Sharing Buttons
Colombia, 16 mar. 17. AmecoPress.- Históricamente
la tierra ha estado en el centro de conflictos sociales y armados a
nivel mundial; la disputa por su tenencia, control y uso ha
desencadenado luchas sistemáticas y generalmente violentas. En Colombia,
por ejemplo, la alta concentración de la tierra en pocas manos, los
altos niveles de pobreza y vulnerabilidad rural, así como la imposición
de modelos económicos que desconocen las comunidades locales,
constituyen unas de las causas directas y estructurales del conflicto
social y armado, y del consecuente desplazamiento y despojo de tierras
de millones de personas.
Para
algunos sectores empresariales, terratenientes, latifundistas, actores
armados, y élites políticas, la tierra es simplemente un capital
comercial, generador de riqueza, poder y ventaja militar. La necesidad
de control territorial, la adquisición ilegal de la tierra y la
imposición de intereses económicos y políticos, ha traído consigo un sin
número de abusos; desde el ejercicio de violencia física, como
homicidios, desapariciones, amenazas y masacres; hasta el uso ilegítimo
de figuras jurídicas como compraventas forzadas, desalojos policiales,
falsificación de títulos, y recientemente el uso abusivo de la Ley 1448 -
de Víctimas y Restitución de Tierras, y la judicialización de líderes y
lideresas rurales.
Esta visión de la tierra ha generado un efecto
devastador en millones de personas, que dependen históricamente de ella
para su supervivencia. Para las comunidades rurales (campesinas,
indígenas, afro) el territorio es entendido como un espacio vital, donde
se desarrollan sus relacionales sociales, culturales, económicas y
espirituales.
Muchas de ellas utilizan productivamente la fuerza de trabajo de toda la
familia y la comunidad, así como los recursos naturales y sociales,
para garantizar tanto su subsistencia, como el mejoramiento de la
calidad de vida de poblaciones enteras; preservando a su vez el medio
ambiente, las fuentes de agua, la flora y la fauna.
Para ellos y
ellas el territorio abarca los ríos, las ciénagas, los bosques, los
animales, la cultura, la historia, los caminos, sus relaciones y lugares
espirituales. “La tierra es todo, pues es allí donde desarrollamos
nuestra vida, nuestra identidad, de donde obtenemos los medios de
subsistencia y donde podemos vivir con dignidad”.
Este manual, es
resultado del acompañamiento que PAS y PI realizan a comunidades
campesinas, afro e indígenas en diferentes regiones de Colombia y hace
parte del esfuerzo que adelanta PI para caracterizar y prevenir este
fenómeno a nivel mundial.
Tiene como objetivo ofrecer elementos
prácticos y de reflexión a los defensores rurales y a sus comunidades,
sobre cómo la estigmatización, criminalización y judicialización, son
utilizadas para desestabilizar y debilitar sus procesos organizativos de
defensa de derechos, caracterizándose como una estrategia más para
consolidar el despojo de sus tierras.
Esperamos que el manual
sirva como una herramienta de fortalecimiento de la labor de los
defensores rurales, que en el país continúan resistiendo pacíficamente y
luchando por la defensa legítima de sus derechos y su permanencia en el
territorio.
(Se adjunta Manual completo)
Foto: Archivo AmecoPress.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario