Advierte Disability Rights International
Las niñas y adolescentes que sobrevivieron al incendio del 8 de marzo en
el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, “por lo menos siete de ellas
embarazadas”, enfrentan hoy “un peligro inmediato”, al ser trasladadas a
instituciones donde siguen enfrentando segregación y abuso.
“Hay evidencia que apunta a que la misma violencia, violaciones y trata
sexual a la que fueron sometidas” las niñas en el Hogar Seguro “son
generalizadas en todo el sistema público e incluso privado de
Guatemala”, advirtió la organización Disability Rights International
(DRI) en un informe publicado este miércoles, donde recoge testimonios
de las sobrevivientes que fueron trasladadas a otros lugares.
DRI es una organización promotora de los derechos humanos de personas
con discapacidad, cuyo equipo de investigación estaba en Guatemala el
día del incendio por el que murieron 40 niñas y decenas quedaron
heridas. Su objetivo era verificar del 7 al 11 de marzo, el estado de
instituciones como Hogar Seguro, para emitir recomendaciones, pues ya
tenían antecedentes de su mal funcionamiento.
El incendio se originó, según testimonios recogidos por DRI y por
diversos medios de comunicación y organizaciones defensoras de los
derechos de la infancia y de las mujeres, cuando un grupo de niñas
protestaban por los abusos físicos y sexuales a la que eran sometidas en
el albergue, incluida la trata con fines sexuales.
Un día antes, un grupo de niñas y niños había intentado escapar, pero
fueron regresados y encerrados en el albergue. La Fiscalía investiga hoy
si el fuego se originó porque las niñas incendiaron colchonetas o fue
provocado intencionalmente por personal del albergue, como acusan niños
sobrevivientes.
Tras el incendio, el equipo de DRI habló con las niñas y niños
sobrevivientes del Hogar Seguro: 50 que permanecían en ese lugar, 43
transferidos al Hogar de Abrigo y Bienestar Integral, institución
pública para niñez con discapacidad, conocido como ABI, y con 130
sobrevivientes que están ahora en la escuela especial Alida España de
Arana. También hablaron con el personal a cargo del cuidado de las y los
sobrevivientes.
EN PELIGRO
Varias de las niñas y adolescentes (que fueron antes objeto de abusos
físicos, sexuales, y de trata con fines sexuales, como reconoce la
Procuraduría de Derechos Humanos del país) presentan ahora
“comportamientos auto-abusivos”: se golpean a sí mismas, se pican los
ojos, o regurgitan los líquidos del estómago”. Ante esto, personal del
lugar a donde están ahora, aunque “es bien intencionado” no sabe cómo
responder a estos comportamientos y su reacción generalmente es
amarrarlas.
Las niñas, niños y adolescentes fueron trasladados sin pertenencias más
que la ropa que llevaban, y la institución a la que llegaron no tiene
material para actividades o juguetes para ellos, lo cual exacerba el
trauma que han sufrido, dice el informe.
“Lloraban incesantemente y el personal informó que muchas niñas y niños
lloran durante toda la noche. Presentan un nivel “extremadamente alto de
ansiedad”, llorando, gritando y golpeándose los unos a los otros y lo
único que podemos hacer es medicarlos, señaló al equipo de DRI un
maestro en Educación Especial, que trabaja en uno de los albergues; o
bien tratan de adivinar cómo atenderlos.
En otro albergue, “algunas de las niñas y los niños exhiben conductas
híper-sexuales, las cuales pueden ser resultado de haber sobrevivido al
abuso sexual”, “están experimentando graves estados de angustia ante la
pérdida de todo lo que les es familiar y la pérdida de todas sus
pertenencias”.
Lloran “por sus amigos y sus familias o por regresar al único hogar que
alguna vez conocieron, el Hogar Seguro donde se quemaron las niñas”,
revela el informe.
Los niños tienen miedo de ir a dormir por la noche. Olían el fuego y
temían quemarse; lloran y quieren ver a sus padres, señaló una psicóloga
en Alida España de Arana.
Había un niño severamente golpeado en Hogar Seguro, la noche del 11 de
marzo, señala otro testimonio, mientras un niño dijo ahí mismo que tenía
miedo de pasar una noche más en ese lugar.
