3/17/2017

La guerra sucia ya llegó


Jesusa Cervantes 

Falta un año y medio para las elecciones presidenciales de 2018 y ya se desataron los golpes bajos. En la Cámara de Diputados, por ejemplo, circula una encuesta que muestra una gran aprobación para Margarita Zavala, una calificación paupérrima para la gestión de Peña Nieto y una gran preferencia a favor de Andrés Manuel López Obrador. Supuestamente los datos fueron recopilados por la propia cámara, y aunque el presunto responsable lo niega, hay indicios que apuntan, más bien, a una filtración…
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Cuando falta poco más de un año para las elecciones presidenciales de 2018, ya comenzaron las campañas negras –veladas o abiertas– y la aparición de encuestas “fantasma”. Andrés Manuel López Obrador es el centro de este fenómeno, ya sea para atacarlo, ya para colocarlo como quien encabeza las preferencias de voto.
Los próximos miércoles 22, jueves 23 y viernes 24, la Asociación de Bancos de México realizará su convención anual en Acapulco. El título del encuentro, El dilema global: liberalismo vs populismo, generó malestar entre algunos funcionarios, quienes optaron por no participar, pues aún recuerdan las campañas negras de 2006 y de 2012.
Del lado del PRI, el presidente Enrique Peña Nieto deslizó el primer ataque durante la celebración de los 88 años de dicho partido, el pasado 4 de marzo: “Hoy nuevamente hay riesgos de retroceso. Al igual que hace seis años, están resurgiendo las amenazas que representan la parálisis de la derecha o el salto al vacío de la izquierda demagógica”.
Y en San Lázaro se encendieron las alertas luego de que empezara a circular entre legisladores de todos los partidos una encuesta denominada “Aprobación presidencial y prospectiva electoral 2018. Encuesta telefónica nacional”, cuya autoría se le atribuye al Centro de Estudios Sociales y de Opinión Púbica (CESOP), de la propia Cámara de Diputados, LXIII Legislatura.
El director del centro, el panista y exdiputado federal Marcelo Torres Coufiño, niega en entrevista que dicha instancia haya levantado tal encuesta: “No sé si están los números maquillados o son reales, o se utilizaron para buscar beneficiar o desprestigiar a alguien más”.
La oposición en San Lázaro pone en duda tal rechazo y considera que “lo incómodo” de los resultados y “su posible filtración” lleva al director a negar la autoría. De hecho hay elementos, dicen diversos legisladores, que prueban el manejo opaco y político de dicho centro.
Los resultados del citado sondeo son lapidarios contra Enrique Peña Nieto: sólo 6% de los entrevistados aprueba el trabajo que ha hecho; en contraparte, 88% lo desa­prueba. Más: 34% considera que el mayor error de su gobierno ha sido la reforma energética, y aparece un dato aún más preocupante para el priismo: 81% de los entrevistados considera que la actual administración no ha tenido aciertos.
En materia electoral, el estudio ubica a Margarita Zavala (esposa del expresidente Felipe Calderón) como el político que despierta mejor opinión. Ahora bien, aunque 17% de los entrevistados se considera panista, 28% dice que votaría por Morena… pero 45.1% no votaría por ningún partido.
La oposición pone en duda el deslinde del director del CESOP, pues hasta la fecha no les ha dicho cuáles empresas encuestadoras trabajan con el centro y desconocen por qué se pagó a una de ellas más de 1 millón de pesos por un mes de trabajo, siendo que su contrato establecía que durante 10 meses realizaría encuestas cada 30 días.
Incluso, adelantan, pedirán una auditoría sobre el manejo de los recursos y el perfil del personal contratado.
Encuestas sin dueño
Entre enero y febrero de este año la encuesta “Aprobación presidencial y prospectiva electoral 2018, encuesta telefónica nacional” llegó a los teléfonos celulares de diputados de diferentes partidos, mediante WhatsApp.
El propio director del centro admite que le llegó por esa vía. “No puedo reconocer la encuesta y como tal desconozco el contenido, los números. Es más, a mí me llegó por Whats y me extrañó mucho, porque en el CESOP no hacemos ese tipo de estudios, de encuestas. A lo que estamos dedicados es a temas sociales, de seguridad, políticos, económicos, lo que tenga que ver con el quehacer legislativo. No puedo hacer ninguna crítica. Yo no puedo hablar sobre algo que no es mío”. Acepta que en otras encuestas la imagen del Ejecutivo federal ha sido criticada.
Se le hace ver que logotipos, pantallas, tipografía, colores, orden de tópicos e incluso la presentación del estudio son idénticos a los que utiliza el CESOP en sus encuestas telefónicas. Se le pregunta si, ante ello, no interpondrá una denuncia por el uso de la imagen institucional: “En cuanto esto salió, uno de mis directores emitió un comunicado donde se desconocía el resultado. Y la verdad es que ya después de eso ya no sucedió nada… Habría que preguntarle a la Cámara de Diputados, nosotros dependemos de la cámara, y no tenemos facultad para presentar directamente una denuncia”.
Cristina Gaytán, diputada del PRD e integrante del Comité del CESOP, pone en duda lo dicho por el director.
“(La encuesta) sale con papelería oficial de la CESOP, entonces debe haber una denuncia si es falsa. Si supiéramos el proceso en que se realiza (el levantamiento de sondeos), pues nos hubiera sorprendido una encuesta así, pero como ha sido absolutamente discrecional, ¿qué garantía tenemos de que efectivamente es falsa? A mí sí me cabe la duda de que (hacer el ejercicio estadístico) pudo ser una decisión equivocada, que no midieron y que trascendió.”
