1.
Las muchas protestas y manifestaciones de descontento del pueblo en
México no se resolverán por la vía electoral; tampoco estoy seguro que
se soluciones por la vía de la guerrilla armada porque el aparato
militar del Estado es muy grande por el presupuesto millonario con que
cuenta. Pero el descontento crece aceleradamente en muchos estado de la
República y el gobierno, en vez de responder creando producción,
empleos, haciendo menos miserable el salario, políticas contra la
emigración, solucionando problemas de salud, educación, se dedica a
reprimir y a hacer leyes contra la protesta social. Aunque el
presidente y sus funcionarios hablen de democracia y de que los
problemas del país se arreglan, la realidad es que se agudizan más.
2. Guerrero es un estado con las más grandes historias de lucha: no
sólo fueron Jenaro Vázquez, Lucio Cabañas, los Bracho; está presente la
gran batalla de los maestros de la CNTE, el origen de las policías
comunitarias, las luchas de los estudiantes normalista. Oaxaca es
historia de un pueblo siempre en lucha; la cuna del gran movimiento
magisterial de los últimos 35 años, así como de la histórica APPO.
Michoacán parece hoy incontrolable con sus gobernadores deficientes, la
enorme fuerza de “los templarios”, las miles de muertes por asesinato,
la presencia de un comisionado presidencial, las justas batallas de los
maestros de los estudiantes normalistas. No es un asunto de especular,
sino una realidad del que el país está enterado.
3. Los
adivinos no existen y los especuladores no dan una. Marx –cuya obra
filosófica, económica y política, ha servido para comprender el
capitalismo y la enorme tarea de sus “enterradores”- jamás buscó
adivinar o especular; sus profundos estudios de la realidad social y
mundial, siempre hablaron en política de la ley de “tendencias”, es
decir, de lo que vendría a partir de la observación de la lucha de
clases que ha sido siempre el motor de la historia. Con base en ello se
puede decir que los estados del país donde se ha agudizado más la lucha
de clases, es decir, la confrontación entre explotados y explotadores,
entre miserables y ricos, entre el pueblo y los gobiernos opresores, es
en Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas.
4. La revolución
burguesa de 1910-17 se desarrolló esencialmente en el norte del país,
sobre todo en Chihuahua, Coahuila, Sonora, Sinaloa; aunque también en
el sur en los estados de Morelos, Guerrero y Oaxaca. El DF sirvió para
firmar acuerdos, aunque como capital de la República muchos de sus
habitantes –como escribe Vasconcelos- rechazaron a los “alzados”. ¿Por
qué en el Norte y no en el Sur se definió la Revolución encabezada por
Madero? Porque al parecer el Norte era más electoralista y al Sur le
importaba menos las elecciones o porque los caudillos (con excepción de
Zapata) eran originarios de Coahuila, Sonora, Sinaloa, Durango y
Tamaulipas. Por ello los “norteños” se adueñaron de la Revolución y sus
resultados.
5. En 2014 las cosas son distintas: somos casi
120 millones de habitantes contra menos de 20 millones de entonces; la
burguesía porfirista y su ejército eran casi nada en 1910 comparado con
el gigantesco aparato militar del ejército, la armada, la policía, que
suman más de un millón de elementos y con el enorme poder de los
empresarios, el gobierno y de los medios de información. Sin embargo
hace un siglo dominaban totalmente los caudillos, terratenientes y
rancheros como como Madero, Carranza, Obregón, Calles, Villa, González
que impulsaron a sus indígenas, campesinos, asalariados a seguirlos,
hoy la cosa es distinta porque hay organizaciones que –aunque
controladas por el poder- pueden independizarse de sus líderes.
6. Las condiciones de México 1910 y 2014 son radicalmente distintas en
cuanto a la población y desarrollo material, pero lo más importante (lo
fundamental) no ha cambiado: si antes sólo podía hablarse de 15
millones de pobres hoy se puede demostrar la pobreza del 80 por ciento
de la población, que son alrededor de 100 millones. Si en 1910 sólo era
posible una revolución por la vía armada por el exagerado atraso
escolar de la población y la terrible acumulación de riquezas en pocas
manos, hoy 1914 se puede hablar de elecciones, de vía armada, pero
sobre todo de movilizaciones de masas organizadas que obliguen a los
gobernantes a cumplir con el pueblo. ¿Cuánto tiempo más podrá esperarse
para un gran estallido revolucionario?
7. Previendo la gran
burguesía gubernamental y empresarial, se ha dedicado a aprobar leyes
contra las protestas sociales, se han lanzado acusaciones
criminalizando la protesta y, lo más brutal, se ha estado fortaleciendo
rápidamente la contratación de desempleados y campesinos para
integrarlos a las fuerzas armadas. ¿Puede olvidarse que desde el
levantamiento del EZLN en 1994 –hace 20 años- el ejército ha
cuadruplicado a sus tropas? Sin embargo, cuando las aguas de río suenan
y no paran de hacer ruido porque los gobiernos colocan muchas trabas,
es que las cosas pueden estallar cuando menos se piense. Guerrero,
Oaxaca y Michoacán pueden prender las chispas del enorme descontento
que luego incendien la pradera. Parece que el pueblo no aguanta más y
sólo le falta organizarse y unirse.
Blog del autor: http://pedroecheverriav. wordpress.com
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