MÉXICO,
D.F. (proceso.com.mx).- Encarcela a quien lo critica. Es enemigo de la
libertad de expresión. Sufre de megalomanía. No respeta la independencia
de los poderes Legislativo y Judicial. Viola cotidianamente la
Declaración Universal de Derechos Humanos… No me refiero a José Stalin,
Benito Mussolini o Francisco Franco. Este personaje vive, gobierna uno
de los estados más importantes del país y quiere ser presidente de
México.
No llegó al poder mediante la revolución o un golpe de
Estado. Al contrario, fue elegido democráticamente, ayudado porque, en
ese momento, su contrincante aparentaba ser la peor opción.
Los
dictadores modernos están disfrazados de demócratas, como bien
diferencia el doctor en derecho Juan Federico Arriola en su libro
“Teoría general de la dictadura”, en el que aclara: “¿Qué es una
dictadura hoy? Quizá una democracia disfrazada con buenas intenciones,
que guarda en sus entrañas cada una de las características dictatoriales
que no puede lucir”.
El dictador moderno al que me refiero es
Rafael Moreno Valle Rosas. Fue priista y cercanísimo a Elba Esther
Gordillo Morales. El 1 de febrero de 2011 tomó protesta como gobernador
de Puebla mediante una alianza partidista integrada por
PAN-PRD-Panal-Convergencia. En gran parte, ganó gracias al rechazo que
provocaba su contrincante, el priista Javier López Zavala, quien
representaba al régimen del desprestigiado Mario Marín Torres “El góber
precioso”, en el que fungió como secretario de Gobernación.
He
escuchado decir a no pocos de mis paisanos: “Este (Moreno Valle) roba,
pero al menos hace algo”. Esta afirmación se liga a la megalomanía del
gobernador, quien ha levantado obras millonarias a mansalva y tal vez
explicaría por qué los ciudadanos aprueban su gestión, que a finales del
año pasado obtuvo una calificación de 7.4, de acuerdo con una encuesta
de la consultora local BEAP, dirigida por el analista político Rodolfo
Rivera Pacheco.
La premisa de que “el menos malo es mejor” ha
conducido al estado de Puebla a un régimen autocrático, como así lo
demuestran las características del gobierno de Moreno Valle:
•Presos
políticos. A principios de abril pasado fueron detenidos los
ambientalistas Enedina Rosas Vélez, Abraham Cordero Calderón y Juan
Carlos Flores Solís por su oposición al Proyecto Integral Morelos, en el
que se despojará de tierras de cultivo a comunidades nahuas de
Tlaxcala, Puebla y Morelos para instalar dos termoeléctricas a cargo de
las empresas españolas Energás, Abengoa, Elecnor y OHL. El 22 de abril,
alrededor de 200 estudiantes y profesores de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla (BUAP) se manifestaron en contra de la persecución al
académico e investigador Ricardo Pérez Avilés por su postura contra el
Proyecto Integral Morelos; alumnos del Instituto de Ciencias Sociales y
Humanidades y de la facultad de Sociología denunciaron que han sufrido
amenazas por oponerse al citado proyecto. Debido a la represión en
Puebla (y Morelos) a los opositores de este proyecto, Noam Chomsky,
Eduardo Galeano, Javier Sicilia, John Holloway y académicos y activistas
de no menor talla firmaron un escrito en el que censuran que se intente
“acallar encarcelando las voces de los pueblos campesinos organizados
que con dignidad ejercen su derecho a la autodeterminación”.
•Perseguir
la libertad de expresión. Para controlar férreamente a los medios de
comunicación, el gobierno estatal ordenó al ayuntamiento, administrado
por José Antonio Gali, subordinado de Moreno Valle, y a la BUAP, no
otorgar publicidad a quien critique a Moreno Valle; el periodista
Ernesto Aroche, responsable del sitio Lado B, entrevistó a 15 directivos
de medios de comunicación que confirmaron la intención del mandatario
de “ahorcar” a quien no se alinee. A la par, el mes pasado el Poder
Ejecutivo local operó la aprobación de la bautizada públicamente “Ley
Bala”, que consistía en autorizar el uso de armas contra manifestantes.
•Culto
a su figura. El 29 de septiembre de 2011, el diputado local Edgar
Salomón Escorza anunciaba en su cuenta de la red social Twitter que
asistiría a la inauguración del bachillerato “Rafael Moreno Valle
Rosas”, en el municipio de Tlacotepec; ante las críticas que este
anuncio ocasionó, la SEP tuvo que dar marcha atrás, como publicó el
portal Animal Político. Tiempo después, acompañado de su abuelo, el
exgobernador Rafael Moreno Valle y más miembros de su familia, el actual
mandatario estatal remodeló y rehabilitó el hospital integral Eugenia
Valle, nombrado así en honor a su bisabuela, Engracia Valle.
•Borrar
al resto de los poderes. El Poder Ejecutivo local ha presionado y
modificado decretos aprobados previamente por el Poder Legislativo. Así
ocurrió con la referida “Ley Bala”, que originalmente preveía el uso de
armas contra manifestantes aunque, posteriormente, ante la desaprobación
pública, el Ejecutivo eliminó dicho apartado. Así lo consignó Gabriela
Hernández, corresponsal de Proceso en Puebla, en una nota publicada el
pasado 21 de mayo: “De manera arbitraria, sin realizar los trámites que
marca el Poder Legislativo para la modificación de leyes, el gobernador
Rafael Moreno Valle hizo cambios al artículo 46, mismos que publicó este
martes en el Periódico Oficial del Estado”.
•Despilfarro. A pesar
de que el municipio de Puebla tiene el mayor número de pobres del país
(732 mil 154 personas, según el Coneval), el gobernador derrocha los
recursos públicos en promocionar su imagen. En enero de 2012 apareció en
mil 644 salas de cine de 28 estados del país, para lo que erogó 14
millones 27 mil pesos. Lo anterior, con la finalidad de promover su
primer informe de labores. En 2011, primer año del gobierno del panista,
Televisa obtuvo el 48.8 por ciento de los 180 millones de pesos
destinados a publicidad oficial. La empresa de Emilio Azcárraga Jean ha
sido una de las principales beneficiarias del presupuesto público.
Moreno Valle le donó 6.7 hectáreas para la construcción del Centro de
Rehabilitación Infantil, que le cuesta al erario 42.5 millones de pesos
anuales. A Televisión Azteca le cedió los terrenos de la fábrica textil
La Constancia Mexicana.
Lo anterior es sólo un resumen y un esbozo
de los excesos. Como Moreno Valle, decenas de dictadores modernos
controlan los estados de la República. Y, como la historia reciente nos
lo ha demostrado, algunos de ellos, gracias a la libertad que tienen
para vaciar las arcas estatales, se convierten en presidentes de México.
El
sociólogo español Manuel Castells recuerda en su obra “Comunicación y
Poder” que, ante el descontento de la ciudadanía por los excesos de los
políticos, los ciudadanos tienen una serie de alternativas para hacer
contrapeso: la movilización, la organización política, apoyando a
candidaturas de terceros como voto de protesta, unirse a una postulación
insurgente o un sufragio nulo o de castigo.
Si sus delirios no
son detenidos a tiempo, los dictadores modernos no sólo se fortalecerán
en sus estados, sino que, como ya ha ocurrido, su ambición se extenderá a
controlar todo el territorio nacional.
www.juanpabloproal.com
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