La producción de petróleo crudo en 2004 fue la mayor hasta hoy: 3,383 Mbd (miles de barriles diarios). En el año pasado, 2018, ya sólo fueron 1,876 Mbd, 54 por ciento del valor anterior.
En el pasado sexenio, casi recién terminado, la caída de la producción mencionada fue a dos terceras partes de la mayor producción, más que cualquier otra baja anterior.
En las comisiones como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) se han dado funciones, en parte, de las que tenía la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y ahora ya renunciaron cuatro de los siete miembros.
Por otra parte, se anticipan cambios en Petróleos Mexicanos (Pemex) y la CFE en unos días más. Reflejan, como se dijo al principio, caída sin precedente. El gobierno del sexenio pasado aumentó la compra de petróleo ligero a Estados Unidos como nunca.
Se vienen cambios notables. Está en proceso la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Queda atrásel mercadocomo guía básica.
Regresa la planificación del sector público, que ya empieza a crecer nuevamente.
Otros ejes del Plan, además, son el Bienestar Social y Desarrollo Económico.
Para este sexenio, siguen siendo ejes importantes el petróleo y la electricidad.
Así como el crecimiento de la industria petrolera a partir de su nacionalización en 1938, fue base para el crecimiento constante de la economía nacional durante 40 años.
La industria eléctrica tomó impulsó, también, a partir de su expropiación en 1960.Esto, después de una huelga y otras formas de lucha de los trabajadores.
La industria del petróleo actual empieza por desarrollar la extracción y refinación del petróleo. Pero, como la vez pasada, se agregarán la petroquímica y otras industrias derivadas.
La industria eléctrica empieza por desarrollar lo que existe, la hidroeléctrica y otras formas. Va a desarrollar, sobre todo, las fuentes geotérmicas, del viento y solar, por ejemplo. La primera tiene la ventaja de operar permanentemente.
El aspecto social es también importante. Los efectos positivos del petróleo y la electricidad son evidentes, pero también pueden generarse otros negativos. Deben analizarse y elaborarse soluciones al respecto.
En el caso de la energía eólica, se ha omitido el impacto ambiental y social que genera el incumplimiento de algunas empresas. Las consecuencias se traducen en el empobrecimiento de las zonas afectadas.
De las manifestaciones en mítines, pasan a los bloqueos y a las confrontaciones físicas. Tal es el caso de un Parque Eólico, en Oaxaca, en construcción durante el sexenio pasado.
Con bloqueos a la construcción del Parques Eólico (Bii Nee Stipa II), en Oaxaca, la población exigió el pago de los 50 millones de pesos destinados al mejoramiento ambiental. Se perjudica, no sólo a la población, sino que el deterioro ambiental continúa, lesionando la actividad agropecuaria.
Los incumplimientos perjudican, no sólo a las comunidades, sino que también crean desconfianza en este tipo de fuente de energía.
Los habitantes de una localidad han mostrado resistencia ante las diversas obras mencionadas.
Se deben aprovechar combinaciones de formas de generación. Por ejemplo, en el Istmo del sureste aprovechar la hidroelectricidad existente, que genera más electricidad con las lluvias en verano. Y con la generación con el viento que es mayor en invierno.
También hemos mencionado el efecto convenido de los ferrocarriles con las fuentes de energía antes mencionadas.
También en el Istmo se puede dar, en este caso, el desarrollo del ferrocarril.
El Plan Nacional de Desarrollo sería sólo un primer paso de muchos otros. Podría ser una forma de programa.
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