Estado no garantiza seguridad social para adultas mayores
Mientras
no haya empleos formales y dignos para las mujeres, las adultas mayores
en el futuro no conseguirán su autonomía económica, advirtió Isalía
Nava Bolaños, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM).
Al participar en el foro “Mujeres y transformaciones socioeconómicas en
México”, celebrado en el Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM, la también doctora en Estudios de Población por El Colegio de
México observó que el envejecimiento de la población incrementará la
demanda de pensiones.
No obstante, las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)
muestran que hay un decremento –que será constante– del número de
trabajadoras y trabajadores asegurados.
A este panorama “desalentador” se suma que las desigualdades de género
que hoy presenta el mercado laboral anidan mayores brechas en el número
de pensiones a las que accederán las mujeres, detalló Nava Bolaños.
La experta, que cuenta con una maestría en Demografía, advirtió que de
persistir la precariedad laboral a través de ocupaciones informales,
flexibilidad de contratación, desempleo y otras formas de trabajo que
no cubren todas las prestaciones de la Ley Federal de Trabajo, las
actuales trabajadoras enfrentarán más retos en el futuro para sortear
sus gastos en una edad en la que hay mayor propensión a tener una
discapacidad.
Esta situación –continuó la investigadora– aumentará la tasa de
dependencia y la demanda de cuidados al interior de las familias, cuyos
núcleos enfrentan actualmente transformaciones sociales que impiden
que sus integrantes puedan asumir esta responsabilidad.
La académica de la Facultad de Economía de la UNAM afirmó que es
urgente que el Estado mexicano genere estructuras sociales, económicas
e incluso políticas, que consoliden sistemas sostenibles para generar
los bienes y servicios que necesitará la población adulta mayor.
Es necesario que en la creación de estas estructuras participen los
gobiernos, las empresas y las organizaciones civiles, a fin de generar
“sistemas multipilares de pensiones” que estén sostenidos por el
financiamiento público obligatorio o asistencial, el aporte de la
administración privada obligatorio o voluntario, el ingreso laboral y
las cuentas de ahorro, convocó Nava Bolaños.
Un diagnóstico que elaboró la Cámara de Diputados en 2009 sobre el
acceso de las mujeres a la seguridad social en México indica que estos
esquemas formales, que derivan de una política que busca el bienestar
de la población, han mostrado un impacto diferenciado por género, el
cual es difícil de comprobar porque las instituciones no están
desarrollando estadísticas al respecto.
El objetivo de estos esquemas –según el documento de la Cámara baja– es
proteger a la población cuando enfrentan contingencias, por ejemplo, de
cuidados de la salud, incapacidad laboral, desempleo, maternidad, edad
avanzada o la muerte de la persona que sostiene el hogar.
No obstante, el goce de las mujeres a estos sistemas depende de su
inserción en el mercado laboral, el cual está obstaculizado por el
trabajo no remunerado que realizan.
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
El análisis legislativo apunta que esta desigualdad –que hasta ahora no
ha sido atendida por el Estado– reproduce las restricciones para que
las mujeres logren su autonomía económica.
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