9/20/2014

Laboralmente las más desiguales


Guatemala: Es el país con menos equidad salarial de género en América Latina, según datos de la OIT



Señala Ileana Alamilla, en su columna “Eclipse”, publicada en Prensa Libre

Redacción Cerigua

Guatemala, 18 sep. AmecoPress/Cerigua.- Guatemala es el país con menos equidad salarial de género en América Latina, según datos de la OIT, en tanto que las mujeres ganan un salario promedio del 26 por ciento menos que los hombres y trabajan en promedio 5.5 horas más, tanto en actividades remuneradas como no remuneradas, señaló Ileana Alamilla, en su columna “Eclipse”, publicada en Prensa Libre.

Según Alamilla, es común que en conversaciones cotidianas se insista en que no hay diferencia entre las labores que desempeña un hombre y las que realiza una mujer, sin embargo, cuando se inquiere sobre las tareas que usualmente asumen ellas, la tendencia es aludirlas como maestras, enfermeras, amas de casa; es decir, labores tradicionales o en las que usualmente deben hacerse cargo de alguien más; aunque también hay casos en los que se mencionan otras profesiones.
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Ileana Alamilla
Esto es producto de la formación que se ha tenido como sociedad sobre las relaciones desiguales de poder en términos de género, pues se ha naturalizado que las diferencias se conviertan en desigualdades y, por lo tanto, es normal que una mujer esté usualmente subordinada a un hombre, en todos los planos de la vida y que devenguen salarios menores.

La columnista destacó que en Guatemala la tasa de empleo para los hombres es del 63.8 por ciento, mientras que para las mujeres del 44.5 por ciento; mientras que el gerente general del Instituto Nacional de Estadística, Rubén Darío Narciso, señaló que, del lapso laborado, las mujeres reciben remuneración por 7.2 horas, mientras a los varones les pagan por 8.4 horas.

Las mujeres dedican 6.3 horas de trabajo al día sin recibir remuneración o pago alguno, mientras que los varones solo destinan 2.6 horas; es una verdad irrebatible que hay una doble carga de trabajo para las mujeres, tanto en las áreas urbanas como rurales, indicó Alamilla.
NO se vale que nosotras carguemos con la mayor parte de las tareas domésticas, cuyo aporte no es reconocido, con todas las obligaciones sociales y que, además, seamos discriminadas salarialmente, concluyó la periodista.

Luchas sindicales

El movimiento sindical guatemalteco considera que son pocos los avances que hay, en cuanto a la hoja de ruta definida por los gobiernos de Estados Unidos y Guatemala, relativa al cumplimiento de las leyes laborales, que contemplan 18 pasos, señaló .

A decir de Alamilla, uno de los principales compromisos firmados por Guatemala y, por lo tanto, de cumplimiento obligado, es la investigación de los asesinatos de más de 76 sindicalistas desde el 2010.
De estos casos, casi la totalidad continúa en la impunidad y, aún cuando se especula que esas muertes violentas no obedecen a su actividad sindical, es indispensable que eso sea debidamente dilucidado y los culpables de los crímenes debidamente castigados.

La columnista señaló que otro de los serios incumplimientos es el referido a la libertad sindical, garantizada en la Constitución Política de la República y en el convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Alamilla consideró como vergonzosos ejemplos de la flagrante violación a este derecho, lo que sucede en el Comité Olímpico Guatemalteco (COG) y el Registro Nacional de las Personas (RENAP), relativos a los despidos injustificados que buscan desaparecer sus sindicatos.

Zuleima De León, Secretaria de Actas del comité ejecutivo del sindicato del COG, denunció que el 31 de enero fueron despedidos injustificadamente 21 empleados, todos miembros del sindicato, por las nuevas autoridades que habían tomado posesión 10 días antes.

Las autoridades argumentaron reestructuración, pero en privado se les reconoció que era debido a la formación del sindicato, el cual se constituyó en diciembre de 2013; la inspección de trabajo entregó la resolución de inamovilidad, y aunque con las antiguas autoridades habían firmado un convenio colectivo para proteger la estabilidad laboral, los nuevos directivos aducen que éste es ilegal.

A la fecha no se ha resuelto nada, las sindicalistas están sin trabajo, desesperadas, sin salarios, han intentado dialogar acompañadas de Inspectores de Trabajo, pero se les ha vedado la entradas a las oficinas del COG, con tratos abusivos y colocando sus fotografías en la entrada del edificio, para impedirles el ingreso.

En el caso del RENAP, 200 trabajadores y trabajadoras fueron destituidos en 2011, pero fueron reinstalados luego de negociaciones; este año nuevamente fueron despedidas ocho personas, pertenecientes al comité ejecutivo.

Esta situación, sumamente grave, atañe a la vida, el trabajo y la libertad, no solo a compromisos laborales derivados de negocios internacionales, concluyó Alamilla.
Foto; Archivo AmecoPress.

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