Caso destapa discriminación social contra las migrantes
Este
mes, Jeaneth Beltrán, de 30 años, cumpliría tres años de vivir en
Toledo, España, a donde llegó en busca de trabajo para ayudar a su
madre de 62 años, a mejorar su casa, pero su meta quedó inconclusa
porque la muerte la alcanzó el pasado viernes 23 de mayo en un
hospital, luego de esperar cinco horas para que la atendieran.
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Managua.- Según contó su hermana, Bertha Beltrán, ese día Jeaneth se sintió mal de salud, por lo que llamó a una amiga para que al concluir su trabajo la acompañara al hospital Virgen de la Salud, en Toledo, pero no las querían dejar ingresar al edificio porque carecían de identificación; luego las dejaron pasar a una sala de espera, tiempo en el cual Jeaneth convulsionó.
Cuando su amiga decide llevársela en estado crítico a otro hospital, finalmente la atendieron, pero una hora después le informaron de su muerte.
Bertha criticó la indolencia del personal del hospital al dejar a su hermana esperar tanto tiempo, pese a que necesitaba atención urgente ante el fuerte dolor de cabeza y la presión alta que presentaba, según le informó su amiga.
Esto es una muestra del desprecio a los Derechos Humanos (DH) de las migrantes; tanto el Estado nicaragüense como el de España tienen responsabilidades: el primero por expulsar a sus ciudadanas ante la falta de oportunidades laborales y el segundo por su función de brindar el derecho a la salud a las migrantes, acusó Juanita Jiménez, del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM) de Nicaragua.
Es lamentable que esto ocurra en España, un país que es abanderado en DH, pero que aparentemente tiene debilidades en la atención al derecho a la salud para las migrantes que carecen de documentos de estancia legal, abundó Jiménez.
“Lamentamos que hayan actitudes xenofóbicas contra las migrantes, no sólo nicaragüense sino de cualquier otro lado”, expresó Sandra Ramos, directora de la organización Movimiento de Mujeres Trabajadoras María Elena Cuadra.
Ramos demandó al Estado nicaragüense pida una investigación y se aclare el caso para despejar dudas sobre las responsabilidades de las autoridades españolas, ya que se trata de una vida y una familia.
En un comunicado, publicado en diarios españoles, el hospital pidió respeto y que no se especule con el fallecimiento de Jeaneth Beltrán. Adelantó que está en curso una investigación.
Nicaragua hasta ahora no se ha pronunciado, sólo el consulado en Madrid ofreció ayudar a repatriar las cenizas, argumentando que era “lo único que podía hacer”.
La mamá de Jeaneth pidió la colaboración ciudadana para repatriar el cadáver de su hija y sepultarla en Nicaragua. Recibió donaciones de personas de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y España.
La funeraria San Román, en Toledo, se solidarizó y rebajó de 13 mil 500 euros (cerca de 238 mil pesos mexicanos) a 7 mil euros (poco más de 123 mil pesos mexicanos) el traslado del cuerpo a Managua, programado para hoy.
SOLIDARIDAD
El caso de Jeaneth ha unido a centenares de mujeres migrantes en España, no sólo nicaragüenses sino de otras nacionalidades, sobre todo de América Latina, ya que consideran que los recortes estatales de salud en el país ibérico han dejado en la indefensión a las migrantes sin documentos, aseguró Yamileth Chavarría, una nicaragüense que ha estado al frente de este caso.
“Hay hechos documentados que demuestran que los recortes en salud son una iniciativa para arrebatar esperanza a las migrantes; lamentablemente son iniciativas legales para matar”, dijo Chavarría vía Skype a Cimacnoticias.
Un estudio de la organización Médicos del Mundo en España señala que más de mil personas han sufrido algún tipo de vulnerabilidad en su derecho a la salud, a raíz de la entrada en vigor del Decreto Ley 16/2012, referente a la salud. La mayoría de las personas afectadas son migrantes sin documentos.
Según las autoridades nicaragüenses, hasta 2013 se reportaban unas 80 mil personas originarias de Nicaragua viviendo en España y 80 por ciento son mujeres que trabajan en su mayoría al cuidado de la niñez y personas adultas mayores. Muchas de ellas llegaron como turistas, pero se han quedado en Europa condición migratoria irregular.
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