Por Imelda García -
Esta semana se debe definir el nombre de los 3 nuevos consejeros del
Instituto Nacional Electoral (INE). El PRI, PAN y PRD, como es habitual,
llevarán mano en las designaciones de estos cargos
Para la elección de este primer remplazo se abrió una convocatoria a la que
respondieron 151 personas, quienes fueron evaluadas por un Comité Técnico
de Evaluación
Los tres consejeros seleccionados entrarán en funciones el 5 de abril y
concluirán su encargo 9 años después, el 4 de abril del 2026
Las tres principales bancadas de la Cámara de Diputados han estado en
negociaciones para decidir cómo se definirán los tres lugares en el INE,
dejando fuera a las bancadas más pequeñas
“Nuevamente en entredicho la selección de los consejeros electorales;
nuevamente en entredicho a qué personalidades o a qué afinidad política
van a representar, lo que hacen de entrada árbitros inequitativos”
Coordinadora de la bancada de Morena
Organizaciones, académicos y activistas están por presentar una propuesta
de ley para reglamentar los procedimientos de selección que recaigan en el
Congreso de la Unión, para garantizar que se realicen con transparencia y
responsabilidad
“Aún atestiguamos procesos cerrados en donde las designaciones se
convierten en moneda de cambio política. Al día de hoy, los procesos de
designación se regulan mediante acuerdos con reglas poco claras (…), sin
participación ciudadana sustantiva y nula rendición de cuentas por parte de
quienes toman las decisiones”
La
historia conocida –y criticada- se repite nuevamente: los espacios que
se abrirán en el Instituto Nacional Electoral (INE) se repartirán entre
los principales partidos políticos; pero, como siempre, no todos entran
en el reparto.
Este viernes se vence el plazo para que la Junta de
Coordinación Política de la Cámara de Diputados pase el nombre de los
tres elegidos a la Mesa Directiva para que los someta a votación el
martes 3 de abril. Incluso, se dice que el acuerdo puede llegar antes,
el próximo miércoles 29 de marzo.
Sin embargo, también podría
ocurrir que los diputados no lleguen a un acuerdo y se posponga la
decisión, dejando sin tres consejeros electorales al INE.
El
nombramiento sucederá en el seno de la Junta de Coordinación Política,
el órgano legislativo que aglomera a los coordinadores de las ocho
bancadas, pero en el que no todos los votos valen lo mismo.
El
voto ponderado de los coordinadores, en el que el número de diputados
que representa define el peso de su sufragio, es el que tiene ahora
empantanada la decisión sobre quiénes serán los tres consejeros
electorales.
Aunque en un principio se dijo que el reparto de
cuotas sería de un consejero para el PRI, uno para el PAN y uno para el
PRD, ahora el tricolor pretende hacerse con dos de los tres espacios en
el INE.
Ninguno de los partidos más pequeños tendrá participación
en la decisión. Algunos de los aspirantes más fuertes tienen un pasado
relacionado con alguno de los tres principales partidos políticos, que
estarán eligiéndolos (PRI, PAN y PRD).
Mientras esto ocurre, desde
la sociedad civil ya se prepara una iniciativa de ley para la
realización efectiva de procesos de designación transparentes.
El relevo
Este
4 de abril, los consejeros Beatriz Galindo, Arturo Sánchez y Javier
Santiago terminarán su periodo como consejeros electorales.
Son los primeros tres miembros del Consejo General del INE que terminan el periodo para el que fueron electos.
Como
parte de la reforma político electoral, el 3 de abril del 2014 la
Cámara de Diputados nombró a los 11 consejeros que formarían parte del
recién creado INE.
Tres de ellos –Galindo, Sánchez y Santiago-
fueron electos por tres años; Marco Baños, Enrique Andrade, Alejandra
Pamela San Martín y Benito Nacif, por seis años; y a Adriana Favela,
José Roberto Ruiz y Ciro Murayama, se les asignaron nueve años.
Para
la elección de este primer reemplazo, se abrió una convocatoria a la
que respondieron 151 personas, quienes fueron evaluadas por un Comité
Técnico de Evaluación.
Este Comité estuvo conformado por siete
personas -3 representantes de la Cámara de Diputados; dos, nombrados por
el INAI; y dos, por la CNDH-, quienes revisaron los expedientes y
aplicaron evaluaciones a los aspirantes.
Sin dar a conocer el
resultado de dichas evaluaciones, el Comité entregó una lista de 15
finalistas, agrupados en tres quintetas, de las que deberán salir los
tres nuevos consejeros.
La decisión recae en la Junta de
Coordinación Política, donde están los coordinadores de las ocho
bancadas de la Cámara baja y a la que acuden con voto ponderado –es
decir, el peso de los votos está determinado por el número de diputados
que representa-.
El PRI tiene una bancada de 207 diputados; el
PAN, de 109; el PRD, de 61; el PVEM, 41; Morena, 36; Movimiento
Ciudadano, 22; Nueva Alianza, 11; y Encuentro Social, 10. En la Jucopo
no participan los 2 diputados sin partido ni el diputado independiente.
La
mano la llevan el PRI y sus aliados –el PVEM, Nueva Alianza y Encuentro
Social-, ya que entre todos tienen 269 legisladores, esto es, el 54 por
ciento del total; por mucho, el del tricolor es el voto ponderado más
poderoso de la Cámara baja.
Los tres consejeros seleccionados
entrarán en funciones el 5 de abril y concluirán su encargo 9 años
después, el 4 de abril del 2026.
Jaloneos por nombramiento
El
voto ponderado de los miembros de la Jucopo, aunado a la crisis que
vive el PRD y el crecimiento de AMLO en las preferencias electorales,
han hecho de la elección de estos consejeros electorales se convierta en
un asunto de máxima importancia para los partidos.
El Consejo
General del INE al que se añadirán la próxima semana los tres nuevos
consejeros será el que esté en funciones en las elecciones del 2018.
Es
por ello que las tres principales bancadas de la Cámara de Diputados
han estado en negociaciones para decidir cómo se definirán los tres
lugares en el INE, dejando fuera a las bancadas más pequeñas.
“Nuevamente
en entredicho la selección de los consejeros electorales; nuevamente en
entredicho a qué personalidades o a qué afinidad política van a
representar, lo que hacen de entrada árbitros inequitativos”, criticó
Rocío Nahle, coordinadora de la bancada de Morena.
El PRD ha
tenido que empujar fuerte para que se mantenga el acuerdo inicial de que
se le dé la posibilidad de decidir uno de los tres nombramientos.
A esto se suma que las preferencias de algunas bancadas son vetadas por las otras dos, lo que complica el escenario.
Entre
los aspirantes más sonados están Flavio Galván, quien fuera magistrado
del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y quien es
impulsado por el PRI.
Galván ha sido acusado de favorecer al PRI
en distintas ocasiones. Por un lado, en 2009 hubo denuncias contra
Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del Estado de México, que había
sido acusado de realizar actos de promoción rumbo al 2012; Galván dijo
que no podía haber promoción anticipada porque aún no había proceso
electoral.
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