En la UNAM aún existe una marcada segregación ocupacional y exclusión social de mujeres estudiantes, académicas y empleadas administrativas, según un análisis del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) de la máxima casa de estudios.
Con el objetivo de “romper estereotipos de género”, el PUEG lanzó su primer boletín mensual sobre la segregación de género en la UNAM.
En la publicación, el programa explica que la segregación ocupacional por género “es la tendencia a que hombres y mujeres se empleen en diferentes ocupaciones”, lo que se traduce en exclusión social de las mujeres. Además de que es un fenómeno que se presenta en las tres poblaciones: estudiantil, administrativa y académica.
De acuerdo con el análisis que el PUEG hace del número de mujeres y hombres en la UNAM y cómo se distribuyen, la población femenina se ubica, generalmente, en ocupaciones con menor estatus y condiciones de trabajo desfavorables.
Con respecto a la segregación en la población estudiantil, se identificó que en la universidad hay facultades y escuelas con poblaciones estudiantiles feminizadas o masculinizadas. Por ejemplo, en la Facultad de Ingeniería hay un total de 79.8 por ciento de hombres y 10.2 de mujeres.
En las carreras de ciencias “duras”, la población es de mayoría masculina. Por ejemplo, en Matemáticas hay 34 estudiantes mujeres por cada 100 varones; en ingeniería mecánica hay ocho estudiantes mujeres por cada 100 hombres.
Estas disparidades y características ocurren también en maestrías y doctorados.
Con respecto a la segregación ocupacional en la población académica, según la radiografía realizada, la presencia de las mujeres es reducida en algunos nombramientos académicos, principalmente en los de mayor jerarquía, y las diferencias aumentan conforme lo hace el nivel de los cargos.
Mientras en el nombramiento de ayudante de profesores o de investigador hay 46.1 por ciento de mujeres y 53.9 por ciento de hombres, en el nivel de profesor el porcentaje femenino es de 35.3 por ciento de académicas y 64.7 para hombres. En nombramientos de profesor emérito apenas 19.5 por ciento son mujeres.
Finalmente, con respecto a la segregación en la población administrativa, la asignación de cargos dependiendo del género es muy evidente, ya que en la rama obrera la presencia de hombres es de 93.8 por ciento, mientras que apenas el 6.2 por ciento lo ocupan las mujeres.
El 53 por ciento de quienes ocupan el cargo de delegado administrativo son hombres, y el 92 por ciento de quienes se desempeñan como asistentes ejecutivas son mujeres
Mientras que en los cargos de funcionarios académicos la diferencia entre los sexos es de aproximadamente un 10 por ciento que favorece a la población masculina.
Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.-
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