Considerar a los
proletarios estúpidos no es ninguna novedad entre la burguesía y sus
representantes en el gobierno; sin embargo, parece que se ha puesto de
moda entre la clase política mexicana viajar a los Estados Unidos para
intentar vender pescado podrido a los trabajadores migrantes. Donald
Trump resulta una oportunidad espléndida para los farsantes que viven
del cuento de la “comunidad migrante” en ambos lados de la frontera.
El “intelectual” Jorge Castañeda, recordado por la singular alegría con que se apuntaba como alfil del imperialismo en el gobierno de Fox para hostilizar a la Revolución cubana y para promover la participación de México en la guerra imperialista de rapiña sobre Irak, y el “líder de opinión” Joaquín López Dóriga, cuya carrera de manipulación mediática es de todos conocida, son dos de los muchos bufones que el circo de la revista Nexos , (bautizado sin ninguna creatividad como Agenda Migrante) presentó en su patético recorrido por la Unión Americana. Los payasos de Agenda Migrante dan pena ajena, se creen intelectuales del conservadurismo a lo Hoover Institution y no pasan del editorial en Noticieros Televisa.
Por otro lado el deslucido circo de MORENA no logró encender los ánimos y en la grisácea oratoria de López Obrador los trabajadores migrantes muertos de aburrimiento escucharon a un político tímido y amodorrado, que en su momento de su mayor radicalidad verbal, amenazó con denunciar al presidente de los Estados Unidos ante la ONU ofreciendo como estrategia, un decálogo de muletillas y clichés.
“¿Cómo convertir de la noche a la mañana, al país de la fraternidad con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, dónde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se le cancela el derecho a la justicia a los que buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de miseria?” “¿Dónde queda la fraternidad universal?”
Parece que López Obrador jamás se enteró que no estaba de gira en una república socialista, sino en la meca del imperialismo ¿Será que López Obrador da por cierta y ha creído la historia oficial de los Estados Unidos contada por Hollywood?
Históricamente los trabajadores inmigrantes han sido un factor económico, una parte de la clase trabajadora bajo condiciones de súper-explotación y han sido utilizados para crear división entre los explotados nacidos en Estados Unidos; se les ha mantenido en una condición jurídicamente distinta, esperando que dicha presión sirva para hacerlos trabajar más por menos, y de paso aumentar la presión sobre la clase trabajadora en general para bajar los montos destinados al salario.
Por otra parte, las migraciones han sido en gran medida producto de la lucha de clases (migración forzada de esclavos, desplazamiento de poblaciones por guerras de conquista, éxodo rural durante la revolución industrial, emigración hacia países desarrollados) y por lo tanto una constante del capitalismo, provocada por el desarrollo de este y no solucionada por éste.
Los actuales migrantes mexicanos en los Estados Unidos (como los de todas las épocas) fueron forzados a desplazarse mediante la brutalidad del capitalismo que los condenó a la miseria y por eso, proponerles soluciones dentro del marco de la legalidad estadounidense, implorar la compasión del patrón o buscar la protección de la Embajada y los Consulados de nada puede servirles ante los dictados del imperialismo o acaso, ¿Alguna vez los esclavos conmovieron a la coronas europeas? o mejor aún ¿Alguna vez les ganaron un pleito legal bajo la protección del virrey?
La súper explotación y la discriminación que la burguesía y el Estado norteamericano promueven sobre los trabajadores migrantes de origen latinoamericano, no son el mero resultado absurdo de mentes confundidas en su racismo, es un comportamiento sistemático que arroja beneficios materiales claros para la oligarquía norteamericana.
Dicho proceso no está desligado en lo más mínimo de la política general del Estado norteamericano hacia los pueblos del mundo sino que forma parte de ella, y como parte de ella ha tenido como aliados a las oligarquías latinoamericanas y a los grupos de burócratas profesionales que durante años, por sus acciones y omisiones han prolongado y profundizado la dominación imperialista sobre América Latina; lo cual ha tenido entre otras consecuencias, el agotamiento de formas de vida alternativos al capitalismo, el deterioro laboral y la pérdida del poder adquisitivo de las mayorías.
¿Desde cuándo Joaquín López Dóriga, Jorge Castañeda, Vicente Fox o Andrés Manuel López Obrador son antiimperialistas? ¿Desde cuándo pusieron atención en las condiciones que provocan la migración forzada de millones de mexicanos, desde cuándo son patriotas?
De no ser el breve paso caprichoso y aventurero de Jorge Castañeda por la izquierda (cobijado por el pasaporte diplomático de su papá), nada hay en la biografía de estos sujetos que nos indique que provienen de alguna lucha social, de algún movimiento sindical o algo parecido, ninguno de ellos ha sido trabajador y mucho menos migrante indocumentado, ¿Quién puede creer que de la noche a la mañana, las causas que tanto han repudiado se volvieron su prioridad? ¿Será que quieren alentar a los trabajadores migrantes a defenderse, o será que quieren confundirlos para hacerlos rendirse?
A los migrantes indocumentados les corresponde una tarea monumental de organización al lado de las minorías oprimidas y los proletarios conscientes estadounidenses; hacerle frente a la criminalización y a la persecución policial es fundamental, tanto como resistir a las campañas de propaganda ideológica que la maquinaria del sistema ha iniciado en inglés y en español al norte y al sur del río Bravo.
