Felipe Morales Fredes
Reportes de organismos internacionales
Datos de la OIT ponen al país casi al final de la tabla en distribución de ingresos laborales, superado sólo por Panamá.
Aunque los trabajadores mexicanos son de los que más horas
al año laboran en el mundo, son, a la vez, los que menos ingresos
reciben en toda la región.
De acuerdo con datos de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), los empleados nacionales son de los
que menos participan de los ingresos que genera la economía y sólo 34 de
cada 100 pesos que se producen en el país van a los salarios de la
fuerza laboral, cifra que además se redujo 4.08% en la última década.
México
está casi al final de la lista de países de América en distribución de
ingresos del Producto Interno Bruto (PIB) a los salarios de los
trabajadores, con una tasa de participación de 34.43%, y es superado
solamente por Panamá, que registra una cifra de 30.92 por ciento. La
media mundial es de 51.4% y la de América Latina, de 50.5 por ciento.
La
OIT presentó este jueves el informe “Participación y distribución del
ingreso global del trabajo”, en el que se revela que 10% de los
trabajadores que más ganan percibe en conjunto 48.9% de toda la
remuneración mundial.
La distribución de los ingresos de la
economía global a la fuerza laboral se redujo en la última década, al
pasar de 53.7 a 51.4% entre el 2004 y el 2017. La clase media ha sido la
más afectada con la caída de esta distribución, población que
representa 60% de la plantilla laboral del mundo. Sólo dos de cada 10 de
trabajadores a nivel global tuvo un aumento en sus percepciones
respecto del PIB, y son lo que están en los renglones de los mejores
pagados.
“Los datos muestran que en términos relativos, el
incremento de los salarios laborales más altos está asociado con
pérdidas para todos los demás, ambos, los trabajadores de la clase media
y los que perciben los ingresos más bajos, están viendo disminuir parte
de sus ingresos”, explicó Steven Kapsos, jefe de la Unidad de
Producción y Análisis de datos de la OIT.
El salario promedio de
la mitad inferior de los trabajadores en el mundo es de 198 dólares
mensuales. Sin embargo, es tal la disparidad en las percepciones, afirmó
Roger Gomis, economista del Departamento de Estadística de la OIT, que
“el 10% más pobre tendría que trabajar tres siglos para ganar lo mismo
que gana el 10% más rico en un año”.
El estudio de la OIT hace
énfasis en el progresivo avance del peso del capital en las economías
del globo, en detrimento de los ingresos de los trabajadores a través de
salarios y utilidades. De esta manera, las percepciones laborales
perdieron espacio respecto del PIB de cada país y creció la
participación de los capitales, los cuales a nivel mundial pasaron de
46.3 a 48.6% en la última década.
Contraste nacional
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa la primera posición del
ranking en un comparativo de jornadas laborales, con un total de 2,258
trabajadas al año, esto equivale a 43 horas semanales, la cifra más alta
entre los países del organismo.
En contraste, en Estados Unidos
la proporción es de 1,783 horas laboradas anualmente y en Alemania, de
1,363. El promedio de los países de la OCDE es de 1,746 horas de trabajo
por año.
A pesar de la cantidad de horas de trabajo de la
plantilla laboral mexicana, su participación en los ingresos del PIB ha
disminuido en la última década, pasando de 38.5 a 34.6% entre el 2004 y
el 2017, detallan las cifras presentadas por la OIT. Contrario a lo que
ocurrió en América Latina en el mismo tiempo, donde esta proporción pasó
de 48.4 a 50.5 por ciento.
En la región, los países que presentan
los mejores niveles de participación de los salarios en los ingresos
generados por sus economías son Chile, Uruguay, Honduras, Panamá y
Brasil. Destaca el caso de Argentina, nación que registró uno de los
mayores aumentos en este renglón a nivel mundial, ya que pasó de 38.73 a
60.15% en el periodo reportado.
La publicación de la OIT forma
parte de las nuevas medidas recomendadas por la Comisión Mundial sobre
el Futuro del Trabajo del organismo para crear nuevos indicadores que
permitan medir “de manera más precisa los progresos en materia de
bienestar, sostenibilidad del medio ambiente e igualdad y adoptar un
enfoque centrado en las personas”.
Baja participación de salarios en el PIB, resultado de décadas de privilegiar al capital.
La
baja participación de las percepciones de los trabajadores en los
ingresos de la economía en México es resultado de décadas en las que se
ha favorecido más a los capitales que a los salarios y del aumento que
ha tenido la economía informal en el país, declaró Isaac Katz.
El
economista y experto egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de
México destacó que desde la década de los 60, durante el desarrollo
estabilizador, se impulsó una política económica que favoreció
relativamente al capital, principalmente a través de subsidios fiscales y
financieros, así como en los precios de los energéticos y el agua, como
medida para proteger al sector industrial frente a la competencia
externa.
Estas acciones, agregó, no se dieron en la misma
proporción en los ingresos de los trabajadores, los cuales fueron
“relativamente castigados”, y aunque los salarios aumentaron en términos
reales, se evitó que tuvieran un mayor incremento al imponer precios
máximos a los alimentos.
Con el paso del tiempo, detalló el
especialista, los ingresos de los trabajadores se han visto dañados en
cada crisis económica que ha vivido el país, aunque en los últimos
sexenios se han tomado medidas para fortalecer el salario real de los
trabajadores, lo que se reforzó con el aumento del salario mínimo que se
dio este año bajo la administración de Andrés Manuel López Obrador.
“Las
crisis macroeconómicas de 1976, 1982, 1985-86, 1995 y el 2009 dañaron
relativamente más a los trabajadores al caer el salario real. Éste no
recuperó en los años siguientes el nivel que tenía antes de cada crisis.
Además, en gran parte de estos años se utilizó la depresión salarial
como una medida de contención inflacionaria. Esto ya cambió y, a partir
del gobierno de Calderón y después con Peña, el salario real promedio ha
tenido una tendencia al alza, lo que se reforzó con el aumento de este
año”, comentó.
Por otro lado, Isaac Katz detalló que el peso que
tiene la economía informal en el país, la cual, de acuerdo con datos del
Inegi, al primer trimestre del año equivale a 56.9%, es otro factor que
tiene un impacto en la participación de los ingresos del PIB en los
salarios.
“Otro elemento a considerar es el sector informal con
miles de unidades de producción muy pequeñas y que tienen una muy baja
productividad. Éstas producen alrededor de 25% del PIB y emplean a más
de 50% de la fuerza laboral, con bajos niveles de ingreso, tanto para
los propietarios de estas empresas como de sus trabajadores”, agregó.
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