Reacomodos institucionales y falta de recursos
En
la llamada lucha contra la corrupción y el fin de los vicios de
antiguos regímenes, la 4T ha iniciado un reacomodo de la política
pública del Estado, incluyendo las estrategias de atención a la epidemia
del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) y el sida.
Hasta el momento hay más dudas que certezas sobre el futuro de las
instancias encargadas de prevenir y atender la epidemia en México.
Actualmente se optimizó el esquema de consolidación de compras de los
antirretrovirales, pero también se cancelaron los subsidios a las
organizaciones de la sociedad civil que históricamente han contribuido
en la erradicación de esta enfermedad.
Además, con la reestructuración de la Secretaría de Salud (Ss), se
han ventilado intenciones de convertir al Centro Nacional para la
Prevención y el Control de VIH Sida (Censida) en el Centro Nacional de
Enfermedades Infecciosas.
Cimacnoticias realizará una serie de reportajes donde se abordarán
las implicaciones que tienen estas decisiones para la población de
mujeres que viven con VIH y sida. Ellas representan 21 por ciento de las
230 mil personas que el Censida estimaba vivían con VIH hasta 2017. Su
visibilidad es primordial por las condiciones de desigualdad social e
incluso biológica que propician que tengan una mayor vulnerabilidad ante
la epidemia.
EL DESMANTELAMIENTO
En medio de los ajustes en el sector salud e incógnitas para las
personas que viven con VIH y sida, en México, al cierre de 2018, el
Censida registró 164 mil 675 casos de VIH y de sida en personas que se
encuentran vivas. Durante ese año se registraron 16 mil 755 casos
nuevos, es decir, 2 mil 575 más que el año anterior; además se estima
que una de cada tres personas desconoce que es portadora del virus.
Hasta marzo de este año, se diagnosticaron 190 mujeres con sida y 269
portadoras de VIH. La tasa de mortalidad por VIH se calcula en 3.8
defunciones por cada 100 mil habitantes, en mujeres es de 1.3 y 6.5 en
hombres.
Frente a este panorama, el Censida, organismo descentralizado del
gobierno, creado en 2001 para fungir como rector de las acciones en
salud contra el sida y otras infecciones de transmisión sexual (ITS),
hoy está acéfalo tras la salida de su entonces titular, la doctora
Patricia Uribe Zúñiga, quien ocupó el cargo desde 2013 y abonó en la
detección de las mujeres y prevención de la transmisión perinatal.
El centro no sólo está prácticamente vacío como constató esta agencia
en una vista a las instalaciones y señaló el personal restante. Su
inminente cierre daría paso al Centro de Enfermedades Infecciones donde
la política contra el VIH y sida pasarían a ser un área dentro de su
estructura.
En reiteradas ocasiones esta agencia solicitó una entrevista con el
encargado del despacho del Censida, el director de Prevención y
Participación Social Agustín López González, pero hasta el cierre de
esta edición no hubo respuesta.
Pese a lo evidente, la Ss ha preferido no confirmar la
reestructuración del Censida ante los reclamos de las organizaciones
civiles vertidos en redes sociales.
Es justo la sociedad civil organizada la principal promotora de
acciones frente a la epidemia que llegó en 1983 al país, sin embargo,
también enfrentan la desconfianza del presidente Andrés Manuel López
Obrador en su cruzada contra la corrupción, ya que los programas
sociales que este sector emprendía con el subsidio federal, se han
desmantelado.
Censida emitía anualmente una convocatoria para financiar proyectos
de las organizaciones, tendientes a la prevención del VIH. La sociedad
civil trabajaba en lo local a través de campañas, aplicaciones de
pruebas rápidas y acompañamiento a tratamientos en sectores que el
gobierno no tiene la capacidad de atender.
Este acuerdo entre Estado y sociedad civil se efectuaba desde 2006,
pero Censida canceló la convocatoria este año debido a la “circular 1”
de Obrador que contenía un mensaje claro: no debían transferir recursos
federales a las OSC.
Sólo en 2018 el Censida benefició a 98 organizaciones, la partida de
este año ascendía a más de 116 millones de pesos, pero el recurso, en
lugar de darse a las organizaciones civiles, se ha planteado enviarlo a
las secretarías de salud estatales.
En la siguiente entrega las organizaciones civiles especializados en
la materia darán su lectura sobre la 4ta y la atención al VIH Sida.
Imagen retomada de blogspot.mx
Por: Hazel Zamora Mendieta y Berenice Chavarría Tenorio
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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