millones de dólares (40 por ciento de ellos en el calderonato) para adquirir alimentos en el exterior y comercializarlos en un país en el que se producía prácticamente todo lo que ahora se compra allende nuestras fronteras y a precios cada día más elevados.
El sexenio calderonista arrancó con severos aumentos de precios en los alimentos; esta situación se agravó en 2007 y 2008; aún más con el catarrito, pero el inquilino de Los Pinos asegura que se trata de una coyuntura alimentaria, la cual, dicho sea de paso, acumula varias décadas. En el recuento, vale recordar que 30 años atrás el entonces presidente José López Portillo anunció con bombo y platillo el llamado Sistema Alimentario Mexicano (SAM), que establecía metas de consumo alimentario y medios para satisfacerlas desde dos vertientes fundamentales: un rápido aumento en la producción de alimentos básicos y apoyos múltiples al consumo de las mayorías empobrecidas de México, y advertía que el país tiene todas las posibilidades históricas y materiales para tomar un rumbo que revierta vigorosamente tendencias que, en estos momentos de graves definiciones internacionales, nos pueden conducir a la desnacionalización por la vía de la dependencia económica y tecnológica... (estamos ante) la quizá irrepetible y única posibilidad de satisfacer sin concesiones innecesarias nuestro gran potencial de crecimiento, ampliando la base productiva y el mercado interno, sentando así bases sólidas de soberanía y de una economía eficiente y poderosa.
¿Qué sucedió? La importación de alimentos se incrementó y el sucesor de JLP, Miguel de la Madrid, quiso revertir esa tendencia con otro programa: el Nacional de Alimentación (Pronal), que prometía lo mismo que el SAM (autosuficiencia alimentaria para resguardar la soberanía nacional y elevar el nivel de vida de los campesinos), con el añadido de reducir en cuando menos 30 por ciento la compra de alimentos en el exterior. Logró exactamente lo contrario, y aumentó aún más la adquisición de alimentos en los mercados internacionales. Llegaron Salinas, Zedillo y Fox, cada cual con su oferta de gobierno, y la importación de alimentos creció y creció, a grado tal que alrededor de la mitad de lo que los mexicanos comen proviene del extranjero, principalmente del norte, mientras el campo produce pobres y migrantes al por mayor, que ya no migran a las grandes ciudades, sino directamente al mismo norte que nos abastece.
¿Y con Calderón? Lo mismo, con idéntico discurso (la seguridad alimentaria es un asunto de Estado). Se comprometió a paliar la situación financiera de los mexicanos ante el incremento de los precios de los alimentos a escala mundial y a facilitar el abasto y el acceso de los consumidores mexicanos a los mejores precios de los alimentos en el mercado internacional; impulsar la producción de alimentos y aumentar la productividad del campo mexicano. Nada de eso sucedió. El Inegi documenta que sólo en 2009, el año de la gran crisis y de la astringencia de divisas, salieron de México alrededor de 16 mil 235 millones de dólares para adquirir alimentos, 22 por ciento menos que en 2008 (casi 21 mil millones), pero no por el incremento interno de la producción, sino, precisamente, por la crisis.
Las rebanadas del pastel
Con todo y el creciente gasto en importación de alimentos, en 2006, 14.42 millones de mexicanos se encontraban en condición de pobreza alimentaria, y para 2008 sumaban 19.46 millones. De acuerdo con el Coneval, 46 por ciento de la población registra algún grado de inseguridad alimentaria (de leve a severo). Y van por más.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

David Márquez Ayala: Reporte Económico
Según las últimas cifras del INEGI, el Producto Interno Bruto (PIB) - el valor total de los bienes y servicios producidos en el país - ascendió en el primer trimestre de este año a 12 billones 325 mil 523 millones de pesos anualizados (multiplicados por cuatro) (Gráfico 1).A precios constantes (quitando la inflación), el PIB del primer trimestre totalizó 8.358 billones de pesos de 2003 (anualizados) y representó un crecimiento real de 4.3% respecto al primer trimestre de 2009; dicho monto es, sin embargo, aun inferior al PIB del primer trimestre de 2007 (Gráfico 2).
