Guatemala: Es el país con menos equidad salarial de género en América Latina, según datos de la OIT
Guatemala,
18 sep. AmecoPress/Cerigua.- Guatemala es el país con menos equidad
salarial de género en América Latina, según datos de la OIT, en tanto
que las mujeres ganan un salario promedio del 26 por ciento menos que
los hombres y trabajan en promedio 5.5 horas más, tanto en actividades
remuneradas como no remuneradas, señaló Ileana Alamilla, en su columna
“Eclipse”, publicada en Prensa Libre.
Según
Alamilla, es común que en conversaciones cotidianas se insista en que
no hay diferencia entre las labores que desempeña un hombre y las que
realiza una mujer, sin embargo, cuando se inquiere sobre las tareas que
usualmente asumen ellas, la tendencia es aludirlas como maestras,
enfermeras, amas de casa; es decir, labores tradicionales o en las que
usualmente deben hacerse cargo de alguien más; aunque también hay casos
en los que se mencionan otras profesiones.
- Ileana Alamilla
Esto es
producto de la formación que se ha tenido como sociedad sobre las
relaciones desiguales de poder en términos de género, pues se ha
naturalizado que las diferencias se conviertan en desigualdades y, por
lo tanto, es normal que una mujer esté usualmente subordinada a un
hombre, en todos los planos de la vida y que devenguen salarios
menores.
La columnista
destacó que en Guatemala la tasa de empleo para los hombres es del 63.8
por ciento, mientras que para las mujeres del 44.5 por ciento; mientras
que el gerente general del Instituto Nacional de Estadística, Rubén
Darío Narciso, señaló que, del lapso laborado, las mujeres reciben
remuneración por 7.2 horas, mientras a los varones les pagan por 8.4
horas.
Las mujeres
dedican 6.3 horas de trabajo al día sin recibir remuneración o pago
alguno, mientras que los varones solo destinan 2.6 horas; es una verdad
irrebatible que hay una doble carga de trabajo para las mujeres, tanto
en las áreas urbanas como rurales, indicó Alamilla.
NO se vale que
nosotras carguemos con la mayor parte de las tareas domésticas, cuyo
aporte no es reconocido, con todas las obligaciones sociales y que,
además, seamos discriminadas salarialmente, concluyó la periodista.
Luchas sindicales
El movimiento
sindical guatemalteco considera que son pocos los avances que hay, en
cuanto a la hoja de ruta definida por los gobiernos de Estados Unidos y
Guatemala, relativa al cumplimiento de las leyes laborales, que
contemplan 18 pasos, señaló .
A decir de
Alamilla, uno de los principales compromisos firmados por Guatemala y,
por lo tanto, de cumplimiento obligado, es la investigación de los
asesinatos de más de 76 sindicalistas desde el 2010.
De estos
casos, casi la totalidad continúa en la impunidad y, aún cuando se
especula que esas muertes violentas no obedecen a su actividad
sindical, es indispensable que eso sea debidamente dilucidado y los
culpables de los crímenes debidamente castigados.
La columnista
señaló que otro de los serios incumplimientos es el referido a la
libertad sindical, garantizada en la Constitución Política de la
República y en el convenio 87 de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT).
Alamilla
consideró como vergonzosos ejemplos de la flagrante violación a este
derecho, lo que sucede en el Comité Olímpico Guatemalteco (COG) y el
Registro Nacional de las Personas (RENAP), relativos a los despidos
injustificados que buscan desaparecer sus sindicatos.
Zuleima De
León, Secretaria de Actas del comité ejecutivo del sindicato del COG,
denunció que el 31 de enero fueron despedidos injustificadamente 21
empleados, todos miembros del sindicato, por las nuevas autoridades que
habían tomado posesión 10 días antes.
Las
autoridades argumentaron reestructuración, pero en privado se les
reconoció que era debido a la formación del sindicato, el cual se
constituyó en diciembre de 2013; la inspección de trabajo entregó la
resolución de inamovilidad, y aunque con las antiguas autoridades
habían firmado un convenio colectivo para proteger la estabilidad
laboral, los nuevos directivos aducen que éste es ilegal.
A la fecha no
se ha resuelto nada, las sindicalistas están sin trabajo, desesperadas,
sin salarios, han intentado dialogar acompañadas de Inspectores de
Trabajo, pero se les ha vedado la entradas a las oficinas del COG, con
tratos abusivos y colocando sus fotografías en la entrada del edificio,
para impedirles el ingreso.
En el caso del
RENAP, 200 trabajadores y trabajadoras fueron destituidos en 2011, pero
fueron reinstalados luego de negociaciones; este año nuevamente fueron
despedidas ocho personas, pertenecientes al comité ejecutivo.
Esta
situación, sumamente grave, atañe a la vida, el trabajo y la libertad,
no solo a compromisos laborales derivados de negocios internacionales,
concluyó Alamilla.
Foto; Archivo AmecoPress.
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