I
Dos circos dos
Dos circos dos
El “intelectual” Jorge Castañeda, recordado por la singular alegría con que se apuntaba como alfil del imperialismo en el gobierno de Fox para hostilizar a la Revolución cubana y para promover la participación de México en la guerra imperialista de rapiña sobre Irak, y el “líder de opinión” Joaquín López Dóriga, cuya carrera de manipulación mediática es de todos conocida, son dos de los muchos bufones que el circo de la revista Nexos , (bautizado sin ninguna creatividad como Agenda Migrante) presentó en su patético recorrido por la Unión Americana. Los payasos de Agenda Migrante dan pena ajena, se creen intelectuales del conservadurismo a lo Hoover Institution y no pasan del editorial en Noticieros Televisa.
Por otro lado el deslucido circo de MORENA no logró encender los ánimos y en la grisácea oratoria de López Obrador los trabajadores migrantes muertos de aburrimiento escucharon a un político tímido y amodorrado, que en su momento de su mayor radicalidad verbal, amenazó con denunciar al presidente de los Estados Unidos ante la ONU ofreciendo como estrategia, un decálogo de muletillas y clichés.
“¿Cómo convertir de la noche a la mañana, al país de la fraternidad con los migrantes del mundo en un gueto, en un espacio cerrado, dónde se estigmatiza, se maltrata, se persigue, se expulsa y se le cancela el derecho a la justicia a los que buscan con esfuerzo y trabajo vivir libres de miseria?” “¿Dónde queda la fraternidad universal?”
Parece que López Obrador jamás se enteró que no estaba de gira en una república socialista, sino en la meca del imperialismo ¿Será que López Obrador da por cierta y ha creído la historia oficial de los Estados Unidos contada por Hollywood?
II
Claridad en el aturdimiento
Claridad en el aturdimiento
Históricamente los trabajadores inmigrantes han sido un factor económico, una parte de la clase trabajadora bajo condiciones de súper-explotación y han sido utilizados para crear división entre los explotados nacidos en Estados Unidos; se les ha mantenido en una condición jurídicamente distinta, esperando que dicha presión sirva para hacerlos trabajar más por menos, y de paso aumentar la presión sobre la clase trabajadora en general para bajar los montos destinados al salario.
Por otra parte, las migraciones han sido en gran medida producto de la lucha de clases (migración forzada de esclavos, desplazamiento de poblaciones por guerras de conquista, éxodo rural durante la revolución industrial, emigración hacia países desarrollados) y por lo tanto una constante del capitalismo, provocada por el desarrollo de este y no solucionada por éste.
Los actuales migrantes mexicanos en los Estados Unidos (como los de todas las épocas) fueron forzados a desplazarse mediante la brutalidad del capitalismo que los condenó a la miseria y por eso, proponerles soluciones dentro del marco de la legalidad estadounidense, implorar la compasión del patrón o buscar la protección de la Embajada y los Consulados de nada puede servirles ante los dictados del imperialismo o acaso, ¿Alguna vez los esclavos conmovieron a la coronas europeas? o mejor aún ¿Alguna vez les ganaron un pleito legal bajo la protección del virrey?
La súper explotación y la discriminación que la burguesía y el Estado norteamericano promueven sobre los trabajadores migrantes de origen latinoamericano, no son el mero resultado absurdo de mentes confundidas en su racismo, es un comportamiento sistemático que arroja beneficios materiales claros para la oligarquía norteamericana.
Dicho proceso no está desligado en lo más mínimo de la política general del Estado norteamericano hacia los pueblos del mundo sino que forma parte de ella, y como parte de ella ha tenido como aliados a las oligarquías latinoamericanas y a los grupos de burócratas profesionales que durante años, por sus acciones y omisiones han prolongado y profundizado la dominación imperialista sobre América Latina; lo cual ha tenido entre otras consecuencias, el agotamiento de formas de vida alternativos al capitalismo, el deterioro laboral y la pérdida del poder adquisitivo de las mayorías.
III
Desenmascarar a los farsantes
Desenmascarar a los farsantes
¿Desde cuándo Joaquín López Dóriga, Jorge Castañeda, Vicente Fox o Andrés Manuel López Obrador son antiimperialistas? ¿Desde cuándo pusieron atención en las condiciones que provocan la migración forzada de millones de mexicanos, desde cuándo son patriotas?
De no ser el breve paso caprichoso y aventurero de Jorge Castañeda por la izquierda (cobijado por el pasaporte diplomático de su papá), nada hay en la biografía de estos sujetos que nos indique que provienen de alguna lucha social, de algún movimiento sindical o algo parecido, ninguno de ellos ha sido trabajador y mucho menos migrante indocumentado, ¿Quién puede creer que de la noche a la mañana, las causas que tanto han repudiado se volvieron su prioridad? ¿Será que quieren alentar a los trabajadores migrantes a defenderse, o será que quieren confundirlos para hacerlos rendirse?
A los migrantes indocumentados les corresponde una tarea monumental de organización al lado de las minorías oprimidas y los proletarios conscientes estadounidenses; hacerle frente a la criminalización y a la persecución policial es fundamental, tanto como resistir a las campañas de propaganda ideológica que la maquinaria del sistema ha iniciado en inglés y en español al norte y al sur del río Bravo.
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