La crisis de salud que desató la epidemia del virus del ébola en países africanos también repercutió en la incidencia de la muerte materna (MM) y en el riesgo de que mujeres embarazadas no accedan a los servicios básicos que requieren, reportó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA).
En un comunicado, el UNFPA alertó que la crisis se expandió más allá de las personas afectadas con el virus, ya que la epidemia “expandió el pánico” dentro de los sistemas de salud, y por ello se están poniendo barreras para que las personas accedan a cuidados básicos de salud, incluyendo la atención a la salud materna.
Como lo recuerda el Fondo, el ébola es una de las enfermedades más mortales que afecta a la especie humana. De acuerdo con las más recientes estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de los 2 mil 615 casos registrados en los países africanos de Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, mil 427 personas han muerto.
Las últimas cifras indican que Liberia podría ser la nación más afectada, entre el 19 y 20 de agosto pasados se reportaron 142 nuevos casos, de los cuales 110 fueron en ese país, ante lo cual se declaró una emergencia.
“Trágicamente” –reportó el UNFPA–, la enfermedad tiene su mayor número de víctimas entre los que asisten a los enfermos, pues son estas personas las que representan las nuevas infecciones.
Dentro de ese contexto, la instancia de la ONU manifestó su preocupación ante el hecho de que las barreras de acceso que enfrentan las mujeres, especialmente las embarazadas, a servicios de salud reproductiva representen “el mayor desastre potencial de salud”.
Si bien no hay ninguna diferencia biológica o natural entre la vulnerabilidad a la enfermedad que enfrentan las mujeres y los hombres, la carga de cuidar a familiares enfermos tradicionalmente recae en las mujeres, factor que aumenta su exposición a la enfermedad.
“Como resultado, los funcionarios de salud han observado más muertes entre las mujeres liberianas que los hombres”.
El UNFPA destacó que la epidemia colapsó el sistema de salud y con ello las clínicas de todo el país se han quedado sin suministros básicos para realizar su labor.
“La falta de estos suministros esenciales, la enfermedad entre los proveedores de atención de la salud, y el miedo de la infección entre el personal han contribuido al cierre generalizado de los establecimientos de salud, especialmente en las zonas afectadas por el ébola”, sostuvo el UNFPA.
Lo que tiene un mayor impacto en las mujeres embarazadas (que de cualquier forma no tenían todas sus necesidades obstétricas cubiertas); por ejemplo, el personal médico se quedó sin guantes obstétricos y equipos de protección personal necesarios para evitar la contaminación por el virus.
Esta crisis también desvió herramientas y recursos indispensables para atender a las mujeres embarazadas, como ejemplo, en Bong – una de las comunidades más pobladas– la ambulancia utilizada para emergencias obstétricas ahora es utilizada para responder a las necesidades del ébola.
Finalmente, el UNFPA informó que para ayudar a hacer frente a esta crisis está brindando capacitación a voluntarios y personal de la ONU para atender a emergencias obstétricas y distribuye paquetes de salud reproductiva de emergencia.
Por: Anaiz Zamora Márquez
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