FOTO: Octavio Gómez
Salinas y Azcárraga. Talk show filantrópico.
Salinas y Azcárraga. Talk show filantrópico.
Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 8 de noviembre (apro).- Quizá sólo quienes se la pasaron pegados a la pantalla de televisión durante tres meses, teleadictos del más reciente talk show filantrópico ideado por Televisa y sus secuaces, podrían concluir sin vacilación que Iniciativa México “nos pertenece a todos” y que tras su conclusión, este domingo 7, la nación es otra. Pero el resto sabemos que, efectivamente, fue un fraude.
Una estafa, una más del entramado de intereses que preside Televisa.
Ni siquiera el aumento a los premios, que en el inicio contemplaba para el primer lugar la ridícula cifra de 2 millones de pesos y un millón para cada uno de los otros cuatro finalistas, pudo darle un significado distinto al de un espectáculo televisivo de impostada caridad.
El objetivo de Televisa, Televisión Azteca y los medios coludidos fue, desde el principio, muy claro: Hacer sentir otra vez de manera abierta su poder y, después de una inversión de 58 millones de pesos –con los que premiaron a 50 participantes--, garantizarse recursos del Estado para hacerse pasar por muy justicieros.
Y lo lograron: El modelito instaurado por Enrique Peña Nieto, quien la semana pasada hizo aprobar al Congreso local la entrega de 73 millones de pesos anuales hasta el 2022 al Teletón –otro invento de Televisa y sus secuaces--, ya fue imitado por Felipe Calderón, quien prometió entregar un peso por cada uno de los entregados por Iniciativa México a los ganadores y, como el gobernador del Estado de México, adelantó que para los concursos siguientes aumentará a dos pesos lo aportado por el gobierno.
Un aspirante presidencial que tampoco desaprovechó la cadena nacional de televisión para quedar bien fue el priista Manlio Fabio Beltrones, y retó a Calderón a financiar 100 proyectos de Iniciativa México con recursos gubernamentales.
Así, el poder mediático podrá disponer de recursos del Estado para su causa filantrópica a que palian lacras sociales, mientras encubre y justifica las políticas que las generan.
No podía ser de otro modo si los promotores de la Iniciativa México son los magnates que se han enriquecido con el despojo del patrimonio nacional, los monopolistas que aplastan cualquier competencia y que aniquilan cualquier intento que ponga en riesgo sus intereses.
Fue de risa ver a Claudio X. González, operador de Carlos Salinas, evaluar los proyectos de los finalistas, junto a empresarios como Armando Paredes, expresidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el organismo cúpula que violentó la ley electoral en 2006 con toda impunidad.
Y algo al mismo tiempo triste e indignante: El rector José Narro usó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para convalidar la estafa de Iniciativa México, por lo visto con un lucro para sus particularísimas ambiciones.
Por supuesto, no está en entredicho el trabajo social de los cuatro finalistas y seguramente es también inobjetable la mayoría de los 47 mil proyectos inscritos, cuya vigencia no obedece a salir en la tele, sino a un compromiso con la comunidad. A ellos, felicidades.
Ya se oyen los maullidos de los gatos…
Apuntes
Hablando de fraudes, en la edición de Proceso de esta semana, en que celebra el 34 aniversario de su fundación, se acredita cómo César Nava falsificó la mayor parte de supuestos 371 mil nuevos militantes del PAN en la campaña de afiliación que lanzó hace un año. Se afiliaron apenas 81 mil ciudadanos, una quinta parte de lo pregonado por él. En efecto, al inicio de la campaña nacional de afiliación denominada “Entra en acción”, que se inició el 22 de noviembre y concluyó el 6 de diciembre de 2009, el PAN tenía registrados un millón 50 mil adherentes y ahora, según cifras del Registro Nacional de Miembros (RNM), actualizadas al 27 de octubre de este año, sólo están registrados un millón 131 mil 866 adherentes, es decir, apenas 81 mil 866 militantes más de los que había al iniciar la campaña…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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