Democracy Now!
“Podrás inscribirme en la historia
Con tus mentiras amargas y retorcidas,
Podrás arrastrarme en el fango
Y a pesar de todo, como el polvo, me levantaré.”
Estas
son las palabras que entona Maya Angelou en su famoso poema “A pesar de
todo, me levanto”. Angelou murió esta semana a los 86 años en su hogar
de Carolina del Norte. Al recordarla, es importante destacar su
compromiso con la lucha por la igualdad, que era una lucha no solo por
su propia vida, por las mujeres y las personas afroestadounidenses,
sino por la paz y la justicia en todo el mundo.
“Si crecer en el
sur es doloroso para una chica negra, ser consciente de su propia
exclusión es como tener una navaja al cuello”, escribió en el prólogo
de su primera y sobrecogedora autobiografía, titulada “Yo sé por qué
canta el pájaro enjaulado”, que relata su vida desde la niñez hasta los
17 años. Nació en St. Louis con el nombre Marguerite Ann Johnson. A los
7 u 8 años de edad fue violada por el novio de su madre, que fue
asesinado a golpes poco tiempo después. Como consecuencia de esa
experiencia traumática, Maya prácticamente perdió el habla durante
cinco años, en los que solamente hablaba con su hermano. Fue madre
soltera a los 17 años y tuvo que luchar para mantener a su hijo, lo que
la llevó a tener diversos empleos. Finalmente, tuvo éxito como cantante
de calypso.
Tras escuchar un discurso de Martin Luther King Jr.
en la Asociación de Escritores de Harlem, de la que era miembro,
produjo junto con un músico colega la revista musical el “Caberet de la
Libertad”, que presentaron en el barrio Greenwich Village de Nueva York
a beneficio de la organización que presidía King, la Conferencia Sur
del Liderazgo Cristiano, también conocida como Conferencia de Líderes
Negros del Sur. Según cuentan, fueron el propio King o el legendario
activista Bayard Rustin quienes le pidieron a Angelou que asumiera una
posición de liderazgo en la organización, ofrecimiento que aceptó y así
se convirtió en la coordinadora del grupo en el Norte.
Maya
Angelou fue una fuerte defensora de Fidel Castro y de la Revolución
Cubana. En 1961 conoció a un activista sudafricano por los derechos
civiles, del que se enamoró, lo que la llevó a mudarse con su hijo a El
Cairo. Aunque estuvieron juntos durante tan solo tres años, Angelou se
quedó en África. Allí se mudó a Ghana, donde conoció a Malcolm X y
colaboró con él en el decisivo proyecto político que estaba forjando:
la Organización de la Unidad Afroestadounidense. Angelou regresó a
Estados Unidos para apoyar la iniciativa, pero Malcolm X fue asesinado
poco después de su regreso. Esa tragedia y el asesinato de su amigo
Martin Luther King Jr. en 1968 fueron acontecimientos devastadores para
Maya. En 1969 el autor James Baldwin, entre otros, la animó a que
volcara su energía a la escritura. Así nació la primera de siete
autobiografías y la estupenda carrera por la que Maya Angelou se hizo
famosa en todo el mundo. Tras recitar su poema “En el pulso de la
mañana” durante la ceremonia de asunción de mando del Presidente Bill
Clinton en 1993, Angelou se ganó un lugar muy importante en la
conciencia colectiva de Estados Unidos.
Si bien algunas escuelas
y bibliotecas aún censuran sus obras por reflejar en ellas sin tapujos
la vida que llevó, fue en la biblioteca de mi ciudad natal donde vi por
primera vez a Maya Angelou, durante mi adolescencia. La biblioteca la
invitó a pronunciar un discurso. De modo que habló, pero también bailó
y cantó, demostrando un talento que nos hizo reír, llorar y
estremecernos al punto de conmocionar a las cientos de personas que
estábamos en el público, blancos y negros por igual.
Al recordar
la vida de Maya Angelou, nadie puede hablar de forma tan elocuente como
lo hizo ella misma sobre las personas que la inspiraron. En la
Convención Nacional Demócrata de Boston, en 2004, Angelou habló de
Fannie Lou Hamer, quien intentó, 40 años antes, que el Partido
Democrático de la Libertad de Mississippi obtuviera reconocimiento.
Angelou afirmó: “En lo más recóndito del corazón de todos los
estadounidenses hay un ardiente deseo de pertenecer a un gran país, de
representar a un país noble, donde los poderosos no sometan a los más
débiles y el sueño de la democracia no sea propiedad exclusiva de los
más fuertes”.
Dos años más tarde, el tributo de Maya Angelou a
su amiga Coretta Scott King podría pronunciarse hoy en honor a la
propia Angelou: “Fue la mujer afroestadounidense por antonomasia. Nació
en un pequeño pueblo represivo del Sur. Nació de carne y hueso, pero
estaba destinada a volverse de hierro. Nació como planta de aciano,
pero se convertiría en una magnolia de acero”.
En el funeral del
actor y activista Ossie Davis en 2005, celebrado en la histórica
Iglesia Riverside de Harlem, Maya Angelou pronunció un discurso
poético, como siempre. Sus palabras de reflexión sobre la muerte de su
amigo también pueden servir para honrarla a ella:
“Cuando los
grandes árboles caen, tiemblan las rocas de colinas distantes. Los
leones se refugian en el alto césped y hasta los elefantes buscan
seguridad. Cuando los grandes árboles se caen en los bosques, las
pequeñas criaturas se retiran en silencio, sus sentidos alterados más
allá del miedo. Cuando las grandes almas mueren, el aire alrededor
nuestro se vuelve ligero, enrarecido, estéril. Respiramos, brevemente.
Nuestros ojos, brevemente, ven con una claridad dolorosa. Nuestra
memoria, repentinamente agudizada, examina, roe las amables palabras no
dichas, los senderos prometidos nunca tomados. Las grandes almas mueren
y la realidad que nos une a ellas nos abandona”.
La elocuencia de Maya Angelou vive en su poesía:
De las barracas de la vergüenza de la historia,
me levanto.
Desde el pasado enraizado en el dolor,
me levanto.
Soy un océano negro, impetuoso y extenso.
Fluyendo y embraveciendo soporto la marea.
Dejando atrás noches de espanto y miedo,
Me levanto.
Con los talentos que mis ancestros dieron,
Yo soy el sueño y la esperanza del esclavo.
Y naturalmente…
Me levanto.
Traducción al español del texto en inglés: Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org. Amy
Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional
que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión
en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que
luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios
en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.Fuente original: http://www.democracynow.org/es/blog/2014/5/30/maya_angelou_aun_se_levanta
No hay comentarios.:
Publicar un comentario