Colombia: democracia sin rumbo
Aunque ninguno de los contendientes registrados logró la mayoría absoluta, los ganadores incuestionables de la elección presidencial realizada ayer en Colombia son, en ese orden, la abstención (ligeramente mayor a 50 por ciento) y el candidato oficialista, el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, quien logró 46.57 por ciento de los sufragios emitidos, seguido de lejos por el centrista Antanas Mockus, ex rector de la Universidad Nacional y ex alcalde de Bogotá, quien, tras disputar el primer sitio en las encuestas y causar furor en las redes sociales, se desinfló en las urnas y obtuvo apenas 21.48 por ciento de los votos. Las izquierdas electorales colombianas, nucleadas en el Polo Democrático Alternativo, no lograron reunir ni 10 por ciento de los sufragios. El resultado final habrá de dirimirse en fecha próxima en una segunda vuelta entre Santos y Mockus.
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El Correo Ilustrado
El caso British Petroleum, advertencia para no concesionar recursos de Pemex a empresas extranjeras, opinan. Hace más de 40 días sucedió un severo colapso de una plataforma petrolera a cargo de British Petroleum, en el Golfo de México. ¿Su grave consecuencia? El deterioro del entorno ecológico, con afectaciones a la fauna y la flora del mar y tierra. Recordemos el Ixtoc y el derrame donde con mucho esfuerzo Pemex logró su contención.
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Iván Restrepo: Tarea para titanes
Hace casi dos meses, el 2 de abril, se presentó en Los Pinos el más ambicioso programa relacionado con el agua. Presidió la ceremonia el licenciado Calderón acompañado de funcionarios y personalidades de la vida académica y empresarial. Entre ellos, el hombre más rico del mundo, el ingeniero Slim. El programa lo elaboró la Comisión Nacional del Agua y se llama Agenda del Agua 2030. Tiene como finalidad fijar el quehacer gubernamental y de la sociedad los próximos veinte años con fines muy precisos. Menciono los más destacados: limpiar todos los ríos de basura y contaminación; dotar de agua potable a toda la población; rehabilitar todas las cuencas hidrográficas, recargar los acuíferos y asegurar que ninguna población del país esté más en áreas frágiles y vulnerables a las inundaciones.
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Las noticias, las expectativas y las opiniones acerca de la economía mundial van en zigzag. El cuestionamiento acerca de lo que pasa y de cómo actúan los gobiernos y los bancos es muy grande; también aumenta la desconfianza de la gente.
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Fidel Castro Ruz: El imperio y la droga
Cuando fui detenido en México por la Policía Federal de Seguridad, a la que por puro azar se le hicieron sospechosos algunos movimientos nuestros, a pesar de que los hacíamos con el máximo de cuidado para evitar el zarpazo de la mano asesina de Batista ?-como hizo Machado en México cuando el 10 de enero de 1929 sus agentes asesinaron a Julio Antonio Mella en la capital de ese país-, aquella pensó que se trataba de una de las organizaciones de contrabandistas que actuaban ilegalmente en la frontera de ese país pobre en sus intercambios comerciales con la poderosa potencia vecina, industrializada y rica.
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Alexander Naime S. Henkel: Futbol y sociedad en África
Un balón de futbol profesional pesa alrededor de 400 gramos. La cancha de futbol mide 115 metros de largo y 65 de ancho. Veintitrés pares de zapatos corren dentro del campo. Pero el futbol no se define por estos datos. El futbol es danza, puede ser arte, pero también es instrumento de conciliación política.
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Hermann Bellinghausen: Una probada de miel
Lo que toma poner un pie delante de otro, y ya en la escalinata de hierro del caso, descender dejando atrás el tren que te trajo a esta ciudad en alto, y te desemboca en el céntrico mercado popular de los agricultores de la región.
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