Gaytán se refiere también a la encuesta sobre matrimonios entre personas del mismo sexo que concretó y publicó el CESOP sin autorización del comité. “Fue tendenciosa” y “se publicó lo que les convino”, sostiene.
“Como el CESOP ya se utilizó políticamente, yo sí tendría dudas de que, con esa misma irresponsabilidad, se hubiera podido generar un documento que se filtró.”
–¿Tiene la certeza de que el CESOP no hizo la encuesta que ubica a Peña Nieto con baja aceptación? –se le pregunta.
–No tenemos la certeza. Creo que sí pudo haber sido.
Otro miembro del Comité de la CESOP, el diputado de Movimiento Ciudadano (MC) Jorge Álvarez Maynez, coincide: “Si no hubiera esta opacidad, no hubiera este clima de desconfianza alrededor de este estudio, que me parece serio. (Los autores) adoptaron el formato que sí utiliza el centro. Si es plagio o copia, pues es una copia muy bien hecha. Cuando se falsifica una encuesta se nota en la presentación y en el sesgo de datos”.
La polémica en torno de dicho estudio, dice Maynez, no es que López Obrador encabece la preferencia electoral, sino el grado de desaprobación del presidente Peña Nieto.
Ariadna Montiel, diputada de MC y también integrante del Comité del CESOP, consideraría “grave” que el centro hubiera realizado tal encuesta sin el consentimiento del comité. “Si no la hizo el Centro, por el uso de logotipos de la Cámara de Diputados lo que procede es denunciar. Esto se vuelve mucho más grave en el contexto electoral”.
La legisladora por el Distrito Federal expresa que el director del CESOP, Torres Coufiño, debe convocar a una reunión urgente porque “alguien está haciendo llegar información en nombre de la cámara y eso no genera ningún buen precedente”.
Un millón por un mes
La Cámara de Diputados cuenta con cinco centros de estudios, que tienen un presupuesto anual de poco más de 64 millones de pesos. Uno de ellos es el CESOP, al que se le asignaron 13 millones 39 mil 746 pesos para 2017.
Al rubro de “servicios generales” se va la mayor parte: 12 millones 582 mil 548 pesos, según consta en el presupuesto, una copia del cual tiene Proceso. Para encuestas telefónicas hay 3 millones 820 mil pesos; 3 millones 310 mil para “consultoría, estadística geográfica, prestadores de servicios”, otros 3 millones 310 mil para “consultoría administrativa, proceso”, y 8 millones 556 mil para “servicios profesionales, científicos, técnicos y otros”.
La diputada Gaytán recuerda que en agosto de 2016 pidió el desglose de cada rubro, pues sus nombres son ambiguos, y a la fecha no se sabe en qué se gastó el dinero de 2016 y cómo se utilizará en 2017.
Las dudas surgen porque el CESOP no ha informado cuáles empresas participan en el levantamiento de encuestas y con qué objetivos. De hecho, los diputados supieron de un contrato con una encuestadora por 1 millón 60 mil 200 pesos más IVA, que de manera inesperada se rescindió y liquidó. Así, por un mes se le pagó una labor que debería haberse realizado a lo largo de 10.
Se trata del contrato LXIII/CESOP/007 /2016, firmado con la empresa OP Mercadotecnia, S.A., y firmado por el anterior director del CESOP, Edgardo Valencia Fontes, y el representante legal de la compañía, Alfonso García Zebadúa.
La vigencia del contrato iba del 1 de marzo de 2016 al 31 de diciembre de 2016. Sin embargo, el 25 de abril de ese mismo año, el nuevo presidente del CESOP, Torres Coufiño, rescindió el contrato “por así convenir a sus intereses respectivos”.
A la pregunta de por qué se le pagó tal cantidad a la firma, el director actual comenta: “No me lo tomes a cierto (sic), pero tengo entendido que los trabajos que iba a realizar los hizo con anticipación”.
La encuesta “Aprobación presidencial y prospectiva electoral 2018” fue telefónica. Entre el 14 y el 15 de enero se realizaron 601 entrevistas, supuestamente.
Pese a que Torres Coufiño insistió en que las encuestas no las realizó el CESOP, pues dicho centro no realiza ejercicios estadísticos electorales, en el documento Programación de Actividades 2017 del CESOP sí se tienen considerados trabajos en materia comicial. El primero se llama “Comparativa y expectativa de las encuestas y los resultados de las elecciones en México, 2016-2017”, para entregar en junio de este año; otro se llama “¿Cómo está México hoy rumbo al 2018?”, para entregar en junio, el tercero es “El voto latino en Estados Unidos. Las elecciones presidenciales 2016 y expectativas para las elecciones mexicanas de 2018”, con publicación calendarizada para julio, y finalmente “Elecciones 2017”, para difundirse en abril, dos meses antes de que se realicen los comicios en el Estado de México.
En la entrevista, Torres Coufiño asienta que las encuestadoras con que trabaja por el momento son Wise y Berumen y Asociados, además de “otras cuatro”. Algunos integrantes del comité han preguntado informalmente por las encuestadoras y se les ha dicho que eran “Wise, Parametría, Consulta Mitofsky y Buendía y Laredo”. Proceso consultó a cada una de ellas y respondieron que no trabajan con el CESOP desde hace cuatro años y no realizaron la citada encuesta de “Aprobación presidencial”.

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