Poco a poco, padres derriban estigmas de género: expertos
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anaiz Zamora Márquez y Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.- De cara al Día del Padre –el próximo 15 de junio–, especialistas advierten cambios en las conductas masculinas a favor de relaciones más igualitarias en las familias mexicanas.
En México –según el Censo de Población y Vivienda 2010– habitan 19 millones de padres, y la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo aplicada en 2009 identificó que sólo el 20.4 por ciento de ellos viven con sus hijas e hijos, cuida de los menores de seis años, y les dedica apenas 5.6 horas de su atención a la semana.
Aunque los datos son poco alentadores, con mayor frecuencia se puede ver a padres de familia que cargan en brazos a sus hijas e hijos, los cuidan en su arreglo y alimentación, acuden a juntas escolares, y tienen un papel activo en su enseñanza.
También están aquellos padres que asumen totalmente el cuidado y realización del trabajo del hogar, tareas anteriormente consideradas como exclusivas de las mujeres, ya sea por una decisión de pareja o por condiciones económicas y laborales.
Apenas hace unas décadas esto era inimaginable. La división sexual del trabajo, las creencias culturales y los pensamientos colectivos que colocaban a las mujeres exclusivamente en el espacio privado y por tanto al frente del cuidado familiar, negaban a los varones involucrarse en estos espacios y asumir sus responsabilidades en el cuidado del hogar.
El maestro Eduardo Bogino Larrambebere, integrante de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), en su análisis de las paternidades emergentes, sostiene que “los mandatos de género tradicionales alejan a los hombres del cuidado, la cercanía y el cariño asignados históricamente a las mujeres en el ámbito privado, y presenta a los hombres principalmente como proveedores o sustentadores”.
Por ello, según el investigador, los hombres que decidían involucrarse en el cuidado y crianza de las y los hijos lo hacían de manera silenciosa, ante el temor a las críticas, ser objeto de burlas, o ser juzgados severamente.
René López Pérez, maestro en Psicología Gestalt e integrante de la organización Género y Desarrollo (Gendes), advierte que el tema de la paternidad no ha sido ampliamente estudiado, y por tanto no es posible atribuir a un determinado fenómeno el cuestionamiento y ruptura, por parte de algunos varones, de las paternidades definidas como tradicionales.
CUESTIONAR ROLES DE GÉNERO
No obstante es posible distinguir que más allá de las condiciones sociales y económicas que impulsaron a las mujeres a integrarse al mercado laboral, los años de lucha y conquistas de las mujeres por ser incluidas en los espacios públicos y políticos, también derivaron en que algunos hombres comenzaran a cuestionar la forma en que quieren ser padres.
“El cuestionamiento que hizo el movimiento feminista de que esa división sexual del trabajo no podía ser tan tajante, la exigencia y reclamo de su derecho a participar en la vida pública, así como el señalamiento de que los varones también tienen que hacerse responsables de la parte que les corresponde dentro de la familia, puede ser uno de los motivos de que estas nuevas dinámicas sociales estén emergiendo”, explica.
López Pérez agrega que si bien la integración de las mujeres al mundo del trabajo provocó que muchas de ellas enfrenten hasta triples jornadas de trabajo, también abrió la puerta para nuevas formas en las que los varones se relacionan con sus hijas e hijos, y nuevas formas en las que se desempeñan dentro del hogar.
De acuerdo con el experto, existen muchas paternidades distintas, pero el ideal es transitar al ejercicio de una “paternidad integral”, es decir aquella en la que los hombres establezcan relaciones afectivas con su descendencia sin descuidar el compromiso, en caso de tenerlo, de ser el proveedor económico de la familia o colaborar con el gasto.
En esta postura también se encuentra su incorporación al trabajo del hogar, pues “no solamente se trata de ver quién y cómo se consiguen los recursos para el mantenimiento del hogar sino también cómo se distribuyen las labores del mismo”.
Como tercer punto se considera la distribución de la autoridad en la toma de decisiones familiares.
NUEVA PEDAGOGÍA
Estas nuevas formas de ejercer la paternidad –explica René López– permiten caminar hacia la plena igualdad de género, ya que al mismo tiempo que cuestionan las formas tradicionales en las que se relacionan mujeres y hombres, representan nuevas “pedagogías” para las y los hijos.
“Es decir si mi hija o hijo ve que yo trato como una igual a su madre, que asumo mis responsabilidades, aprenderán que un mundo igualitario y democrático es posible; así construirán en un futuro este tipo de relaciones no sólo en el ámbito privado sino en su forma de relacionarse con el resto de las personas”, precisa.
Abunda que, aunque se piense que es un proceso individual y de familia, lo cierto es que el ejercicio de una paternidad integral también implica una responsabilidad hacia el resto de la sociedad “que empieza por cómo le explico al resto de mi familia o las personas cercanas que quiero y decido vivir mi paternidad de esta forma”.
De cara a la celebración del Día del Padre el próximo 15 de junio, Cimacnoticias profundizará en los obstáculos culturales y la carencia de políticas públicas que impiden el ejercicio de una paternidad integral.
Aunque muchos hombres iniciaron estas dinámicas, aún se enfrentan al problema de romper con los patrones culturales y a una política pública en materia de igualdad de género que no promueve que los varones asuman, aunque lo deseen, sus responsabilidades en el cuidado de los menores de edad y las tareas del hogar.
De acuerdo con la visión de especialistas, el tema de promover este tipo de paternidades no se agota con las licencias de paternidad (que serán abordadas en el siguiente reportaje), pues aún no se promueven otro tipo de acciones que permitan a los varones estar presentes durante todo el proceso que implica el parto.
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