MÉXICO,
D.F. (apro).- Mientras Enrique Peña Nieto se placea por el continente
europeo y, de la mano del procurador de la República y el director de
Pemex, ofrece ventajas por invertir en el sector energético, en México
sus funcionarios de Hacienda no atinan a decir cómo y cuándo los
mexicanos recibirán los beneficios por abrir la venta y extracción de
los hidrocarburos a la iniciativa privada.
De la corrupción en
Petróleos Mexicanos nada se ha dicho durante la gira. Sin embargo,
previendo alguna pregunta incómoda sobre el escandaloso caso de
Oceanografía, la comitiva de gobierno incluyó al “infalible” procurador
Jesús Murillo Karam y, por supuesto, al director de Pemex, Emilio Lozoya
Austin, para que ofrezcan con lujo de detalles “el portafolio” de
oportunidades que tendrán quienes inviertan en el sector.
Para el
gobierno es más importante que el director de Pemex detalle a
extranjeros la panacea energética en que se convertirá México, que
informar a legisladores federales cómo se operó el fraude de
Oceanografía, Evya, Hewlett Packard y
otras firmas; desde cuándo se detectó la connivencia de empleados de
Pemex, cuántas denuncias se han interpuesto por el saqueo al erario
federal vía la paraestatal y, por supuesto, cuántos casos más pudieran
existir.
Lozoya Austin, por instrucción de Enrique Peña Nieto,
canceló su comparecencia ante diputados federales. El viernes 5 de junio
en lugar de dar explicaciones a legisladores se dedicó a detallar en el
extranjero las bondades de la reforma.
Otro de los invitados al
convite internacional fue “el implacable” procurador Murillo Karam, el
mismo que nuevamente quedó exhibido por Banamex al exigir éste que la
fianza de poco más de 80 millones de pesos fijada al dueño de
Oceanografía, Amado Yáñez -para que desde su casa continúe su proceso
judicial- le fijen una de cuando menos 5 mil 312 millones de pesos, pues
fue el quebranto causado a la entidad financiera al aportar documentos
apócrifos de Pemex.
Si algún preocupado inversionista extranjero
cuestiona a Peña Nieto sobre la facilidad que existe en México para
“comprar” funcionarios y hacer fraudes vía empresas de gobierno como
Pemex, -poniendo como ejemplo el caso de Oceanografía-, el “audaz”
presidente priista tendrá a la mano a dos de los protagonistas que
lograron “detectar” el fraude, “aprehender y presentar ante la justicia”
y “probar” el delito en que incurrió Amado Yáñez.
Lozoya y Murillo podrán vanagloriarse y afirmar que en México sí se aplica la ley y se castiga a los culpables.
Pero
mientras ello ocurre en el viejo continente, en nuestro país se exige
justicia por parte de Banamex y se reclama una fianza real, acorde con
el daño. Además, una extraordinaria nota de Abel Barajas, reportero del
sector justicia del diario Reforma, evidenció el absurdo de
Murillo Karam al revelar que de 12 mil millones de pesos que Banamex le
prestó a Amado Yáñez para cumplir los contratos de Pemex, los desvió
para comprar algunos equipos de soccer, joyas, obras de arte, yates,
autos y lujosos servicios aéreos.
Pero no sólo eso, Barajas develó
que “el implacable” Murillo Karam “acusó penalmente a Yáñez sólo por
desvíos en favor de AMRH International Soccer, exdueña de los Gallos
Blancos de Querétaro, por un monto de 55 millones 222 mil 996 pesos”.
¿Y
el resto señor Murillo Karam? ¿Acaso no leyó el infalible procurador el
oficio 110/F/A/267/2014 elaborado por la Unidad de Inteligencia
Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mismo que
obtuvo el reportero del diario Reforma?
La extensa y bien
documentada nota de Barajas, sin duda ridiculizó al procurador, al
director de Pemex, a Peña Nieto, a todo su gobierno y le dio más
elementos a la población para preguntarse, si con este tipo de
funcionarios se asegurará la famosa “renta petrolera” para beneficio de
los mexicanos; si con este tipo de funcionarios los mexicanos verán una
disminución en su recibo de luz y en su pago por gasolina; y si al fin
llegará el bienestar a los mexicanos que no estamos en la lista de
Forbes.
¿Cómo podría el mexicano común confiar en que la apertura
del sector energético al sector privado será en su beneficio? Cómo si
tan sólo en la prestación de servicios de empresas como Oceanografía hay
fraudes de ese calibre y el gobierno teniendo las pruebas los inculpa
por delitos menores, dejándolos libres bajo fianza. Qué pasará, se podrá
preguntar ahora un ciudadano, cuando ya no sean sólo servicios sino la
“exploración y explotación” del petróleo.
Acaso esos mismos
funcionarios que hoy exculpan “al pecesillo” de Amado Yáñez Osuna
actuarán de manera impoluta ante “los tiburones” de las transnacionales
que busquen un contrato para explotar un yacimiento de gas y petróleo.
¿Se
puede confiar en los funcionarios de gobierno? Creo que por la pequeña
muestra del caso Oceanografía la respuesta es un rotundo no.
Con
gran alegoría los priistas de Peña Nieto y su corte ofrecen a Europa la
apertura del sector energético, con gran tristeza y enojo muchos
mexicanos ven la venta de la patria.
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