La
investigación inédita de Plan International Brasil, organización de
desarrollo internacional, denuncia el contexto alarmante de desigualdad
entre niñas y niños en el país sudamericano.
Cerca del 13 por ciento de las niñas afirma trabajar o haber trabajado en alguna actividad profesional. Como consecuencia del trabajo, ellas juegan menos que los niños y hacen más tareas domésticas.
La investigación “Por ser niña en Brasil: creciendo entre derechos y violencias” tuvo como fin verificar el contexto de derechos, violencias, barreras, sueños y superaciones a partir de la propia mirada de las niñas.
Los resultados acabaron trayendo a la superficie un contexto de evidentes desigualdades de género, que perjudican el pleno desarrollo de sus habilidades para la vida. Realizada por la empresa Socializare, el estudio escuchó a un total de mil 771 niñas con edades de entre seis y 14 años, que viven en las cinco regiones de Brasil.
“Aunque las mujeres y niñas sean reconocidas en políticas y planeamientos, las necesidades y derechos de las niñas, frecuentemente, son ignorados. Trabajamos para que ellas sean las principales agentes transformadoras de sus realidades”, afirmó Anette Trompeter, directora nacional de Plan International Brasil.
Una de las secciones de la investigación verificó el cumplimiento del Estatuto del Niño y del Adolescente (ECA) en lo referente a la prohibición del trabajo de menores de 16 años, excepto en la condición de aprendiz para los mayores de 14 años.
La suma de niñas que trabajan con aquellas que ya trabajaron representa un 13.6 por ciento de las brasileñas de seis a 14 años.
“Este dato llama la atención sobre la total violación de los derechos de las niñas y los niños”, destacó Celia Bonilha, gerente técnica de Empoderamiento Económico y Género de Plan.
Otro tema de la investigación son los sectores que más emplean a niñas y adolescentes. El mayor porcentaje de las entrevistadas afirmó realizar trabajo doméstico en la casa de otras personas (37.4 por ciento). El trabajo en el comercio (negocios, mercados, entre otros) figura en segundo lugar de recurrencia laboral entre las niñas, con el 16.5 por ciento.
La cuestión del trabajo doméstico involucra la cantidad de niñas que realizan tareas también en su residencia, siendo muchas veces, las principales responsables del trabajo doméstico en casa.
Mientras que el 81.4 por ciento de las niñas hacen su propia cama, el 76.8 por ciento lava la vajilla y el 65.6 por ciento limpia la casa, sólo el 11.6 por ciento de sus hermanos varones hacen su propia cama, el 12.5 por ciento de sus hermanos lavan los trastes y el 11.4 por ciento de sus hermanos limpia la casa.
Además, el 31.7 por ciento de todas las niñas escuchadas informa que el tiempo para jugar, derecho fundamental de la infancia, es insuficiente durante la semana.
La línea que divide los juegos convencionalmente femeninos y masculinos parece hacerse cada vez más tenue. Al evaluar divisiones clásicas de comportamiento de género, como jugar a las muñecas y a los carritos, el 65.5 por ciento de las entrevistadas dijeron no estar de acuerdo con la afirmación de que “las niñas sólo deben jugar con muñecas y los niños con carritos”.
Se nota que, de ese porcentaje mencionado, el 42.1 por ciento fue enfático al declarar que “no concuerdan totalmente” con ese enunciado. En forma coherente, el 52 por ciento de las niñas no concuerda en que algunas bromas de niños no deben ser reproducidas por las niñas.
“La divulgación de esta investigación puede ser un parteaguas y, al hacerse públicas las valiosas informaciones sobre la realidad, el comportamiento y la percepción de las niñas, pretendemos movilizar a la sociedad civil y al poder público para afirmar los derechos y la equidad de género de las niñas en la sociedad brasileña. Este movimiento comienza ahora”, resaltó Anette.
*Este artículo fue retomado de la agencia internacional de noticias ADITAL.
Por: Marcela Belchior*
Cimacnoticias | Fortaleza, Brasil.- 
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