Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Simular diálogos con ridículos monólogos, como el realizado “con motivo del 4 año del gobierno”, en el que Bruno Ferrari --especialista en matrimonios desintegrados y secretario de Economía--, disertó ante 50 de sus subordinados y reporteros, o el presidenciable Ernesto Cordero parloteó ante un centenar, se convirtió en una especialidad de Felipe Calderón, el mismo que al festejar los 10 años de Acción Nacional en Los Pinos y cuatro como inquilino principal, se autoelogia, festeja, ovaciona hasta la desmesura.
Significado por el ritual del tan viejo como vigente sistema político de que el quinto año es el comienzo del fin, del arranque formal de la lucha por la candidatura presidencial, para Calderón comenzó el lunes con reuniones que no suscitaron el interés ni de los subordinados de los secretarios. No olvidemos que en la condición de no ser formalmente triunfador de la elección de julio de 2006, por obra y gracia de los magistrados que sustituyeron a decenas de millones de electores, el obsesivo de los decálogos se organizó una gira que sus intelectuales orgánicos se tomaron en serio, por la serie de prebendas, sobre el México de 2040.
Cierto es que reculó en el discurso de confrontación con quien hizo posible el milagro de San Lázaro, el Revolucionario Institucional, al que culpó de los grandes males y rezagos del país, como si el Prian y el Anpri no fueran la matriz que en buena medida explica la continuidad de un modelo que ya cumplió 29 años y la tersa alternancia de hace una década. Igual que “los criminales son los culpables” de la ola de violencia más brutal y masiva que recuerden varias generaciones. La guerra que ahora apoya Marcelo Ebrard.
Él, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús, sólo entrega grandes realizaciones, sin apiadarse de los datos oficiales de las dependencias que encabezan los subordinados: recuperación del poder adquisitivo del salario en una década como no sucedía desde hace cuatro, reservas de divisas equivalentes al 34 por ciento del producto interno bruto, inflación controlada, déficit en las finanzas públicas inferior a cualquier economía desarrollada… Y la enfermiza comparación con el exitoso Brasil y su muy popular presidente, mientras el azteca se encuentra en el momento más bajo de aceptación, a pesar de que tiene en el bolsillo al duopolio de la televisión y el oligopolio de la radio.
Mas actuó con humildad al reconocer que México tiene cuatro millones más de pobres extremos, el repunte es de 3.1 por ciento durante 2006-2008, como lo documentó antes la Comisión Económica para América Latina. Pero Calderón festinó el domingo pasado que la miseria se redujo 25 por ciento en la década del panismo pinolero. Y Ernesto Cordero auxilió al jefe: “Hay más pobreza, pero con mejor distribución del ingreso”.
El decálogo tiene como punto final “Fortalecimiento de la democracia. Vivimos una década de expansión y pleno ejercicio de todas las libertades”.
Que lo digan los legisladores de la oposición a los que el gobernante emplazó, desesperado por la incapacidad para negociar: “Si o no la reforma laboral. Si o no a las reformas en materia de energía, por ejemplo. Que no se queden ahí sin resolver los temas”. Blanco o negro es el maniqueo horizonte en el que se internó para los 23 meses y 28 días que le quedan.
Intolerancia de Calderón que niega “el pleno ejercicio de todas las libertades” que tanto elogia Televisa y a varios de sus analistas los puso en acción para desacreditar a Proceso y Ricardo Ravelo, amén del boicot publicitario a una veintena de medios, cuatro de los cuales ya desaparecieron, castigados por no subordinarse a las directrices presidenciales.
Acuse de recibo
Con motivo de Los hachazos de Calderón (1-XII-10), Norma Esperanza Falcón Ruiz, abogada que radica en Villahermosa, Tabasco, pide a “Felipe Calderón Hinojosa, usted, como jefe del Estado mexicano demuestre con hechos que si la práctica de su gobierno no es en función de la legalidad, repare el error y confiese con toda lealtad a la patria su equívoco. Es de humanos cometer errores, pero es de sabios enmendarlos”... Desgarrador, además de valiente es el testimonio de Irina Echeverría Gaytán, bajo la afortunada adaptación literaria de Lourdes Díaz, publicado bajo el título de Carta a mi padre. Testimonio de una persona transexual con discapacidad, bajo el sello editorial del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (2008), con una presentación de Gilberto Rincón Gallardo y 15 mil ejemplares en su primera edición… Jesús Antonio Carlos Hernández dice a nombre del Partido Popular Socialista: “Lamentamos el festinado e imprudente comunicado del gobierno calderonista, que sin prueba alguna sobre las causas y origen de los hechos, condena a la República Popular y Democrática de Corea y, a contrapunto, proponemos, en coincidencia con otras voces más consecuentes y constructivas, la inmediata reanudación de las Conversaciones de Paz de la Seis Partes, integradas por las dos Coreas, Japón, Rusia, China y EU”.
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