“Los hombres que decidían involucrarse en el cuidado y crianza de las y los hijos lo hacían de manera silenciosa, ante el temor a las críticas, ser objeto de burlas, o ser juzgados severamente”
México
D.F. 03 jun. 14. AmecoPress/ Cimacnoticias.- De cara al Día del Padre
–el próximo 15 de junio–, especialistas advierten cambios en las
conductas masculinas a favor de relaciones más igualitarias en las
familias mexicanas.
En
México –según el Censo de Población y Vivienda 2010– habitan 19
millones de padres, y la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo aplicada
en 2009 identificó que sólo el 20.4 por ciento de ellos viven con sus
hijas e hijos, cuida de los menores de seis años, y les dedica apenas
5.6 horas de su atención a la semana.
Aunque los
datos son poco alentadores, con mayor frecuencia se puede ver a padres
de familia que cargan en brazos a sus hijas e hijos, los cuidan en su
arreglo y alimentación, acuden a juntas escolares, y tienen un papel
activo en su enseñanza.
También están
aquellos padres que asumen totalmente el cuidado y realización del
trabajo del hogar, tareas anteriormente consideradas como exclusivas de
las mujeres, ya sea por una decisión de pareja o por condiciones
económicas y laborales.
Apenas hace
unas décadas esto era inimaginable. La división sexual del trabajo, las
creencias culturales y los pensamientos colectivos que colocaban a las
mujeres exclusivamente en el espacio privado y por tanto al frente del
cuidado familiar, negaban a los varones involucrarse en estos espacios y
asumir sus responsabilidades en el cuidado del hogar.
El maestro
Eduardo Bogino Larrambebere, integrante de la Red Iberoamericana y
Africana de Masculinidades (RIAM), en su análisis de las paternidades
emergentes, sostiene que “los mandatos de género tradicionales alejan a
los hombres del cuidado, la cercanía y el cariño asignados
históricamente a las mujeres en el ámbito privado, y presenta a los
hombres principalmente como proveedores o sustentadores”.
Por ello, según
el investigador, los hombres que decidían involucrarse en el cuidado y
crianza de las y los hijos lo hacían de manera silenciosa, ante el temor
a las críticas, ser objeto de burlas, o ser juzgados severamente.
René López
Pérez, maestro en Psicología Gestalt e integrante de la organización
Género y Desarrollo (Gendes), advierte que el tema de la paternidad no
ha sido ampliamente estudiado, y por tanto no es posible atribuir a un
determinado fenómeno el cuestionamiento y ruptura, por parte de algunos
varones, de las paternidades definidas como tradicionales.
Cuestionar roles de género
No obstante es
posible distinguir que más allá de las condiciones sociales y económicas
que impulsaron a las mujeres a integrarse al mercado laboral, los años
de lucha y conquistas de las mujeres por ser incluidas en los espacios
públicos y políticos, también derivaron en que algunos hombres
comenzaran a cuestionar la forma en que quieren ser padres.
“El
cuestionamiento que hizo el movimiento feminista de que esa división
sexual del trabajo no podía ser tan tajante, la exigencia y reclamo de
su derecho a participar en la vida pública, así como el señalamiento de
que los varones también tienen que hacerse responsables de la parte que
les corresponde dentro de la familia, puede ser uno de los motivos de
que estas nuevas dinámicas sociales estén emergiendo”, explica.
López Pérez
agrega que si bien la integración de las mujeres al mundo del trabajo
provocó que muchas de ellas enfrenten hasta triples jornadas de trabajo,
también abrió la puerta para nuevas formas en las que los varones se
relacionan con sus hijas e hijos, y nuevas formas en las que se
desempeñan dentro del hogar.
De acuerdo con
el experto, existen muchas paternidades distintas, pero el ideal es
transitar al ejercicio de una “paternidad integral”, es decir aquella en
la que los hombres establezcan relaciones afectivas con su descendencia
sin descuidar el compromiso, en caso de tenerlo, de ser el proveedor
económico de la familia o colaborar con el gasto.
En esta postura
también se encuentra su incorporación al trabajo del hogar, pues “no
solamente se trata de ver quién y cómo se consiguen los recursos para el
mantenimiento del hogar sino también cómo se distribuyen las labores
del mismo”.
Como tercer punto se considera la distribución de la autoridad en la toma de decisiones familiares.
Nueva pedagogía
Estas nuevas
formas de ejercer la paternidad –explica René López– permiten caminar
hacia la plena igualdad de género, ya que al mismo tiempo que cuestionan
las formas tradicionales en las que se relacionan mujeres y hombres,
representan nuevas “pedagogías” para las y los hijos.
“Es decir si mi
hija o hijo ve que yo trato como una igual a su madre, que asumo mis
responsabilidades, aprenderán que un mundo igualitario y democrático es
posible; así construirán en un futuro este tipo de relaciones no sólo en
el ámbito privado sino en su forma de relacionarse con el resto de las
personas”, precisa.
Abunda que,
aunque se piense que es un proceso individual y de familia, lo cierto es
que el ejercicio de una paternidad integral también implica una
responsabilidad hacia el resto de la sociedad “que empieza por cómo le
explico al resto de mi familia o las personas cercanas que quiero y
decido vivir mi paternidad de esta forma”.
De cara a la
celebración del Día del Padre el próximo 15 de junio, Cimacnoticias
profundizará en los obstáculos culturales y la carencia de políticas
públicas que impiden el ejercicio de una paternidad integral.
Aunque muchos
hombres iniciaron estas dinámicas, aún se enfrentan al problema de
romper con los patrones culturales y a una política pública en materia
de igualdad de género que no promueve que los varones asuman, aunque lo
deseen, sus responsabilidades en el cuidado de los menores de edad y las
tareas del hogar.
De acuerdo con
la visión de especialistas, el tema de promover este tipo de
paternidades no se agota con las licencias de paternidad (que serán
abordadas en el siguiente reportaje), pues aún no se promueven otro tipo
de acciones que permitan a los varones estar presentes durante todo el
proceso que implica el parto.
CIMACFoto: César Martínez López.
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