Cada noche que pasan en esos lugares, señala el informe, les genera un
daño emocional. “Estas niñas y niños deberían estar en familias, dijo la
subdirectora de la Institución ABI a donde fueron trasladadas algunas
víctimas.
Más aún, señala DRI, preocupa también que esta niñez, que sobrevivió a
abusos antes de estar en Hogar Seguro, que fue víctima en ese lugar y
que sobrevivió al incendio, sea transferida de nuevo “a otras
instituciones, re-traumatizándolos todavía más”. Peor aún, que se queden
de forma permanente en esas instituciones, “donde enfrentarán abusos,
riesgo de detención a largo plazo, atención insuficiente y segregación
de la sociedad”.
Estas instituciones, afirmó el doctor Matt Mason, de la Universidad de
Georgtown, “son el último lugar donde se debería poner a un niño que
sobrevivió a un trauma. Estos entornos caóticos e inseguros sólo
contribuyen al sufrimiento de las niñas y niños y a generar problemas de
salud mental a largo plazo”
REPARACIÓN DEL SUFRIMIENTO
El informe del DRI señala que la infancia sobreviviente de Hogar seguro
merece “no sólo la reparación por el sufrimiento que han sido forzados a
soportar, también merecen asistencia inmediata para regresar con sus
familias o familias extendidas”.
Para las niñas y niños que han sido separados de sus familias por muchos
años, el gobierno de Guatemala debe tomar medidas inmediatas para crear
programas de familias sustitutas (o de acogimiento), como recomiendan
las normas internacionales de derechos humanos.
Y las niñas y niños con
discapacidad que sobrevivieron al incendio tienen derecho a vivir en la
comunidad en igualdad de condiciones que los demás.
Recuerda que en agosto de 2016 el Comité sobre los Derechos del s
Personas con Discapacidad de la ONU (Comité de la CDPD) pidió a
Guatemala abolir “todas las colocaciones en instituciones para todos los
niños de todas las edades, con o sin discapacidad”, debido a los abusos
que se cometen en ellas.
El financiamiento público y privado que reciben, dice DRI, debe
dirigirse a crear alternativas comunitarias, acordes con lo que indica
el CDPD, para finalizar con las condiciones de violencia, violaciones y
trata que ocurre en las instituciones, como señala la evidencia. No
deben usarse los recursos para remodelar o expandir esos orfanatos,
dice, y no hay excusa para colocarlos nuevamente en esos lugares, “donde
sus derechos serán inevitablemente violados una vez más”.
DRI recomienda reintegrar a las y los sobrevivientes con sus familias,
“cuando esta sea posible y con los apoyos necesarios, según lo
solicitado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en
las Medidas Cautelares No. 958-16 otorgadas a Guatemala”.
Sugiere también “emitir una lista pública con los nombres de todas las
niñas, niños y adolescentes que se encontraban detenidos en el Hogar
Seguro, así como el lugar y las condiciones en las que se encuentran.
Esta lista debe ser actualizada de manera permanente”.
RESPONSABILIDADES Y CASTIGOS
DRI señala también en su informe que el Gobierno de Guatemala debe
“reconocer los abusos sufridos por los sobrevivientes del Hogar Seguro y
otorgar reparaciones, “reconocer expresamente la explotación, los
abusos y malos tratos – y en algunos casos tortura – y otorgar a las
víctimas las reparaciones exigidas bajo el derecho internacional.
Recuerda que las personas sobrevivientes de abuso tienen el derecho a
recibir atención psicológica para su recuperación y reinserción social
en la comunidad.
Y que está pendiente la aprobación de la Ley No. 5125
sobre personas con discapacidad.
Finalmente, sugiere investigar y procesar a las personas que cometieron
abusos, efectuar una exhaustiva investigación penal en torno a las
muertes ocurridas en el Hogar Seguro, donde indague abusos y trata de
personas, delitos por los que protestaban las niñas y adolescentes el
día del incendio.
El informe está dedicado a las víctimas del incendio en el Hogar Seguro
Virgen de la Asunción, “quienes dieron sus vidas defendiendo sus
derechos y protestando contra los abusos cometidos”.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Guadalupe Gómez Quintana
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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