Serpientes y Escaleras
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La
caída del crecimiento económico del país está teniendo un nuevo efecto,
ahora en el Congreso: aumenta la presión política y económica por
aprobar cuanto antes las leyes secundarias de la reforma energética.
Después del recorte del PIB para este año, estas leyes se han
convertido en “apremiantes” para el gobierno de Enrique Peña Nieto y
para el PRI, que buscan a toda costa aprobarlas en el proceso que
arranca este viernes con el debate de los dictámenes en comisiones del
Senado.
Por eso ayer, ante el nuevo intento de chantaje del PAN -que una vez
más condicionó su voto en las leyes energéticas a que se apruebe
primero la reforma política, ahora en los congresos de los estados que
deben homologar sus leyes-, desde Los Pinos se inició una operación
para que los gobernadores del PRI, que han mostrado resistencias a
aprobar las nuevas leyes electorales, lo hagan cuanto antes.
Personalmente, el presidente Peña Nieto llamó al gobernador de Nuevo
León, Rodrigo Medina, uno de los estados que estaban retrasando la
votación en sus congresos.
En Los Pinos y en el PRI no quieren más obstáculos ni chantajes para
la discusión y votación de las leyes secundarias en materia energética.
Por eso los mandatarios priistas han recibido la instrucción directa de
la Presidencia de apurar el voto de sus Congresos a fin de que el
proceso de aprobación y homologación de las nuevas leyes electorales
quede listo mucho antes del plazo que marcan los mismos ordenamientos,
el 30 de junio, a fin de desactivar las presiones del PAN sobre el tema
energético.
En el calendario que se ha fijado el gobierno y el PRI, el mes de
junio es el límite para que las nuevas leyes energéticas queden
aprobadas por ambas cámaras, de tal manera que para julio se concluya
el proceso con la promulgación de esa legislación. La premura, además
del tema económico, tiene que ver con enfrentar, cuanto antes, el
último gran obstáculo que enfrentará la reforma estrella del presidente
Peña Nieto: su impugnación ante la Suprema Corte de Justicia de la
Nación en busca de que sea sometida a una consulta popular.
El intento del PRD y de Andrés Manuel López Obrador por llevar un
nuevo recurso ante la Corte, con más de 1.5 millones de firmas para
pedir la consulta, no tiene viabilidad ya para la reforma
constitucional, luego del fallo de los ministros que desecharon el
recurso interpuesto por el senador Manuel Bartlett Díaz. La Corte dejó
en claro, con el revés a Bartlett, que los cambios a los artículos 25,
27 y 28 constitucionales no son objeto de una consulta popular por
referirse a temas de ingresos e impuestos para la Nación.
Sin embargo, la preocupación del gobierno son ahora las leyes
secundarias. Análisis de los juristas gubernamentales indican que
algunas leyes secundarias, como la nueva Ley de Hidrocarburos, sí
podrían ser materia de una petición de consulta popular si lo que se
busca es preguntarle a los mexicanos sobre la decisión de compartir la
renta petrolera con compañías privadas a través de contratos. Esa
rendija legal podría significar un nuevo recurso ante la Corte que
tendría que pronunciarse sobre si es o no viable la petición de
consulta.
Esa posibilidad metería ruido a los inversionistas que están en
espera de que entre en vigor el nuevo modelo energético y frenaría las
inversiones, tal y como buscan los opositores a la reforma. Por eso en
el gobierno y en las bancadas del PRI buscan apurar primero la
aprobación de las leyes secundarias, y luego incluso inducir ellos
mismos un recurso de revisión ante la Suprema Corte de forma que los
ministros se pronuncien sobre el tema antes de diciembre de este año,
de tal modo que toda la discusión y la batalla legal y jurídica quede
resuelta antes de que termine el 2014 y la reforma pueda entrar en
vigor, con total certidumbre, en 2015.
Esa es la ruta que quieren emprender el PRI y Peña Nieto a partir
del próximo viernes, pues hoy más que nunca, la reforma energética y
sus leyes secundarias se han vuelto la tabla de salvación no sólo para
la economía del país, sino para el mismo gobierno priista que se juega
su futuro en el 2015.
NOTAS INDISCRETAS… Hasta la tierra de López Obrador llegó ayer el
senador David Penchyna para defender la reforma energética. El
presidente de la Comisión de Energía del Senado fue invitado por la
Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en Villahermosa para
hablar de las reformas constitucionales y las leyes secundarias que
conforman el nuevo modelo energético. Penchyna explicó con lujo de
detalle en qué consisten los cambios impulsados por su partido y
respondió las preguntas de los constructores tabasqueños.
Les dijo que en las leyes secundarias se contempla 25% de contenido
nacional para las inversiones en materia energética, de tal modo que se
garantice la participación de empresas mexicanas hasta en 35%, y se
pronunció por que en la discusión presupuestal para el reparto de los
recursos que genere el Fondo Petrolero, estados como Tabasco, que son
productores de hidrocarburos, reciban un trato especial. En el foro de
los constructores apareció una militante del Movimiento Ciudadano que
cuestionó a Penchyna sobre la entrega de los recursos petroleros a las
trasnacionales extranjeras, a lo que el senador respondió que el
petróleo, según la Constitución, seguirá siendo de los mexicanos, pero
lo que cambia es un modelo energético que ya se agotó por uno que le
permita al país obtener mayores ganancias por sus recursos energéticos…
Los dados mandan Escalera. Mejora el tiro.
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