Suelos erosivos, salinidad y hundimiento complicarían la obra, aseguran
Los investigadores proponen aprovechar la zona para generar energía y producir alimentos
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
Lunes 18 de mayo de 2015, p. 38
Investigadores
del Centro de Ciencias de la Atmósfera y del Instituto de Geología de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advirtieron que
Texcoco tiene problemas de suelos erosivos, salinidad y hundimiento,
que hacen de la zona donde se pretende construir el nuevo aeropuerto de
la ciudad de México especialmente adversa para esa construcción.
A partir de una investigación, Arón Jazcilevich Diamant, del Centro
de Ciencias de la Atmósfera, y Christina Siebe y Elizabeth Chávez, del
Instituto de Geología, consideraron que, dadas estas condiciones, dicha
construcción debería realizarse en un lugar menos adverso.
De acuerdo con los científicos, desde la desecación total del lago,
los terrenos con suelos salinosos carecen de cobertura vegetal en gran
porción de su superficie, lo que propicia la erosión eólica y la
emisión de partículas, en detrimento de la calidad del aire de la
ciudad de México y la salud de sus habitantes.
Plantearon que se requiere un ejercicio de planeación urbana,
analizar opciones que puedan reducir la emisión de aeropartículas y
aprovechar otros potenciales de uso, considerando las oportunidades que
brindan las nuevas tecnologías de energía renovable y rehabilitación de
suelos.
Regeneración de suelos
Jazcilevich Diamant ha propuesto que el área se utilice
para generar electricidad, producir energía a partir del uso
conveniente de residuos y la regeneración de suelos, con lo cual se
reduciría también el material particulado. Podría aprovecharse,
explicó, para la producción de alimentos con el uso, por ejemplo, de
nuevas tecnologías en invernaderos.
En publicaciones de la UNAM, a propósito de los resultados de la
investigación, recordó que el Bordo Poniente, ubicado dentro de la zona
federal del ex lago de Texcoco, ha sido dedicado al almacenamiento de
residuos sólidos urbanos y recientemente para instalar la planta de
composta de residuos orgánicos generados en el Distrito Federal.
Y si bien en los recientes años se ha logrado disminuir
significativamente la cantidad de residuos que se llevan a confinar, si
el área es destinada al nuevo aeropuerto será necesario considerar
zonas alternativas para esa disposición y para la ubicación de la
planta de composta.
Además de que el incremento de los residuos ha saturado algunos de
los espacios de confinamiento y los que están en operación generan
problemas de contaminación.
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