Cambio de régimen. Los
rasgos centrales de la coyuntra que se abrió a finales de los años 90
han sido: la creciente división entre las élites económicas, políticas e
intelectuales, y el sistemático desmantelamiento de los mecanismos
propios del poder del Estado para responder a los reclamos sociales.
Abandono. Este sentimiento de desamparo de muchos ciudadanos lleva a
la desesperanza o a la rabia. La gente se siente abandonada por el
gobierno. Quien mejor entendió este sentimiento, a partir de su
incesante peregrinar por el país, fue López Obrador. Pero para que esto
ocurriera se dio un hecho central: la triple derrota de las élites
económicas, políticas e intelectuales.
La corta transición. Lo que siguió a partir de 1997 no fue una
continuidad bajo la conducción de otro partido. Lo que ha ocurrido ha
sido una consistente decadencia donde el centro político se desmadeja,
una emancipación gradual y discontinua, tanto de las entidades
federativas como de franjas de la sociedad, al tiempo que opera la
colonización de franjas del aparato estatal o de territorio nacional por
un sinnúmero de poderes fácticos.
Crisis orgánica. Es importante resaltar las dos causas de crisis orgánica citadas por Gramsci en sus Cuadernos de la la cárcel (1975): el
fracasode la clase dirigente en alguna causa política de envergadura y la acción consciente de éstas en torno a reivindicaciones que constituyen en sí mismas una
revolución. La triple derrota fueron la reforma económica, que no trajo bienestar, ni crecimiento económico; la reforma de la seguridad pública, que se convirtió en una política fallida en materia de combate al crimen organizado enlutando a miles de familias mexicanas, y la reforma política, que desembocó en una democracia frágil e inestable donde la cereza del pastel, el sistema de partidos, terminó en contubernio oligárquico. En vez de contrapesos y división de poderes, captura de franjas del Estado por poderes fácticos a pesar de que han comenzado a despuntar una gran gama de organizaciones ciudadanas así como instancias del Estado como la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Revolución pasiva. Estas crisis orgánicas se resuelven por medio de una
revolución pasiva, que es el proceso a través del cual la esfera más consolidada del poder político y económico recupera una parte de las demandas de los gobernados quitándoles su iniciativa política. Esta
revolución sin revolución, supone que la
supremacíade un grupo social se expresa en dos formas, como dominio y como dirección intelectual y moral. Se vincula lo anterior con el término de transformismo, que es una forma de absorción de las élites de grupos antagónicos, primero por una vía
moleculary luego por la incorporación de segmentos de esas élites. El ejercicio del transformismo tiene desde luego el propósito de alimentar a la élite dirigente, pero también busca decapitar la capacidad dirigente de las élites opositoras. Es decir, intenta bloquear el surgimiento de un polo orgánico opositor.
La revolución pasiva de AMLO. En el contexto de esta crisis orgánica
la estrategia de López Obrador basada en la construcción de Morena tiene
esa idea del transformismo. Éste se alimenta de la atracción
intelectual y emotiva de quienes se sienten marginados y desamparados,
así como del transfuguismo desde otros partidos o movimientos. De ahí
personajes tan disímbolos en esta coalición en ciernes. La pregunta es
cómo gobernaría esa coalición en caso de que ganara las elecciones. Esas
serán las reflexiones que me gustaría continuar en mi siguiente
entrega.
No puedo dejar de mencionar a Carlos Pereyra en el 30 aniversario de
su muerte. Pereyra fue una de las mas importantes influencias políticas e
ideológicas en la izquierda democrática. Su bonhomía, rigor conceptual y
honestidad intelectual me marcaron de por vida.
Twitter: gusto47
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